Inauguran exposición sobre el escritor Francisco Tario, en acto que no estuvo a su altura

Además de la muestra fotográfica en las Rejas Solares del Centro Cultural Acapulco, se proyectó el cortometraje  Regreso a la Roqueta, elaborado por Lautaro García y Alejandro Toledo.

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19 diciembre,2017 7:46 am
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Acapulco, GUerrero, 19 de diciembre de 2017. En medio de un Centro Cultural Acapulco sombrío, triste y sin público la noche del sábado se inauguró en las Rejas Solares la exposición Francisco Tario: Acapulco en el sueño, que muestra al escritor precursor de la literatura fantástica en México en su faceta de padre y amigo gustoso de la vida del puerto en los años 40 y 50 del siglo pasado.

Asimismo y ante sólo dos personas (a las que se sumaría una docena de empleados de la Secretaría de Cultura del estado y sus familiares) se proyectó el corto Regreso a la Roqueta, elaborado por Lautaro García y Alejandro Toledo.

La exposición consiste en 27 imágenes, todas del archivo personal de la familia, que muestran a un Francisco Tario, que en este 2017 se cumplen los 40 años de su muerte, posando en Pie de la Cuesta, en La Roqueta o en Caleta.

Del mismo modo, ya sea en solitario o acompañado por figuras como Manuel Laureano Rodríguez Sánchez, más conocido como Manolete, uno de los grandes toreros de los años 40, que con el también matador de toros Luis Miguel Dominguín o con el amor de su vida: Carmen Farell.

Las imágenes dan cuenta de un escritor que lo mismo jugó futbol en la playa (fue portero semi profesional del Asturias) o ajedrez en su casa que estaba en Caleta (detrás del frontón, al lado de la plaza de toros), o que convivió con diversos grupos de amigo pero también, se divirtió con sus hijos Julio y Sergio.

Lola Álvarez Bravo, gente como Melchor Perusquía, cercano colaborador del presidente Miguel Alemán, y hasta los hermanos Tavira, también están presentes en las imágenes.

Mientras tanto, que el texto que acompaña a las mismas, elaborado por el escritor Alejandro Toledo, relata que el hijo de Tario, Julio Peláez Farell, quien acudió a la presentación, recuerda que solían viajar mucho a Acapulco en los años 40 y 50 cuando su padre era propietario de los cines Salón Rojo y Río y que fueron las vacaciones escolares, las más largas, un sueño para ellos.

Dicho texto refiere que la historia de Tario en Acapulco termina a finales de los años 50, en un inesperado exilio (del puerto y del país) instalándose en Madrid, España, siendo las playas de Oliva, a donde le gustaba ir en el verano, el espectro de ese Acapulco algún día soñado y luego perdido.

A la inauguración de la exposición, realizada en un centro cultural falto de iluminación en sus jardines, donde se llevó a cabo la recepción, y sin una producción a la altura del homenajeado, acudieron además de Julio Peláez Farell, Lautaro García y Alejandro Toledo; el secretario de Cultura del estado, Mauricio Leyva  Castrejón y el director del propio Centro Cultural Acapulco, Hubert de la Vega.

 

Texto: Óscar Ricardo Muñoz Cano/ Foto: El Sur.

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