El importante documento histórico ha sufrido daños y no se encuentra en buenas condiciones, señala el director del Proyecto Templo Mayor del INAH, Leonardo López Luján
Ciudad de México, 23 de octubre de 2020. El Códice Maya de Dresde, que el presidente Andrés Manuel López Obrador solicitó en préstamo a Alemania para exhibirlo en las conmemoraciones de 2021, intentó ser repatriado en 1981 por el ex presidente José López Portillo, informó el director del Proyecto Templo Mayor del INAH, Leonardo López Luján.
Ayer, López Obrador informó que el presidente de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, ayudará a México a gestionar el préstamo del códice.
“Nos ayudará a gestionar ante los directivos de los museos de ese país el préstamo del Códice Maya de Dresde”, expuso el mandatario en su cuenta de Twitter.
Según los especialistas, señaló López Luján en la red social, este códice prehispánico provendría de Yucatán.
“En 1981 el presidente López Portillo intentó ante el gobierno del presidente Erich Honecker de la República Democrática Alemana la repatriación definitiva del documento. Honecker nos visitó en el Templo Mayor”, recordó el arqueólogo e integrante de El Colegio Nacional.
Sobre la accidentada vida del Codex Dresden, apuntó, habría que decir que hoy no se encuentra precisamente en un óptimo estado de conservación: durante el bombardeo aliado a Dresde en 1945, este documento de amate sufrió serios daños al entrar el agua a la Sächsischen Landesbibliothek.
Este códice maya prehispánico es uno de los cuatro que hoy se conservan (París, Madrid, Dresde y México), detalló el investigador del INAH.
Se atesora en la Sächsische Landesbibliothek-Staatsund Universitätsbibliothek Dresden, biblioteca de esa región y a la vez de la Universidad Tecnológica de Dresde.
El Códice Madrid o Trocortesiano se halla en el Museo de América, mientras el París permanece en la Biblioteca Nacional de Francia. El Códice Maya de México, o Grolier, en la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia.
“Recuerdo que, durante su visita al México de José López Portillo, Erich Honecker visitó las excavaciones del Templo Mayor y se interesó por las pinturas del Templo Rojo Norte, que en aquellos días emergían del subsuelo. En cuanto al Dresde, no se aceptó su repatriación definitiva”.
Texto: Yanireth Israde / Agencia Reforma / Foto: Internet
