Texto: DPA/ Foto tomada de usuario @FonsiLoaiza (Twitter)
Madrid, España, 10 de junio de 2018. Decenas de miles de personas participaron hoy en una gigantesca cadena humana que unió las tres capitales del País Vasco reivindicando el derecho de autodeterminación de esta región española.
La movilización, organizada por la plataforma ‘Gure Esku Dago’ (‘Está en nuestras manos’) y apoyada por diferentes partidos políticos, sindicatos y organizaciones sociales, contó con la colaboración de más de 175 mil ciudadanos que, unidos de la mano, conectaron durante media hora los 202 kilómetros que unen las ciudades de Bilbao, San Sebastián y Vitoria.
El acto se clausuró con la lectura de un manifiesto frente al Parlamento Vasco en el que han mostrado su confianza en que en 2019 se puedan dar “pasos significativos para avanzar en el derecho a decidir”, que consideran “un instrumento fundamental para garantizar la convivencia a largo plazo”.
Entre los participantes que han apoyado la movilización se encontraban representantes de las principales fuerzas nacionalistas e independentistas vascas, como el presidente del Partido Nacionalista Vasco, Andoni Ortuzar o el coordinador general de Bildu, Arnaldo Otegi.
También acudió la presidenta del Parlamento Vasco, Bakartxo Tejería, que aseguró a los medios que “esta iniciativa demuestra que estamos ante un pueblo activo, un pueblo vivo que quiere decidir libre y democráticamente y desde el consenso”.
“Hoy formo parte de esta cadena humana para reivindicar que Euskadi tiene el derecho de decidir libremente su futuro”, apuntó por su parte el alcalde de Vitoria, Gorka Utaran.
La iniciativa tuvo un guiño en el kilómetro 122 hacia el independentismo catalán, que ha apoyado la movilización y estuvo representado en ella con una de sus voces más conocidas, la del diputado Gabriel Rufián, que hizo un símil entre el acto de hoy y la cadena humana que se realizó en Cataluña en 2013.
“El hecho de rodear un país con su gente abrazada o de la mano parecía imposible pero se hizo y nos dio muchas alas, muchos ánimos, para poder hacer otras cosas como se ha visto”, apuntó el político de Esquerra Republicana de Catalunya ERC), que opinó además que dicho acto supuso un “punto de inflexión” para el independentismo catalán.
La organización contó con la ayuda de más de 5 mil voluntarios y un millar de autobuses para poder desplazar a todos los participantes y poder formar la kilométrica cadena humana.
La movilización, organizada por la plataforma ‘Gure Esku Dago’ (‘Está en nuestras manos’) y apoyada por diferentes partidos políticos, sindicatos y organizaciones sociales, contó con la colaboración de más de 175 mil ciudadanos que, unidos de la mano, conectaron durante media hora los 202 kilómetros que unen las ciudades de Bilbao, San Sebastián y Vitoria.
El acto se clausuró con la lectura de un manifiesto frente al Parlamento Vasco en el que han mostrado su confianza en que en 2019 se puedan dar “pasos significativos para avanzar en el derecho a decidir”, que consideran “un instrumento fundamental para garantizar la convivencia a largo plazo”.
Entre los participantes que han apoyado la movilización se encontraban representantes de las principales fuerzas nacionalistas e independentistas vascas, como el presidente del Partido Nacionalista Vasco, Andoni Ortuzar o el coordinador general de Bildu, Arnaldo Otegi.
También acudió la presidenta del Parlamento Vasco, Bakartxo Tejería, que aseguró a los medios que “esta iniciativa demuestra que estamos ante un pueblo activo, un pueblo vivo que quiere decidir libre y democráticamente y desde el consenso”.
“Hoy formo parte de esta cadena humana para reivindicar que Euskadi tiene el derecho de decidir libremente su futuro”, apuntó por su parte el alcalde de Vitoria, Gorka Utaran.
La iniciativa tuvo un guiño en el kilómetro 122 hacia el independentismo catalán, que ha apoyado la movilización y estuvo representado en ella con una de sus voces más conocidas, la del diputado Gabriel Rufián, que hizo un símil entre el acto de hoy y la cadena humana que se realizó en Cataluña en 2013.
“El hecho de rodear un país con su gente abrazada o de la mano parecía imposible pero se hizo y nos dio muchas alas, muchos ánimos, para poder hacer otras cosas como se ha visto”, apuntó el político de Esquerra Republicana de Catalunya ERC), que opinó además que dicho acto supuso un “punto de inflexión” para el independentismo catalán.
La organización contó con la ayuda de más de 5 mil voluntarios y un millar de autobuses para poder desplazar a todos los participantes y poder formar la kilométrica cadena humana.
