La cotidianidad como fuente de literatura: “No eran letras, eran hormigas”

En los bolsillos de Arnoldo Kraus hay siempre pequeños papeles que sirven para anotar ideas de un cuento, una cita o incluso un pendiente bancario, ésta fue la...

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27 enero,2019 2:24 pm
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En los bolsillos de Arnoldo Kraus hay siempre pequeños papeles que sirven para anotar ideas de un cuento, una cita o incluso un pendiente bancario, ésta fue la fuente cotidiana para “No eran letras, eran hormigas”, editado por Sexto Piso e ilustrado por Alejandro Magallanes.
Guadalajara, Jalisco, 27 de enero de 2019. Arnoldo Kraus ejercita la brevedad de manera cotidiana: mientras escribe recetas médicas, anota pendientes, ideas sueltas, incluso en sus relatos.
En sus bolsillos hay siempre evidencias, pequeños papeles que sirven para anotar ideas que podrían llevar a un cuento, a no olvidar una cita o incluso solventar un pendiente bancario.
A partir de esa fuente de inspiración, el autor y médico escribió No eran letras, eran hormigas (y otros relatos breves), que se mezclaron con dibujos e ilustraciones de Alejandro Magallanes.
“Siempre tengo papeles en las bolsas, anoto ideas, pero también compromisos bancarios, familiares, hasta de pacientes; anoto ideas que pueden crecer para un relato, para luego desarrollarlas y de ahí surgen muchas ideas”, subraya.
En este libro, editado por el sello Sexto Piso, el autor quería incursionar en la brevedad literaria, saber qué tan conciso y directo podía ser con las palabras y por ello emprendió un complejo ejercicio de redacción que incluyó más de 200 textos, que son una especie de retazos de la vida.
“Quería hacer relatos breves porque encontré que era una veta que no había explorado, también porque cuando inicié en los pequeños relatos me di cuenta que estaba muy bien para mí, porque como soy médico de repente escribo entre pacientes; era muy adecuado para mis tiempos”, relata el autor, que ha incursionado en diversos géneros literarios y que es colaborador habitual de diversos diarios y revistas.
El libro es pequeño y puede transportarse fácilmente, para leer quizás uno o más relatos durante el día. Algunos requieren la ayuda de los lectores para ser concluidos en una espacie de dispositivo lúdico.
“Quería ver si en pocas palabras, siguiendo esa idea de menos es más, podría expresar algunas ideas, así empecé los pequeños relatos y en la mayoría hay ironía, sarcasmo; muchos de ellos no están acabados, por eso pido la participación del lector y, hasta lo que he escuchado, algo ha funcionado”, advierte el autor de Aproximaciones a la Muerte Quizá en otro lugar.
Luego de terminar el libro, Kraus decidió que debía acompañarse de dibujos. Como confiesa que es pésimo dibujante, convocó al diseñador y creativo Alejandro Magallanes, porque, aunque no había trabajado con él, admira mucho su trabajo.
“Lo que me gusta es que hay un diálogo entre lo que hizo Magallanes y mis textos. Es una idea original, para mí es un libro muy bonito, chiquito, con letras muy negras, páginas muy blancas. Incluso ya estoy terminando un segundo libro con algunos dibujos también de él, con más de 100 relatos”, manifiesta.

Texto: Rebeca Pérez Vega, Agencia Reforma / Foto: Agencia Reforma. En la portada, Arnoldo Kraus.

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