Querían los habitantes que el combustible —hidrosina, se sabe ahora— tomara cauce en los canales de agua que funcionan como sistema de riego para los campos de alfalfa, y tomar de ahí con mayor facilidad el hidrocarburo.
Tlahuelilpan, Hidalgo, 23 de enero de 2019. Vecinos de la colonia San Primitivo, donde el viernes pasado se registró la explosión de un ducto de Petróleos Mexicanos (Pemex), coinciden en que la fuga de hidrocarburo fue potencializada por los pobladores que sustraían huachicol en garrafas.
Más de 400 personas se aglutinaron en torno al derrame de combustible, que era “chupado” por la tierra.
Un testigo que habita a unos 500 metros de punto aseguró que la gente comenzó a gritar que abrieran aún más el boquete.
Esto con la finalidad de que el combustible tomara cauce en los canales de agua que funcionan como sistema de riego para los campos de alfalfa, y tomar de ahí con mayor facilidad el hidrocarburo.
“No sé cómo lo hicieron, el punto es que esa fuga, ese derrame, se hizo una fuente, de más de 20 metros de altura, se descontroló totalmente la situación”, indicó el poblador que prefirió el anonimato por temor a represalias.
“La fuga era muy pequeña, y la hicieron más grande”.
Aunque no existe por ahora una conclusión oficial de cómo se originó la explosión y si en ese sitio se encontraba una toma clandestina “viva”; es decir, con válvula y llave para ordeñar combustible, los autoridades recabaron los testimonios de testigos.
“Lo que pasa es que los huachicoleros querían abrir ahí una toma clandestina, los halcones avisaron que iba a pasar un grupo de militares, y entonces los huachicoleros dejaron una toma con derrame.
“Después la gente, que no tenía gasolina para sus autos, comenzó a azuzar al resto del pueblo para pasar sobre los militares, con el uso de mujeres y niños”, observó por su parte un jefe de la policía estatal.
Otros vecinos no se acercaron a la fuente de combustible.
“Iba saliendo del trabajo, nos detuvieron el paso, llegamos caminando al área del accidente.
Vivo a unos metros del lugar, atrás del campo de alfalfa, estaba la fuente de gasolina, nos acercamos y luego vino la explosión, luego vimos la llamarada, rápido se olía el olor a carne quemada, empezamos a ver la desesperación”, indicó el señor José Manuel, de 49 años.
“De mi colonia fallecieron 17 vecinos, seis de ellos son mis familiares”, lloró el hombre.
Este martes, el procurador de Hidalgo, Raúl Arroyo, informó que trasladaron a instalaciones del Servicio Forense de la capital del Estado un total de 53 restos “no identificables” para iniciar su proceso de clasificación.
Texto: Benito Jiménez / Agencia Reforma
Foto: Agencia Reforma
