La nueva primera ministra defiende ante el Parlamento británico la reducción de impuestos

Descarta Liz Truss aplicar un gravamen sobre los beneficios de las grandes petroleras porque “desincentivaría la inversión”. El líder del Partido Laborista, Keir Starmer, acusa a su rival...

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8 septiembre,2022 9:03 am
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Descarta Liz Truss aplicar un gravamen sobre los beneficios de las grandes petroleras porque “desincentivaría la inversión”. El líder del Partido Laborista, Keir Starmer, acusa a su rival de querer “endeudarse más de lo necesario” y dejar que sean los contribuyentes los que a la larga paguen. Una especie de ‘impuesto Truss’ que beneficiará a los bancos, acota

Madrid, España, 8 de septiembre de 2022. La nueva primera ministra de Reino Unido, Liz Truss, ha acudido ayer al Parlamento británico por primera vez como ‘premier’, donde ha defendido su medida estrella, la reducción de impuestos, ante las críticas del opositor Partido Laborista británico, Keir Starmer.

La líder conservadora descartó ayer aplicar un impuesto sobre los beneficios de las petroleras para financiar medidas que permitan reducir la factura energética, en su debut en la sesión semanal de control al gobierno en la Cámara de los Comunes.

Truss, que ha prometido bajar los impuestos para combatir el incremento del coste de la vida, lo que la obligará a restringir el gasto o aumentar la deuda pública, alegó que gravar aún más a las gigantes del petróleo y el gas “desincentivaría la inversión”.

“No se logra crecimiento subiendo los impuestos”, dijo la nueva dirigente conservadora en respuesta al líder de la oposición, el laborista Keir Starmer, que inquirió cómo planea sufragar su plan, que detallará hoy jueves, por el que garantizará préstamos al sector energético minorista.

“Entiendo que la gente en todo el país sufre por el coste de la vida y por sus facturas de energía y por eso (…) tomaré acciones inmediatas”, afirmó ante la Cámara de los Comunes, según información de AFP.

Starmer acusó a su rival de querer “endeudarse más de lo necesario” y dejar que sean los contribuyentes los que a la larga paguen esa deuda, y recordó que ella formó parte de los sucesivos gobiernos “tories” cuya gestión condujo a la crisis actual, según información de EFE.

El líder laborista ha criticado a la nueva primera ministra, a la que ha señalado por intentar querer poner en marcha un “impuesto Truss” que beneficiará a los bancos. En la misma línea se ha manifestado el parlamentario Ian  Blackford, que ha señalado que esta medida la pagarán las familias “durante los años venideros”.

“No hay nada nuevo en la fantasía conservadora de la economía de goteo”, ha señalado Starmer en el Parlamento, agregando que las familias y los servicios públicos necesitan cada centavo que puedan obtener, por lo que no es el momento adecuado para aliviar los impuestos de las empresas, según ha recogido la cadena británica BBC.

Durante esta primera sesión de Truss en el cargo, los parlamentarios británicos han podido hacer preguntas directas a la nueva ‘premier’, que aceptó el martes su cargo poniendo fin así al proceso de renovación dentro del Partido Conservador que arrancó el 7 de julio con el anuncio de la dimisión por parte del ya ex primer ministro Boris Johnson.

Su nuevo ministro de Finanzas, Kwasi Kwarteng, está ultimando un plan de ayudas que según la prensa incluiría congelar los precios de la energía.

Los hogares británicos sufrieron en abril un alza de casi 55 por ciento del tope tarifario de gas y electricidad. Y en octubre este debe volver a subir un 80 por ciento, dejando a muchos ante la imposibilidad de pagar.

Numerosas empresas e instituciones, incluidos hospitales y escuelas, advirtieron que tendrían que hacer dramáticos recortes o incluso cerrar ante la disparada de los costes, que amenaza con un otoño de protestas y huelgas.

Truss se negó ayer a responder reiteradas preguntas de los diputados opositores sobre cómo financiará dichas medidas, posiblemente encaminadas a engordar un endeudamiento público récord tras los años de pandemia.

Truss anunció el martes un gobierno marcado por la remodelación prácticamente general de la primera línea, a pesar de que no se prevén grandes cambios políticos en relación a la era Johnson. Por ello, la primera ministra ha decidido mantener como ministro de Defensa a Ben Wallace, figura clave en la estrategia de Londres en el marco de la invasión rusa de Ucrania.

Durante sus seis semanas de campaña frente a los 172 mil afiliados al Partido Conservador, los únicos que en un país de 67 millones de habitantes tuvieron voz y voto en la sucesión de Johnson, Truss defendió políticas ultraliberales.

Abogó por bajar masivamente los impuestos pese a las advertencias de que podría acelerar aún más una inflación que ya superar el 10 por ciento y debería llegar a 14 por ciento a finales de año y 18 por ciento en 2023 (Con información de Agencias).

Texto: Europa Press

 

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