El director ejecutivo del Observatorio Político de América Latina y el Caribe del Sciences Po de París, Gaspard Estrada, destaca en un seminario en la UNAM que el principal desafío externo que vive México y América Latina es el conflicto por el comercio y el poder que tiene Estados Unidos y China.
Acapulco, Guerrero, 18 de octubre de 2019. Fue hasta que ganó Andrés Manuel López Obrador que llegó una nueva generación política al gobierno federal, dijo el académico del Instituto de Ciencias Políticas de París, también conocido como Sciences Po, Gaspard Estrada.
Advirtió del creciente discurso de odio en el país similar a la arenga racista en otras naciones latinoamericanas, durante la mesa Obstáculos geopolíticos para la transformación de México del Seminario (Re) pensar la democracia en una era de transformación social mundial que se desarrolló este jueves en el Auditorio Alfonso Caso de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
El director ejecutivo del Observatorio Político de América Latina y el Caribe (OPALC) del Sciences Po de París explicó que desde la mitad del siglo XX los sucesos políticos de México han estado en contracorriente con América Latina. A diferencia de sus pares del sur gobernados por militares, en el país existió “un sistema de partidos no competitivos”.
Los militares en el poder pactaron con los civiles para transitar a la democracia mientras que en México se negociaron reformas electorales, señaló el articulista de El Sur.
A pesar de la alternancia política que se logró en el 2000 con la elección de Vicente Fox se mantuvieron resquicios de los viejos grupos de poder a tal grado que fue hasta el 2010 cuando un miembro del PAN, Ernesto Cordero, llegó a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), ejemplificó.
Las elecciones del 2018 significaron que una nueva clase política llegara al poder, aseguró. Este cambió “llegó tarde” porque desde el inicio del siglo en Latinoamérica llegaron a los gobiernos líderes con políticas distintas como Lula da Silva en Brasil, Evo Morales en Bolivia, Michel Bachelet en Chile y Fernando Lugo en Paraguay.
A diferencia de la interpretación de que esta región del mundo vive una nueva ola de derecha desde el 2015 con la elección de Mauricio Macri en Argentina, Gaspard Estrada consideró que es la “alternancia política” la que está ganando, como lo demuestra la victoria de Andrés Manuel López Obrador.
Estos cambios políticos suceden porque hay desconfianza en las instituciones y la economía no crece, explicó el director del OPALC.
Aseveró que el 2019 es un año de crisis en diversos países como Perú, Brasil, Nicaragua y Venezuela, y peor aún en estos dos últimos países porque el presidente estadunidense, Donald Trump, busca que cambien de régimen.
Destacó que el principal desafío externo que vive México y América Latina es el conflicto por el comercio y el poder que tiene Estados Unidos y China, país al que paradójicamente le abrió las puertas su rival en la región por las revelaciones de corrupción en Brasil.
En tanto que el desafío interno es el aumento del racismo que está ligado a los flujos migratorios de países en crisis como Haití y Venezuela, discurso del que el mandatario brasileño, Jair Bolsonaro, es su máximo exponente porque “banaliza” la arenga discriminatoria, consideró Gaspard Estrada.
Advirtió que en México la oposición al gobierno de López Obrador está impulsando un discurso de odio similar a lo que se vive en algunos países latinoamericanos.
En la mesa participaron los académicos Rubén Ruiz Guerra, Ricardo Horcasitas, y el miembro emérito del Colegio de México (Colmex), Lorenzo Meyer, quien hizo un recuento de la historia de las relaciones internacionales del país desde el siglo XIX y
comentó que el “obstáculo mayúsculo” del país es Estados Unidos, el cual siempre tuvo el interés de que México fuera estable, además de evitar evidenciar la dependencia de este último porque esto quitaría legitimidad al régimen mexicano. Sin embargo, el presidente Donald Trump cambió esta política para tener un nuevo tratado de libre comercio y parar el flujo migratorio.
Lorenzo Meyer consideró que López Obrador está en una situación “muy difícil” porque el 82 por ciento de las exportaciones se dirigen al vecino del norte.
Texto: Ramón Gracida Gómez / Foto: El Sur
