La UAG ante el triunfo de López Obrador

José Alfredo Pineda Gómez

181 0
4 septiembre,2018 7:01 am
181 0

José Alfredo Pineda Gómez
El primero de julio del 2018 fue una fecha histórica para el pueblo de México. El voto masivo de más de 30 millones de ciudadanos obligo al régimen a reconocer el triunfo indiscutible y abrumador de Andrés Manuel López Obrador como presidente de la República.
Lo que se siembra se cosecha. El PRI-PAN-PRD sembraron corrupción, pobreza, desigualdad, represión, violencia, inseguridad, muerte y miles de desaparecidos. Con la resistencia y lucha de los diferentes movimientos sociales en el campo y la ciudad, junto con la labor perseverante de López Obrador, se canalizó el hartazgo social en el voto libre y consciente de electores que dijeron ¡ya basta! Basta de tanta corrupción, basta de pobreza y desigualdad. El pueblo le dijo ya basta a los farsantes de la política, a los vividores, simuladores y demagogos.
Esta insurrección cívica y pacífica no termina el primero de julio, al contrario, la verdadera lucha recién inicia. Ha llegado el momento de construir un nuevo proyecto de nación. Exigimos la verdad y la justicia para los 43 estudiantes de Ayotzinapa. No basta el voto, es necesaria la organización y la participación en este movimiento por la regeneración de nuestra nación. No podemos esperar a que se genere el cambio solamente desde el gobierno. Que los diputados, senadores o presidentes municipales nos resuelvan nuestros problemas. La vida política de la nación reclama nuestra participación organizada en cada espacio de la vida política. Los verdaderos cambios se darán solamente si se logra la participación organizada en el combate a la corrupción y a la impunidad en todos los frentes.
En la Universidad Autónoma de Guerrero un sector importante de estudiantes, docentes, y trabajadores administrativos y de intendencia nos organizamos de manera libre y consciente en la Coordinadora Universitaria Guerrerense para apoyar la campaña presidencial de López Obrador. Antes de las elecciones participamos en la difusión de sus propuestas en las aulas de las escuelas y centros de trabajo de la UAG en las diferentes regiones del Estado. En la visita de AMLO a Chilpancingo organizamos una marcha de universitarios desde la Ciudad Universitaria al zócalo. Durante la jornada electoral del primero de julio participamos como representantes de Morena en las casillas y en la defensa del voto ciudadano. Ahora la tarea es organizarnos para participar activamente en la transformación de nuestra Universidad Autónoma de Guerrero en armonía con los cambios nacionales del proyecto de nación del ahora presidente electo. Es nuestro deber rescatar la trayectoria histórica de los universitarios guerrerenses por la democracia, la justicia social y el combate a la corrupción y a la impunidad.
En el marco de la 28 sesión extraordinaria de la Asamblea General de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES) el pasado 15 de agosto, Andrés Manuel López Obrador se comprometió a elevar al 1 por ciento el presupuesto en la investigación y a mantener el presupuesto a universidades públicas con el aumento respectivo a la inflación para incrementar la matrícula y mejorar la calidad de la formación profesional. El llamado del presidente electo a los rectores es que la educación no sea un factor de exclusión y que se debe buscar el equilibrio entre calidad y cobertura. “Queremos que no tengamos una educación excluyente, la educación no es un privilegio, la educación es un derecho del pueblo”, subrayó. Además, anuncio un programa de becas para todos los estudiantes de preparatoria, por 10 mil pesos al año de manera universal, lo que significará una inversión de 25 mil millones de pesos.
En la UAG debemos retomar del proyecto histórico de la Universidad-Pueblo contribuyendo desde la academia en las alternativas para atender las necesidades sociales del pueblo y no concentrar el diseño de los planes y programas de estudio exclusivamente en función de las necesidades de los “empleadores”. En el afán de cumplir con los indicadores de calidad se ha caído en la simulación concentrando la atención en los aspectos cuantitativos descuidando lo cualitativo, abandonando el proyecto de universidad democrática, critica y popular. Bajo el argumento de la calidad y la excelencia para cuidar los indicadores de la acreditación, en algunas carreras universitarias se ha caído en el absurdo de no entregar fichas para presentar examen de ingreso a los alumnos que no alcanzaron un promedio en el bachillerato mínimo de 8 cuando en otras universidades públicas como la UNAM el requisito del promedio mínimo es de 7.
Sin duda se han logrado importantes inversiones y mejoras en infraestructura y equipamiento, pero el proceso de enseñanza- aprendizaje continúa con serias deficiencias. Es necesario evaluar el impacto social de los egresados de las diferentes carreras universitarias dado que un alto porcentaje de los estudiantes que terminan una carrera no encuentran trabajo en su campo profesional. Además, es necesario cambiar la política de ingreso a la UAG, cancelar el examen de CENEVAL y eliminar las altas cuotas que imponen las direcciones de las escuelas y facultades a los estudiantes. Estas medidas son excluyentes he impiden el acceso a los jóvenes originarios de las regiones con mayor índice de pobreza, particularmente de las zonas indígenas.
En el corto plazo tenemos el reto de participar activamente en la organización y ejecución del Foro sobre Educación en Guerrero convocado por AMLO en coordinación con las organizaciones de lucha magisteriales y estudiantiles de los diferentes niveles y subsistemas para asegurar la derogación de la mal llamada reforma educativa y proponer una nueva estrategia participativa para atender el grave rezago educativo en Guerrero.
 

In this article

Join the Conversation