Para muchos salir de su comunidad no es una opción, pues además de su avanzada edad, en muchos lugares la gente no valora este trabajo, informan.
Xalitla, Tepecoacuilco, 17 de diciembre de 2018. Las bajas ventas que los artesanos indígenas de la comunidad de Xalitla, municipio de Tepecoacuilco, tenían luego de la apertura de la Autopista del Sol disminuyeron aún más debido a la inseguridad y el aumento del robo de vehículos en la carretera de Iguala a Mezcala, donde se encuentra el parador turístico en el que sólo ocho de los 31 locales que tiene siguen abriendo sus puertas.
Este parador inició su construcción en 1970 y un año después fue entregado en el gobierno de Caritino Maldonado Pérez.
De los 31 locales de concreto con rejas de metal sólo ocho siguen abriendo sus puertas atendidos en su mayoría por mujeres artesanas de unos 70 años, de las que sus padres fueron fundadores de este proyecto.
Una de ellas, Florentina Guerrero informó que el resto de los artesanos dejaron de ir por la caída de las ventas luego de la construcción de la Autopista del Sol, que afectó severamente al comercio de la zona.
“Hay días y hasta semanas que no vendemos nada, o llegamos a vender 20 o 30 pesos, tenemos la esperanza de que aunque sea un hijo de Dios venga y nos compre una piececita”, dijo la mujer que desde la infancia aprendió de sus padres a pintar las artesanías, de donde dio estudios básicos a sus dos hijas y les enseñó el oficio.
Narró que a pesar de que hay días sin ventas, ella y su hija caminan a diario un kilómetro para llegar de su casa al parador turístico, “almorzamos en la casa y nos traemos aunque sea tacos con sal para calentarlos y aquí comer, ya en la noche llegamos a la casa a cenar”.
“Apenas y alcanzamos para comprar los frijoles o lo que sea para irla pasando, nosotros no tenemos otro oficio ni otro ingreso, sólo de aquí tenemos la esperanza”.
A pregunta del por qué la mayoría de los locales permanecen cerrados bajo candado, muchos de ellos que llevan tiempo sin abrir a pesar de tener ahí artesanías que se ven cubiertas por el polvo, Florentina expuso que es por la misma situación de que no venden su mercancía y prefieren buscar otra forma de obtener ingresos.
Agregó que debido a la inseguridad y los frecuentes robos de carros entre Iguala y Mezcala los automovilistas se pasan derecho sin detenerse en el parador turístico.
Agregó que para muchos de ellos salir de su comunidad no es una opción, pues además de su avanzada edad, en muchos lugares la gente no valora este trabajo, y muchas de las veces lo terminan dando a precios muy baratos pues estando fuera de su pueblo tienen que ver la forma de pagar transporte, alimentación y un lugar donde quedarse a dormir cuando es necesario.
Dijo que les falta apoyo de los gobiernos estatal y municipal tanto en promoción y publicidad así como en la entrega de apoyos económicos, que a ellos les servirían para adquirir más material o mover su mercancía.
Los artesanos de Xalitla se han dedicado por generaciones a la decoración, técnica que han ido mejorando y que pintan en barro, madera, papel amate (que es su especialidad), máscaras, botellas de vidrio y bolsas.
En esta comunidad indígena ubicada a unos 25 minutos de la cabecera municipal de Iguala, la elaboración y pintura de artesanías es la principal actividad económica. Los que no tienen locales en este parador turístico llevan a ofrecer su mercancía a ciudades cercanas como Iguala, Taxco o Chilpancingo, otros buscan llevar sus productos a lugares más turísticos como Acapulco.
Otra de las artesanas, un poco más joven, Gisela Martínez Morales narró que por las bajas ventas se han visto en la necesidad de vender sus artesanías a intermediarios, los cuales pagan la mercancía a precios muy bajos y ellos los llevan a vender a lugares turísticos.
Contó que el talento de los artesanos de Xalitla se plasmó en el mural del auditorio Sentimientos de la Nación en la capital del estado, trabajo en el que participó Gisela.
Además los artesanos en Xalitla y las comunidades de Maxela, Ameyaltepec y San Agustín Oapan, todas del municipio de Tepecoacuilco, recibieron el Premio Nacional de Ciencia, Tecnología y Artes del Fondo Nacional para el Fomento de las Artesanías (Fonart) en 2012.
Informó que a raíz de la apertura de la Autopista del Sol viven del turismo local, pues el nacional e internacional no utiliza esta carretera para viajar.
Otro artesano, el señor Agustín Espíritu, un hombre de 68 años dijo que ya no hace artesanías ni pinta, pues su vista “ya se acabó” y lamentó que “hay días que no se vende nada, a veces no cae nada ni para las tortillas”.
Dijo que han aprendido a “administrar” lo poco que llegan a vender, pues ese recurso lo ocupan para “mal comer”, pues no tiene otro ingreso de dinero.
Además que la materia prima que ocupan, como el barro, las máscaras, pinceles, pinturas o barniz han subido de precio.
Al momento de la visita a este parador turístico este sábado por más de una hora, no se detuvo ningún automovilista, ni siquiera a ver o preguntar por las artesanías.
Texto y foto: Alejandro Guerrero