Lamenta el escritor Daniel Goldin gestión actual de la Biblioteca Vasconcelos

  Ciudad de México, 17 de agosto de 2021. El escritor Daniel Goldin, quien renunció en 2019 a la dirección de la Biblioteca Vasconcelos (BV), entre otras razones...

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17 agosto,2021 10:40 am
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Ciudad de México, 17 de agosto de 2021. El escritor Daniel Goldin, quien renunció en 2019 a la dirección de la Biblioteca Vasconcelos (BV), entre otras razones porque lo desconoció Marx Arriaga Navarro, titular entonces de la Dirección General de Bibliotecas (DGB) de la Secretaría de Cultura federal, lamenta el “triste papel” que han tenido los recintos de esta dependencia.

“Como un ciudadano que considera que las bibliotecas públicas pueden ser un instrumento fundamental para despertar y responder los deseos y necesidades educativos, culturales, informativos y recreativos de la población, letrada o no, lamento el triste papel que han tenido y tienen hoy la mayor parte de las bibliotecas coordinadas por la DGB, y, en particular, la Vasconcelos”, dice.

Goldin aseguró en una carta pública fechada el 12 de agosto que Arriaga, actual titular de Materiales Educativos de la SEP, mintió y difamó su trayectoria durante una entrevista que concedió el 11 de agosto a Álvaro Delgado y Alejandro Páez Varela, conductores del programa Los periodistas.

“Hoy la situación es mucho más compleja y apremiante. Pero Arriaga vuelve a mi salida porque, al parecer, eso es lo único relevante que ha acontecido en todo este tiempo en la Vasconcelos y en la DGB”, refiere el también editor y ensayista, creador y fundador del proyecto de libros para niños y jóvenes del Fondo de Cultura Económica (FCE) hasta febrero de 2004.

Goldin considera que la pregunta relevante debería ser qué ha acontecido con la Biblioteca Vasconcelos y la Red Nacional de Bibliotecas tras su salida en enero de 2019, luego de cinco años 50 semanas al frente del espacio de Buenavista.

El autor de Los días y los libros y Divagaciones en torno a la hospitalidad de la lectura responde por escrito a una entrevista solicitada por Reforma.

–Por qué no había hablado antes sobre los motivos de su renuncia a la Vasconcelos?

–Al igual que cuando salí del FCE, cuando dejé la Vasconcelos opté por dejar hablar a lo que había hecho y a quienes se habían beneficiado de ese trabajo grupal. Me parece que mis palabras salían sobrando.

–Su renuncia, entonces: ¿obedeció a que Arriaga lo desconoció, en los hechos, como director de la Vasconcelos al prohibirle dirigir su equipo de trabajo?

–Entre otras razones. Considero que cualquier institución educativa y cultural debe promover a un tiempo la autonomía de sus usuarios y la capacidad de diálogo de ellos y entre ellos. En los muy escasos encuentros que tuve con Arriaga me resultó evidente que su visión era radicalmente diferente.

–Cuando dice en su carta que Arriaga “tendrá que comprobar debidamente” que usted obtenía recursos para sus proyectos mediante las presentaciones que organizaba en la Vasconcelos: ¿implica que promoverá algún tipo de acción legal?

–Literalmente mi carta dice que yo había convertido a la biblioteca en “un salón de juegos, un patio privado donde podían hacer sus presentaciones”, un grupo muy cerrado de escritores privilegiados, representados por las revistas Nexos y Letras Libres, y así sacar recursos para mis proyectos. Esa es una afirmación que tendrá que comprobar debidamente. Y muestro brevemente por qué la afirmación es falsa.

Aún no he definido si promoveré acciones legales en contra de esa afirmación difamatoria. En todo caso es una decisión personal.

–Más allá de que Arriaga le atribuya la decisión de adquirir suscripciones a las revistas Letras Libres y Nexos: ¿una biblioteca o la instancia encargada de adquirir publicaciones selecciona éstas en función de sus afinidades ideológicas o cuál debe ser el criterio de un encargado de bibliotecas para elegir las publicaciones que se incorporan al acervo?

–En un país megadiverso como el nuestro, no puede haber una sola instancia que seleccione los acervos que debe haber en una biblioteca, menos para todas ellas.

Durante mi gestión en la Vasconcelos tomábamos en cuenta diferentes voces. Inicialmente los requerimientos de los usuarios. En muchos países, es una obligación legal que una biblioteca pública compre lo que los usuarios demandan, y que lo haga en un plazo razonable, pues también de eso se trata.

Además de eso, creo que cada biblioteca debe tener un rasgo singular, y que se debe proponer el préstamo interbibliotecario. Esa es la razón que justifica que exista una red de bibliotecas.

Escuchar al otro

A partir de su experiencia como editor de títulos infantiles y como formador de lectores: ¿cómo proseguir esta labor de promoción de la lectura con los niños en el encierro derivado de la pandemia?

Más allá o más acá de la lectura, creo que lo verdaderamente importante es promover una cultura del diálogo y la conversación. Eso supone escucharse y escuchar al otro. Los libros son eso: artefactos que promueven la conversación.

En estos momentos me preocupa la soledad de los niños y jóvenes, de sus padres, incluso de sus maestros. Y la sordera monologante que reina en el espacio público y, supongo, en muchos hogares.

La pandemia ha sido y puede ser una extraordinaria oportunidad para que los niños, jóvenes y adultos aprendamos a investigar, razonar, imaginar y cuestionar. Eso he tratado de hacer como editor, escritor, promotor cultural. Los libros son sólo medios, el objetivo es otro.

–¿Cómo adaptar los servicios bibliotecarios en este contexto? ¿Podrían organizarse, por ejemplo, más actividades al aire libre en los recintos públicos?

–Nuevamente creo que no hay una respuesta única. Es la tarea de cada biblioteca vinculada con su comunidad encontrar las maneras de despertar y responder a las necesidades informativas, educativas, recreativas de sus usuarios. Salir al aire libre me parece una respuesta simple, al igual que subir materiales a la red. Más importante me parece, por ejemplo, descubrir los saberes de los usuarios y promover su reconocimiento.

–¿Está trabajando ahora en algún proyecto de promoción de la lectura?

–Desde que dejé la Vasconcelos me propuse crear, en compañía de amigos y cómplices de muchos años, Jardín LAC. Lectura, arte y conversación en (y para) el espacio público. Se trata de una asociación civil que asume que el espacio público no es prerrogativa del Estado, ni está determinado por el espacio físico. Nacimos a la luz pública durante la pandemia aquí: https://www.jardinlac.org/que-es-el-jardin. En el curso de los próximos años tendremos un espacio físico también.

Texto: Yanireth Israde / Agencia Reforma

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