Las protestas raciales en EU siguen en las calles con Portland como epicentro

La Policía de Portland declaró que la reunión de unas personas el sábado por la noche afuera de una comisaría durante la cual lanzaron botellas hacia los agentes,...

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3 agosto,2020 8:27 am
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Portland, Oregon, EU, 3 de agosto de 2020. La Policía de Portland declaró que la reunión de unas personas el sábado por la noche afuera de una comisaría durante la cual lanzaron botellas hacia los agentes, fue ilícita. Las fuerzas de seguridad federales, estatales y locales, aparentemente habían estado ausentes de las protestas del jueves, viernes y sábado.

Los activistas y autoridades de Oregon pidieron a la gente que asistió a la protesta del sábado por la noche en Portland que reorientaran la atención en los objetivos del movimiento Black Lives Matter, tres días después de que el gobierno del presidente Donald Trump aceptó reducir la presencia de agentes federales.

Unos grupos se reunieron el sábado por la tarde en varias áreas alrededor del centro de Portland para escuchar a los oradores y prepararse para marchar al Centro de Justicia y al tribunal Mark O. Hatfield.

Uno de los eventos más populares, dirigido a reorientar el movimiento, fue organizado por la Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color (NAACP por sus siglas en inglés). Los oradores incluyeron activistas, así como al senador de Oregon Jeff Merkley y el comisionado de la ciudad de Portland, Jo Ann Hardesty.

Merkley y Hardesty hablaron sobre las políticas que están presentando, como reducir el financiamiento a la policía y restringir las llaves al cuello.

En tanto, la policía afirmó que los manifestantes lanzaron botellas de vidrio y apuntaron con lásers a los agentes.

El olor a gas lacrimógeno aún se siente por momentos en el aire de Portland, último epicentro de las manifestaciones antirraciales y hasta esta semana escenario de una brutal represión por parte de policías federales.

Los manifestantes dicen las protestas no comenzaron por esta “intervención”, sino por el racismo y la brutalidad policial que, aseguran, ha caracterizado durante años a la policía en ese estado.

“Viendo la energía, el movimiento no se detendrá hasta que haya un cambio definitivo”, aseguró a la AFP Sierra Boyne, una chica negra de 19 años que lleva un chaleco con una cruz roja para prestar primeros auxilios en caso de emergencia.

“Las personas están realmente comprometidas con el cambio… no creo que esto vaya a parar pronto, que vaya perder impulso”.

– “Listo para resistir” –

Por casi tres semanas fue la misma receta con los federales, que dispersaron las concentraciones con gases, bombas de ruido y balas de goma, mientras los manifestantes resistían con paraguas abiertos, improvisados escudos caseros y hasta sopladores mecánicos, esos que normalmente se usan para limpiar las hojas de los árboles, para desviar el espeso humo.

Y desde el jueves, cuando dejaron de custodiar la zona, cientos de personas siguieron congregándose sin incidentes, constató la AFP.

Los manifestantes dicen que seguirán en las calles hasta que se produzca un cambio. ¿Pero cuál? ¿Qué tiene que ocurrir para que se levante la manifestación? No hay un solo objetivo en la calle.

Boyne es precisa: quiere el desfinanciamiento de la policía y que se distribuya más riqueza entre las comunidades pobres, así como la renuncia del alcalde demócrata Ted Wheeler.

“Él es la razón por la que la policía brutalizó las manifestaciones en primer lugar”, indicó.

En esa línea está también Letha Winston, quien exige que se reabra el caso de su hijo Patrick Kimmons, muerto a tiros por la policía hace dos años en lo que las autoridades describieron como un acto de “defensa propia”.

“Quiero justicia para mis nietos, para que puedan seguir con sus vidas”, dijo a la AFP. “Debido a la brutalidad policial en Portland quiero que la policía sea reformada… mejor aún, que los despidan y formen un nuevo cuerpo”.

Alicia, de 46 años, quiere prácticamente un imposible: que se revoque la Constitución de Estados Unidos. “Quiero soñar”, se justificó.

“¡Este es un movimiento que no tiene fin, nadie se va, esto es una revolución!”, añadió efusiva.

Y mientras sigan en las calles, los manifestantes creen que la tregua con la policía durará poco.

“Si les das una excusa, la policía del estado puede ser tan bruta como los federales”, advirtió María, una anciana que registra las manifestaciones con su tableta.

Y preparados para que regrese el gas y las balas de goma, muchachos siguen llegando a las manifestaciones con escudos, palos de hockey, máscaras de gas.

“Hay que estar listo”, dijo un joven que llevaba al hombro un soplador como un fusil. “Listo para resistir”.

Texto: Redacción, con información de Agencias / Foto: DPA

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