Los Messi, los Suárez, los Piqué, los Alba o los Vidal pasan inadvertidos en el manicomio de Anfield. Los culé vuelven a defraudar. Los británicos, muy superiores aunque, durante la semana, nadie les daba una oportunidad.
Liverpool, Inglaterra, 7 de mayo de 2019. Diezmado por algunas ausencias fundamentales, Liverpool hizo hoy martes en su casa el milagro: ganó a Barcelona para convertirse en el primer finalista de la Champions League.
Sin hombres claves como Firmino ni Salah, los de Jürgen Klopp hicieron una verdadera declaración de intenciones con el acoso al que sometieron a los azulgranas desde el inicio, que se tradujo en el tanto de Origi a los siete minutos.
Escribir cuatro a cero no hace justicia al encuentro que jugaron los británicos. La palabra debía ser algo así como increíble o… ese es el Liverpool de la historia. Y ese, el de enfrente, fue el Barcelona de la temporada, un equipo de regular a flojito y apagado, desconcertado y borrado de la cancha.
Los Messi, los Suárez, los Piqué, los Alba o los Vidal pasaron inadvertidos en el manicomio de Anfield. Los culé volvieron a defraudar. Los ingleses fueron superiores aunque, durante la semana, nadie les daba una oportunidad.
El milagro y el inicio de la locura
El Liverpool goleó 4-0 al Barcelona, para dejar el marcador global 4-3, y avanzó a la Final de la Champions League, donde esperará al vencedor del Ajax-Tottenham.
Sin sus figuras Mohamed Salah y Roberto Firmino, los Reds hicieron una gran segunda mitad y buscarán el título el 1 de junio en el Wanda Metropolitano.
El Liverpool se fue al frente en el marcador apenas al minuto 6, cuando Divock Origi aprovechó un rechace de Marc-André ter Stegen tras un tiro de Jordan Henderson en una jugada donde Jordi Alba como Gerard Piqué cometieron errores.
Todo Anfield reventó de emoción tras el gol del delantero belga, aunque en el resto del primer tiempo pocas aproximaciones tuvieron en el área rival.
La jugada maestra de Jürgen Klopp la hizo al comienzo del segundo tiempo, cuando sacó a Andrew Robertson y metió a Georginio Wijnaldum, autor de los dos siguientes goles.
El primero fue al 54′ cuando llegó de frente al corazón del área para rematar un centro desde la izquierda; el disparo agarró a contra cuerpo a Ter Stegen, quien alcanzó a tocar el balón pero se le escurrió a la portería.
Los aficionados de los Reds todavía no acababan de festejar el segundo cuando explotaron de alegría un par de minutos después, cuando el mediocampista holandés cabeceó un centro de Xherdan Shaqiri para batir nuevamente al portero culé.
El Barcelona trató de ajustar, pero el Liverpool ya sabía el camino para lograr la hazaña.
Al minuto 79 Trent Alexander-Arnold se avivó a cobrar un tiro de esquina y en el área Origi remató sin marca para mandar la pelota a guardar, para euforia de todo el estadio.
Los Reds jugarán su novena Final en la Champions League, torneo que no gana desde el Milagro de Estambul en 2005.
El Barcelona fue eliminado nuevamente con una remontada, pues el año pasado tenía el marcador a su favor 4-1 y terminó perdiendo 3-0 en la vuelta con la Roma.
Texto: Redacción / Europa Press / Agencia Reforma
Fotos: Twitter @LFC
