Acapulco, Guerrero, 18 de febrero de 2018. El arzobispo de Acapulco, Leopoldo González González, consideró que los que mataron a los sacerdotes Germaín Muñiz García e Iván Añorve Jaimes, en Taxco, no supieron a quiénes asesinaron.
“Por los testimonios de las personas que acompañaban a los padres pienso que quienes los mataron no supieron a quiénes asesinaron, esto nos hace sentir muy vivo que cada homicidio destruye a alguien único e insustituible”, expresó en la conferencia dominical.
El arzobispo llamó a la conversión de quienes perpetraron los crímenes contra los sacerdotes y nuevamente a los que siembran sufrimiento y muerte en la ciudad y en el estado.
Expresó la necesidad de que sea conocida la verdad de los hechos y se actúe en justicia: “no sólo porque la impunidad es abono del crimen y del delito sino porque quien ha cometido un crimen o delito necesita ser ayudado para no continuar haciendo daño”.
Convocó a las autoridades que tienen a su cargo el bien común de la población a proteger a la comunidad, y dijo que para lograr la justicia social es necesario fortalecer el Estado y lograr la participación de la sociedad.
González González llamó a no perder la esperanza por difícil y dolorosa que sea la situación porque “la violencia no se destruye con más violencia” y que la iniquidad es la base de ésta.
A pregunta de reporteros sobre la reunión que sostuvo con el gobernador Héctor Astudillo Flores y el obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel, el arzobispo dijo, sin dar más detalles, que se centraron en el caso de los sacerdotes.
En su comunicado también envió un mensaje de apoyo a los afectados por el sismo de 7.2 grados registrado la tarde del viernes.
Texto y foto: Mariana Labastida
