Muchos de los visitantes no se percatan de que están infectados y transmiten la enfermedad a los locales y éstos, a su vez, extienden el virus a la población, alerta el investigador de la UNAM y titular de la Comisión Universitaria para la Atención de la Emergencia Coronavirus, Samuel Ponce de León
Chilpancingo, Guerrero, 21 de enero de 2022. Aunque con síntomas menos graves en la mayoría de los contagiados, la variante Ómicron causante de la cuarta ola de contagios del Covid-19, provocará en las próximas semanas un aumento en las hospitalizaciones y una “gran presión asistencial” y se espera un aumento en el número de muertes, anunció ayer en entrevista para El Sur, el titular de la Comisión Universitaria para la Atención de la Emergencia Coronavirus, Samuel Ponce de León.
El investigador de la UNAM declaró que en medio de ésta nueva ola de contagios, en estados como Guerrero aumenta el riesgo porque tiene centros de entrada de turistas y muchos no se percatan de que están infectados y transmiten la enfermedad a los locales y éstos, a su vez, extienden el virus a la población.
En declaraciones por teléfono, el experto dijo que aún no se conoce cuáles serán las secuelas que dejará en el organismo de los infectados esta nueva variante, pues apenas se conoció a partir del 25 de noviembre.
Recomendó que lo mejor es decirle a la gente que sigan con las medidas de prevención establecidas por las autoridades porque aun cuando se hayan aplicado el esquema completo de vacunas y el refuerzo, se pueden volver a contagiar con esta variante, aunque aclaró, hay una diferencia entre vacunados y no vacunados; “la gran mayoría de los vacunados que se infectan con esta variante tienen una evolución no grave”, atajó.
Ponce de León, explicó que Ómicron es una variación del virus SARS-CoV-2, pero que ha cambiado y aumentado sus capacidades de transmisión; “se contagia más fácilmente, ocasiona un mayor número de casos y, además, se escapa de las defensas que se han venido formando con las vacunas y con las infecciones previas”.
Dijo que esto es parte de la evolución natural de un virus que de repente adquiere este tipo de características que se ha visto también con el virus de la influenza, “no es sorprendente”. Aclaró que tiene consecuencias importantes como se está viendo con la extensión de la transmisión a lo largo de todo el planeta.
Pero atajó: “No se debe tener más miedo, aunque habría que mantener las precauciones que conocemos para evitar sus contagios, por fortuna los cambios que ha sufrido hacen que sea una variante que causa cuadros en general menos grave que la variante Delta o las anteriores.
A pesar de ello, advirtió que “es tan grande el número de casos que seguramente los hospitales de todo el país van a tener una gran presión asistencial y vamos a observar un incremento del número de muertes”.
A pregunta expresa, reconoció que aún no se sabe cuáles serán las secuelas que dejará en el organismo de los infectados esta variante, pues apenas se conoce a partir del 25 de noviembre.
“Llevamos dos meses de estar en contacto con su evolución. Ya circuló por todo el mundo, pero no sabemos si las consecuencias, a corto, mediano y largo plazo van a ser similares a las de las variantes previas como Alfa con la que sí sabemos que una proporción de la población puede tener algo denominado Covid largo, es decir, que se prolongan las molestias o que al cabo de algunas semanas reaparecen algunas molestias generalmente de fatiga o dolor de cabeza”.
Sugirió que lo recomendable es decirle a la gente que aun cuando se hayan aplicado el esquema completo de las vacunas y el refuerzo, se pueden volver a contagiar con esta variante, “aunque claramente, hay una diferencia entre vacunados y no vacunados”, admitió.
Dijo que los vacunados que se infectan con esta variante la gran mayoría tienen una evolución no grave, en cambio, los no vacunados pueden tener complicaciones con más frecuencia.
El experto declaró que la vía de contagio es la misma que las demás variantes; básicamente a partir de secreciones respiratorias, gotas que salen al hablar, estornudar o cantar y forman aerosoles, que son nubes de gotitas que quedan permanentes durante algunas horas en algunos ambientes que no están ventilados.
Samuel Ponce de León puso como ejemplos una iglesia, una escuela, una casa donde se juntan muchos familiares o una tienda donde estas nubes de aerosol pueden contagiar a través de las partículas virales que llegan a otras personas.
Por ello informó que las medidas de prevención son las mismas que las anteriores variantes y puso énfasis en el uso correcto del cubrebocas, utilizándolo por arriba de la nariz y abajo del mentón, además de que adhiera bien a la piel de la cara y bien fijo.
También recomendó respetar la distancia, la ventilación de los ambientes, evitar las congregaciones y no hablar de cerca con otras personas.
Explicó que a diferencia de las anteriores variantes, con la de Ómicron no se requiere de tener una prueba para quedarse en casa, si se tienen los síntomas, puesto que el 99 por ciento de cada 100 casos con molestias de garganta, tos, malestar, dolor de cabeza, son de Covid.
Riesgos para Guerrero
El investigador platicó que hay la esperanza de que esta cuarta ola de contagios provocada por la variante Ómicron, curse más rápido que las anteriores y dijo que creé que en unas tres semanas irá disminuyendo. “Yo creo que en unas tres semanas habrá una disminución paulatina, no rápidamente, pero si será un poco más breve que las otras anteriores”.
Ponce de León declaró que en estados como Guerrero hay más riesgos del aceleramiento de los contagios porque tiene centros de entrada de turistas y muchos de ellos no se percatan de que están infectados y transmiten la infección a los locales extiéndase rápidamente al resto de la población.
“La única manera de contener esto es realmente manteniendo las recomendaciones que acabamos de puntualizar; cubrebocas, higiene, la distancia, la ventilación, mantenerse confinados si uno tiene molestias.
Sin embargo, el investigador recomendó que “irremediablemente” se deben seguir haciendo todas las actividades “porque entramos a una fase donde tenemos que aceptar que vamos a estar durante mucho tiempo a partir de ahora en esta coexistencia con el virus y tenemos que aprender a vivir ante el riesgo de su presencia”.
Pero recomendó que algo que debieran hacer más “enfáticamente” las autoridades es el mensaje a la población de que estamos inmersos en una ola de transmisión sumamente intensa”.
“Desde luego se busca que no haya alarma en la población porque no hay justificación para eso, pero hay que mantener las precauciones que conocemos y entiendo que eso es lo que ha tratado de hacer la autoridad de salud”.
El investigador aclaró que sobrellevar la pandemia es una corresponsabilidad de las autoridades y la población; “la gente no termina de entender que también es su responsabilidad, cada uno tiene que llevar a cabo las medidas de precaución, todos tenemos que participar en esto. No es sólo la autoridad la que tiene que dar un mensaje claro”.
Para el investigador, la vacunación se ha mantenido en un ritmo alto, “aunque nos gustaría tener un proceso de vacunación más amplio, que incluyera, incluso, a más jóvenes, pero el programa yo diría es satisfactorio hasta este momento, tenemos un gran número de personas vacunadas y esto considero que irá aumentando”.
Texto: Zacarías Cervantes / Foto: Jesús Trigo
