La sobrepoblación, la presencia de actividades ilícitas y los cobros a reclusos, entre las razones. Sólo las cárceles de Tamaulipas están en peores condiciones que las de la entidad.
Acapulco, Guerrero, 9 de noviembre de 2019. Guerrero es el segundo estado peor evaluado por las condiciones de estancia e internamiento de sus cárceles, señaló la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).
La sobrepoblación y la presencia de actividades ilícitas y cobros son algunas de las razones por las que obtiene 5.92 de calificación en promedio, indica el Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria (DNSP) 2019 que presentó el organismo público este jueves y que se puede encontrar en su página web.
El Centro de Reinserción Social (Cereso) de Zihuatanejo tuvo el peor resultado en la entidad con 5.02 y el mejor es el de Taxco con 6.86.
La CNDH también visitó los penales de Acapulco, Chilpancingo, Iguala, Tecpan y La Unión para revisar la capacidad de alojamiento, los servicios de salud, las condiciones materiales de las instalaciones, alimento, las condiciones de gobernabilidad, la reinserción social del interno y requerimientos específicos a mujeres, adultos mayores, personas con VIH.
La calificación promedio de los siete penales del estado es de 5.92, sólo por encima de Tamaulipas con 5.38. El promedio nacional es de 6.75.
El resultado de este año es igual al de 2012 y es el mejor en los nueve años de este diagnóstico, de acuerdo con el cuadro comparativo.
En 2011 el estado tuvo de calificación 5.13, en 2013 bajó a 4.80, el siguiente año subió a 5.01, en 2015 fue 4.99, en 2016 disminuyó a 4.39, para el siguiente cayó aún más al tener 4.22, el peor resultado hasta ahora, y en 2018 la calificación fue de 5.17, la cuarta cifra más baja en el país.
El Cereso de Acapulco tuvo una calificación de 6.04 porque tiene una sobrepoblación de hombres, con mil 584 reclusos cuando sólo se tiene capacidad para mil 537.
También tiene deficiencias en su centro de salud, la alimentación, la atención a adultos mayores y el número de personal de seguridad y custodia, además de que hay presencia de actividades ilícitas y cobros.
El 25 de febrero pasado policías estatales con equipo antimotines replegaron y se enfrentaron a pedradas con unos doscientos comerciantes y familiares de reos del penal ubicado en la colonia Libertadores, en las inmediaciones de Las Cruces que protestaron para denunciar que hay extorsiones dentro de las instalaciones.
“Exigimos al gobierno federal que tome cartas en este asunto urgentemente de nuestros familiares, están pidiendo 100 mil pesos”; “Investigue gobierno federal los muertos que según son de paro cardiacos adentro de la cárcel”; “Hagan algo director del centro penitenciario, están exigiendo dinero”, se leía en algunas pancartas de los manifestantes.
El penal de Chilpancingo tuvo una calificación de 6.42 por el hacinamiento de 838 presos que conviven en un espacio apto para 516.
Presenta “condiciones de autogobierno/cogobierno”, malas o inexistentes condiciones materiales e higiene, al igual que los servicios de salud.
El Cereso de Iguala obtuvo 6.20 por una “deficiente separación de hombres y mujeres”, de condiciones materiales en las áreas de salud y comida.
Tampoco tiene el personal de seguridad suficiente y hay presencia de autogobierno, actividades ilícitas y cobros.
El Sur publicó el 23 de septiembre pasado que dos días antes efectivos de la Guardia Nacional y policías estatales con equipo antimotines realizaron un cateo en este penal encontraron armas blancas, televisiones, bocinas, celulares, videojuegos, básculas, memorias USB y droga.
El penal de Zihuatanejo tuvo la peor calificación en Guerrero con 5.02 al tener capacidad sólo para 56 varones pero están encerrados 109, además de no contar con normatividad que rija al centro.
Presenta deficiencias en los servicios de salud, en la separación entre procesados y sentenciados, y de actividades laborales y de capacitación.
Le sigue la cárcel de Tecpan con 5.14 de resultado al observarse sobrepoblación de 72 hombres y cinco mujeres.
Tiene deficiencias “en el procedimiento para la imposición de las disciplinarias”, en los servicios de salud y alimentación.
La cárcel de Taxco tuvo el mejor resultado estatal al alcanzar el 6.86. Sin embargo, la CNDH registró sobrepoblación de 30 hombres y una insuficiencia de personal de custodia.
El reclusorio de La Unión obtuvo 5.78 por ineficientes o inexistentes condiciones materiales e higiene del área médica, en la cocina.
También muestra insuficiencia de personal de custodia, además de actividades laborales, educativas y deportivas.
El DNSP 2019 incluyó 203 instituciones penitencias de las 309 existentes en todo México hasta enero pasado, incluyendo los Centro Federal de Readaptación Social (Ceferesos) y prisiones militares.
La CNDH detalla que el 72.68 por ciento de los centros estatales tienen deficiencia de personal, en el 40.44 hay presencia de actividades ilícitas, el 39.89 con cobros y el 33.33 con condiciones de autogobierno.
Asimismo, el 33.33 por ciento presenta sobrepoblación y el 26.78 tiene carencias en alimentación.
Texto: Ramón Gracida Gómez / Foto: Alejandro Guerrero-Archivo
