Los posibles escenarios de una semana decisiva en Cataluña

La intervención inédita del Estado central en una región tiene un alto costo de imagen -motivo por el que Rajoy intentó evitarla hasta último momento- y fue presentada...

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24 octubre,2017 8:45 am
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Barcelona/Madrid (España), 24 de octubre 2017.- Declaración unilateral de independencia e intervención del Gobierno central en la autonomía de Cataluña: España se prepara para dos posibles terremotos políticos el jueves y viernes tras meses de crisis secesionista en la región. Seis claves para entender los nuevos escenarios que abrirá esta semana:

¿Qué pasará el jueves en el Parlamento catalán?

La cámara celebrará un pleno extraordinario en principio para analizar una respuesta a la intervención anunciada por Madrid en Cataluña. La reunión, sin embargo, podría servir para declarar la independencia unilateral y proclamar una nueva “república catalana”, como piden los partidos que apoyan al “Govern” de Carles Puigdemont.

La sesión puede servir también para convocar elecciones autonómicas, tal vez con carácter “constituyente”. El “Parlament” quiere además estudiar acciones legales contra la intervención de la autonomía regional por parte del Estado, vista por el independentismo como un “ataque” a la democracia.

¿Qué consecuencias tendría la declaración de independencia?

Su efecto práctico sería limitado: el Gobierno de Mariano Rajoy recurriría la declaración ante el Tribunal Constitucional, que la suspendería, y se limitaría a seguir adelante con la intervención de la autonomía de Cataluña que el Senado en Madrid aprobará el viernes.

La declaración unilateral de independencia puede en cambio salir cara a Puigdemont, que afrontaría en ese caso una querella por rebelión, delito castigado con hasta 30 años de prisión.
Así lo adelantó el fiscal general del Estado, José Manuel Maza, según el cual Puigdemont puede incluso ser detenido por “un acto de una gravedad importante”.

¿Queda aún margen para una salida negociada a la crisis?

El margen es mínimo. El Gobierno de Rajoy insistió las últimas semanas en que paralizaría su intervención en Cataluña si Puigdemont convocaba elecciones. Esto puede ocurrir también en el pleno del jueves, pero si es junto con la declaración de independencia se cerraría de un portazo cualquier negociación.

Además, el ministro de Justicia español, Rafael Catalá, aclaró hoy que “el asunto va mucho más allá” de elecciones y sostuvo que la única salida pasa por que el “Govern” explique que no declaró la independencia y se comprometa a cumplir la ley. Un paso con el que Puigdemont irritaría a socios y votantes y que parece improbable.

Puigdemont quiere acudir también al Senado español para presentar alegaciones contra la intervención de su región, una posibilidad prevista en la Constitución. La comparecencia no tiene aún fecha -el Senado lo invitó el jueves o el viernes- y no se espera que aporte ninguna rectificación ni giro en la situación.

¿En qué consistirá la intervención de la autonomía de Cataluña?

El artículo 155 de la Constitución, nunca aplicado hasta ahora en 40 años de democracia en España, permite al Estado adoptar “las medidas necesarias” para forzar a una región a cumplir la ley. El Gobierno de Rajoy anunció el sábado que lo usará para remover a Puigdemont y su Gobierno y convocar elecciones autonómicas en un plazo de seis meses.

También se espera que limite las competencias del “Parlament”, intervenga las cuentas de la región, la Policía regional (Mossos d’Esquadra), oficinas de representación extranjera de Cataluña e incluso el canal autonómico TV3, entre otras medidas. La intervención comenzará el mismo sábado de forma gradual y por tiempo limitado.

¿Qué consecuencias concretas tendrá en Cataluña… y en Madrid?

La intervención inédita del Estado central en una región tiene un alto costo de imagen -motivo por el que Rajoy intentó evitarla hasta último momento- y fue presentada por el independentismo en Cataluña como un agravio y una “humillación”.

La aplicación del 155 promete así ser conflictiva y ser recibida con protestas en las calles y resistencia social y política, con el consecuente riesgo de incidentes y actuaciones policiales.

La Candidatura de Unidad Popular (CUP), el partido antisistema que apoya al Gobierno de Puigdemont, llamó ya a una “lucha no violenta” y a la “desobediencia civil masiva”. Diversos sectores convocaron también protestas y huelgas. El “Govern” aseguró además que sus funcionarios se negarán a obedecer “órdenes de Madrid”.

¿Será Cataluña independiente?

No a medio plazo. Sin tomar en cuenta la intervención de Madrid que desbaratará desde el sábado el plan secesionista, un nuevo país requeriría reconocimiento internacional y que España retirara su presencia en la región (jueces, policía, Ejército, funcionarios, etc.): dos condiciones que hoy nadie se plantea.

Incluso sin esos obstáculos decisivos, un nuevo país no puede crearse de la noche a la mañana. La lista de tareas es más que larga: la nueva república tendría que crear su propia moneda o imprimir millones de pasaportes. Cataluña carece también de Ejército y solo cuenta con una Policía autonómica, entre otros desafíos pendientes. La reciente fuga de más de mil empresas de la región muestra también los problemas económicos que tendría el nuevo país.

Texto de DPA/ foto de

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