Manuel Álvarez Bravo y su fotografía a color

Ciudad de México, 19 de octubre de 2017. La obra de quien es considerado el más grande referente de la fotografía mexicana del siglo 20, Manuel Álvarez Bravo, se asocia siempre al blanco y negro, con imágenes icónicas grabadas ya en la memoria colectiva. Pero el artista no fue ajeno al color.

A 15 años de su muerte, ocurrida el 19 de octubre de 2002, su trabajo policromático ha despertado el interés de museos y publicaciones alrededor del mundo, comenta en entrevista Aurelia Álvarez Urbajtel, directora de la Asociación y Archivo que lleva el nombre de su padre.

“Se expusieron algunas impresiones de color en la exposición que se presentó en el Jeu de Paume de París, la Fundación Mapfre de Madrid y el Museo Amparo de Puebla”, enumera. “A partir de ahí otros museos han pedido esas imágenes para exposiciones colectivas, como el MUAC”.

El trabajo a color de Álvarez Bravo, en actual catalogación por la Fundación, suma, si acaso, el cinco por ciento del total de su producción.

“Trabajó el color más o menos durante los años 50, 60 y, quizás, 70. Mucho de ese material es del periodo en el que trabajó para el Fondo Editorial de la Plástica Mexicana, que fundó con Rafael Carrillo, Carlos Pellicer y Leopoldo Méndez hacia 1959”, cuenta la hija del fotógrafo.

Estos trabajos los publicó en los libros Lo efímero y eterno del arte popular mexicano, Flor y canto del arte prehispánico y Pintura mural de la Revolución Mexicana, además de otros volúmenes dedicados a Diego Rivera o José María Velasco.

Aun en color fue asiduo a los temas presentes en sus imágenes blanco y negro: los paisajes, como el antiguo pedregal de San Francisco, en Coyoacán, y escenas callejeras, así como una serie de viaje a Holanda y otros temas que Álvarez Urbajtel aún no logra clasificar.

También trabajó en color una serie de Polaroids.

“Hay una foto emblemática titulada El color, en la que un muchacho está barriendo (una acera), y que evoca que el color sale de sus intereses inmediatos”, ejemplifica Álvarez Urbajtel.

Sin embargo, lo suyo siempre fue el blanco y negro.

Álvarez Urbajtel trae incluso a la memoria un fragmento del poema que Octavio Paz le dedicó a su padre: “La realidad es más real en blanco y negro”.

Pero la atención de la Asociación Manuel Álvarez Bravo, que desde 2005 trabaja en el cuidado y difusión de la obra del fotógrafo, es hacia todos los materiales. La prioridad, señala su directora, es la conservación de las imágenes y negativos. Actualmente, los de nitrato de celulosa y los de color son los más delicados; tras décadas de resguardo, ya han sufrido alteraciones.

Y trabajan también en la catalogación general a partir de proyectos como Se busca. Retratos inéditos de Manuel Álvarez Bravo, que, a través de un fondeo colectivo, busca difundir materiales para identificar personajes anónimos que retrató.

Nota: Lourdes Zambrano- Reforma/ Foto: oscarenfotos.com (Galería Manuel Álvarez Bravo)/ /nicklloyd.wordpress.com (Manuel Álvarez Bravo).