En manifestaciones en las tres ciudades, integrantes de la Red de Mujeres Feministas de Guerrero, exigen justicia para los crímenes contra las mujeres.
Acapulco / Chilpancingo / Iguala, Guerrero, 2 de noviembre de 2018. Integrantes de la Red de Mujeres Feministas de Guerrero marcharon en procesiones disfrazadas de catrinas en Acapulco, Chilpancingo e Iguala de forma simultánea, para demandar justicia a 203 presumibles feminicidios ocurridos de enero a la fecha, documentados por las organizaciones a partir de las publicaciones en la prensa.
Según los datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) de la Secretaría de Gobernación (Segob), hasta septiembre en Guerrero han sido asesinadas 213 mujeres, de las cuales 170 delitos fueron clasificados como homicidios dolosos y 43 como presuntos feminicidios.
En la capital del estado cerca de cien manifestantes, principalmente mujeres y algunos niños caracterizados como catrinas -figura emblemática del día de muertos-, marcharon con velas encendidas y cruces rosas con los nombres de las víctimas de la violencia feminicida de este año.
A las 6:30 de la tarde con la noche encima avanzaron de la glorieta Unidos por Guerrero al Zócalo de la ciudad, con la intención de generar conciencia sobre este problema en México y Guerrero.
En el mitin del Zócalo la presidenta de la Asociación Guerrerense contra la Violencia hacia las Mujeres, Marina Reyna Aguilar señaló que según el estudio La Violencia feminicida en México, Aproximaciones y Tendencias 1985-2016, elaborado por la Secretaría de Gobernación, el Instituto Nacional de las Mujeres y la ONU Mujeres, en Guerrero se han registrado 3 mil 668 asesinatos cometidos contra mujeres sólo en 2018, y las organizaciones han documentado 203 asesinatos de mujeres.
Denunció que pese a que en Guerrero se decretó la Alerta de Violencia de Género, el 22 de junio de 2017 los gobiernos del estado y municipales no han asumido su responsabilidad política para garantizar la vida de las mujeres, al contrario, aseguró que cada día la violencia feminicida se incrementa.
“Los mandatos patriarcales le han arrancado la vida a miles de mujeres y niñas en diferentes regiones del estado de Guerrero, como un fantasma recorre nuestras tierras surianas, atacando a las mujeres y a las niñas de todas las edades, de todas las clases sociales, de todos los orígenes, rurales, urbanos, campesinas e indígenas”.
En Acapulco
En Acapulco el contingente marchó del Asta Bandera a la glorieta de La Diana Cazadora en Acapulco para exigir que se detengan los feminicidios, que se reduzca de 72 a 24 horas la instauración de una alerta por desaparición y que las autoridades de los tres órdenes de gobierno den resultados por los 202 feminicidios ocurridos en Guerrero, de los cuales 106 ocurrieron en Acapulco, pues estimaron que sólo el uno por ciento ha tenido avance en las investigaciones.
Marcharon unos 100 ciudadanos, la mayoría mujeres caracterizadas como catrinas, los participantes mostraban pancartas en las que se leían las siguientes leyendas: Pena de muerte a feminicidas, Ni una más, No quiero que me cuides, quiero que me respetes, Sanción por no buscar en las primeras 24 horas, No somos todas, nos faltan 202 #Justicia, Beber no es delito, violar sí, Somos el grito de las que ya no tienen voz, No fue crimen pasional, fue un macho patriarcal, entre otras.
Hubo mujeres que exhibían cruces violetas con los nombres de mujeres asesinadas en Guerrero y cuyos crímenes no han sido esclarecidos. El contingente fue delimitado por una larga tela roja como símbolo de la sangre de quienes han muerto víctimas de feminicidas.
También portaban flores de cempasúchil y terciopelo, cirios y veladoras que fueron encendidas alrededor de la glorieta de La Diana Cazadora, en donde depositaron una cruz rosa como símbolo de los feminicidios. Las flores fueron colocadas en torno a la glorieta como un homenaje a las asesinadas y las velas y cirios encendidos.
Encabezaron la marcha vespertina familiares de las víctimas, quienes portaban fotografías de sus familiares, así como carteles impresos en lonas con las fotografías de jóvenes mujeres desaparecidas.
Entre las consignas que las asistentes coreaban se escuchó, “Alto a la impunidad, ni una asesinada más”, “señor, señora, no sea indiferente, se mata a las mujeres en la cara de la gente”, “mujer escucha, únete a la lucha”, “no fue crimen pasional, fue un macho patriarcal”, “jueces y fiscales también son los culpables”.
La familiar de una mujer asesinada dijo que su familia no buscará venganza, no obstante exige justicia a las autoridades.
En un pronunciamiento al final de la marcha señalaron que a las mujeres se les ha arrebatado el derecho a la salud, a la justicia, son víctimas de la violencia más extrema que es la feminicida incluso dentro de sus casas.
Acusaron que los derechos humanos “son una utopía”, pues las autoridades encargadas de brindar seguridad carecen de protocolos reales que garanticen la vida.
Dijeron que hay revictimización en cada mujer que intenta denunciar el crimen del que fue víctima, hay vejación, burla e incapacidad para responder a las demandas.
Exigieron la aplicación real de la alerta de género, que las mujeres dejen de ser revictimizadas y acusadas, que los gobiernos atiendan a los hijos de las víctimas, pues las mujeres más pobres son las más vulnerables.
Sugirieron que el 3 de noviembre sea instaurado como el Día de la mujer desaparecida.
Entre las asistentes se observó a la titular del Instituto Municipal de la Mujer (Inmujer), Laura Gómez Flores, la fundadora del Observatorio de Violencia Contra la Mujer, la investigadora de la Universidad Autónoma de Guerrero Rosa Icela Ojeda Rivera, y la ex secretaria de la Mujer de Guerrero, Rosa María Gómez Saavedra.
En Iguala la protesta con unos 50 activistas partió del monumento a La Patria Trigarante, recorrió la avenida Bandera Nacional al monumento a la Independencia en el centro de la ciudad, donde realizaron un mitin y se leyó un pronunciamiento.
Todas las participantes iban con ropa negra, en señal de luto por las mujeres asesinadas y gran parte iban disfrazadas de catrinas como establecía la convocatoria de la marcha contra la violencia feminicida.
La ex sindica del PRI en el gobierno saliente de Herón Delgado, Leticia Márquez Ocampo leyó el pronunciamiento en el que se exigió a los gobiernos estatal y a los municipales que se dé cumplimiento al artículo primero de la Constitución, para que prevengan, investiguen, sancionen y reparen las violaciones a los derechos humanos que han sufrido miles de mujeres y niñas en nuestra entidad.
Se quejó de que pese a que en Guerrero desde el 22 de junio de 2017 se decretó la Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres, “el gobierno del estado y los gobiernos municipales no han asumido su responsabilidad política para garantizar la vida de las mujeres, todo lo contrario, cada día observamos el incremento de la violencia feminicida, causada por los mandatos patriarcales que le han arrancado la vida a miles de mujeres y niñas en diferentes regiones de la entidad, sin importar clases sociales y orígenes”.
Destacó que con manifestaciones como la de ayer buscan generar conciencia sobre los feminicidios que persisten en el país y en nuestro estado.
Dijo que sólo de enero a octubre de este año, llevan un registro de 202 homicidios dolosos contra mujeres con presunción de feminicidio.
Leticia Márquez manifestó que se requieren acciones gubernamentales que pongan en el centro la prevención y atender las causas fundamentales que originan la violencia feminicida, las cuales se encuentran arraigadas en el contexto de la discriminación y subordinación sistemática contra las mujeres y las niñas.
“Las estrategias deben apuntar a la erradicación de la cultura patriarcal, las conductas discriminatorias y los estereotipos de género”, agregó.
Texto: Karla Galarce Sosa, Lourdes Chávez, Alejandro Guerrero / Foto: Jesús Trigo