Durante la movilización, en la que participan comerciantes y vecinos, exigen que el ex alcalde acusado del crimen del diputado Moisés Villanueva y su chofer, sea regresado al penal regional, luego de ser trasladado al de Acapulco
Texto y foto: Carmen González Benicio
Tlapa, Guerrero. Familiares del ex alcalde de Tlapa, Willy Reyes Ramos, acompañados por comerciantes, maestros y vecinos, marcharon en esta ciudad para exigir que sea trasladado al penal de Tlapa y liberado, porque aseguran que es inocente.
La marcha anunciada el pasado lunes fue luego de que le dictaran auto de formal prisión por su presunta participación como autor intelectual en el asesinato del diputado federal Moisés Villanueva de la Luz y su chofer Erick Estrada Vázquez, ocurridos en septiembre de 2011.
La marcha salió de la casa paterna ubicada en la calle Guerrero en el Centro y recorrió las principales calles de la ciudad, donde exigieron al juez que tomara en cuenta las pruebas aportadas, que de acuerdo a la familia, acreditan la inocencia de Reyes Ramos, quien fue inculpado por los presuntos autores materiales del homicidio.
Reyes Ramos fue “sustraído de manera ilegal” el pasado martes del penal de Atlamajac en Tlapa, según declaró su padre Cornelio Reyes, horas después de enterarse por terceros que se lo habían llevado en un helicóptero sin saber a dónde.
Ante los señalamientos al gobernador Héctor Astudillo por parte de la familia, el gobierno del estado emitió un boletín que informó que había sido trasladado al penal de Las Cruces en Acapulco por cuestiones de seguridad.
Ante este hecho ayer se sumó a la marcha la exigencia de que lo regresen a Tlapa, “a su casa donde está seguro, porque yo lo entregué en Huamuxtitlán”, dijo su padre en el breve mitin que se hizo en el monumento a Emiliano Zapata, donde se decidió no llegar a las instalaciones del palacio judicial, donde están el Cereso y los juzgados.
Ahí su padre mencionó que hubo mano negra para culparlo y que si se decía que el derecho es derecho para él era chueco, y agradeció el apoyo a Willy Reyes, a quien consideró un chivo expiatorio y llamó a no permitir más injusticias como ocurren en el país y en el estado.
Dijo que lo juzgaran a él por su hijo porque él lo había formado, lo hizo hombre y él lo entregó y no se arrepentía porque era el momento que enfrentara los señalamientos infundados.
Exigió congruencia a la justicia y veracidad a los medios de comunicación y que no metan las manos gentes ajenas: “Willy no vino a importunar a ningún aspirante en la política, venía a integrarse a su familia que tenía años de no verla”.
Pidió oraciones en caso de que no quepa la justicia, que no lo torturen o lo entreguen muerto, “a mi hijo lo quiero vivo y sano”.
Lamentó que la Secretaría de Seguridad respondiera que se lo llevaron por seguridad “porque aquí estaba seguro y lo que hicieron fue para amedrentarlo a él y a la gente que lo apoya; así no se callan las cosas, se callan haciendo justicia social, expedita, realizando investigación y valorando pruebas”.
Durante la marcha portaron lonas de apoyo y cartulinas que decían que “Willy es inocente”, y que lo devolvieran con vida, que aguantara y confiara en la justicia y pedían un alto a la tortura y que con esas prácticas no se hacía justicia.
Al paso de la marcha algunas familias de sus casas les daban su apoyo por lo que sus familiares dijeron que no era una marcha política sino de exigencia, de libertad y que el caso se haga conforme a derecho y lo enfrente en el penal de Tlapa.
La marcha concluyó tras una hora y media de recorrido nuevamente en la casa de sus padres, donde su esposa Mara Militsa Rivero Garnelo y su papá Cornelio Reyes agradecieron la presencia de los asistentes y les pidieron estar atentos a nuevos llamados porque no sería la primera marcha que harían para exigir la libertad de Reyes Ramos. Adelantaron que la próxima semana el despacho de abogados que lleva el caso hará una conferencia de prensa.
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