Las manifestantes pintan de rosa y morado los monumentos dedicados a los hombres y queman la bandera mexicana después de colocarle la leyenda “México feminicida”
Ciudad de México, 17 de agosto de 2020. Madres cuyas hijas fueron víctimas de feminicidio, mujeres que sufrieron violaciones siendo niñas o adultas, abusos sexuales en el hogar, en la escuela, en la calle o en cualquier ámbito, protestaron ayer para pedir justicia y un espacio seguro para ellas, en medio de la pandemia.
“Claro que tenemos miedo de contagiarnos, porque tenemos familia, pero es más el coraje, la rabia de ver cómo nos asesinan. Estamos hartas de que haya funcionarios pedófilos, eso me indigna y me da el coraje para salir a las calles”, expresó Estela, quien sufrió abuso sexual a los 13 años, un intento de violación por parte de su mejor amigo y una relación abusiva con su pareja.
Agregó que pese a la emergencia, la violencia no se detiene.
Alrededor de 130 mujeres llegaron al Ángel de la Independencia y al tiempo, mil 870 policías de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, que las acompañaron hasta el último minuto de sus más de cuatro horas de marcha.
En su trayecto, pintaron de rosa y morado los monumentos dedicados a los hombres, quemaron la bandera después de colocarle la leyenda “México feminicida”.
Al llegar al Monumento Cuauhtémoc derribaron las protecciones a su alrededor, ingresaron y lo pintaron, por lo que el grupo de mujeres policías las alejaron de la zona con apoyo de extintores, mientras que el grupo de feministas lanzó bombas molotov.
En tanto, el nuevo protocolo para la actuación policial en la prevención de violencias fue puesto a prueba ayer y busca evitar daños a manifestantes, a policías, a terceros y a la Ciudad.
Texto: Viridiana Martínez y Selene Velasco / Agencia Reforma / Foto: Agencia Reforma
