Sydney, Australia, 15 de diciembre de 2017. La Iglesia católica australiana se disculpó hoy después de que un informe oficial indicara que a lo largo de varias décadas decenas de miles de niños sufrieron abusos sexuales en instituciones religiosas y estatales, además de en asociaciones.
“En nombre de los obispos católicos y los líderes religiosos vuelvo a pedir las más sinceras disculpas a los afectados por este sufrimiento”, dijo el presidente de la conferencia episcopal, el arzobispo de Melbourne Denis Hart, hablando de un “pasado vergonzoso”.
Según las conclusiones de la comisión oficial encargada del informe, cerca de un tercio de los autores de los abusos eran clérigos y el siete por ciento de todos los sacerdotes entre 1960 y 2015 abusaron presuntamente de niños.
Hart prometió tomarse los resultados de la comisión “muy en serio”, pero rechazó las propuestas de relajar el celibato y el secreto de confesión. “El castigo para todo sacerdote que rompa el secreto de confesión es la excomunión”, señaló.
La comisión había realizado esta propuesta con el fin de que los sacerdotes pudieran denunciar los casos de abusos sexuales de los que se enteraran en el confesionario.
El arzobispo de Sydney, Anthony Fisher, dijo que el informe no “descansará en un cajón” y que está preparado para atajar los fracasos sistémicos que se esconden tras los abusos.
Fisher confesó estar conmocionado por el comportamiento pecaminoso y criminal de algunos miembros del clero y sentirse avergonzado por la respuesta de los líderes religiosos.
“Si queremos ser merecedores de la confianza de las personas, debemos demostrar que los derechos de los niños están a salvo, son escuchados y son siempre respetados”, indicó.
En total, la comisión propuso más de 400 modificaciones para que en el futuro haya menos víctimas de violencia sexual hacia niños, entre ellas el nombramiento de un ministro responsable de los asuntos de los menores y la creación de una autoridad nacional de protección infantil en Australia.
El primer ministro, Malcom Turnbull, designó un grupo de trabajo para que estudie la aplicación de las sugerencias. Turnbull habló de una “tragedia nacional”.
La comisión fue creada en 2012 por la primera ministra Julia Gillard después de que saliera a la luz una serie de graves casos de abusos. El número total de víctimas sigue sin conocerse, pero se estima que unas 60 mil podrían tener derecho a reclamar una indemnización.
“Decenas de miles de niños sufrieron abusos sexuales en muchas instituciones australianas. La cifra exacta no la conoceremos nunca”, destaca el informe.
Se estima que la investigación costó unos 500 millones de dólares australianos (unos 385 millones de dólares estadounidenses o más de 320 millones de euros).
