Me llaman la Tequilera/ 3

José Gómez Sandoval

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26 septiembre,2018 8:27 am
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Pozole Verde
 
José Gómez Sandoval
El ave canta aunque la rama cruja
Lucha recuperó la voz.
En 1929 inicia la Gran Depresión. Entran a escena El Gordo y El Flaco, las grandes orquestas norteamericanas y el ritmo sincopado de los músicos negros. México exporta el Jarabe Tapatío, fresco símbolo de la mexicanidad.
Recuperó la voz, y los cronistas destacan su nueva “voz de fuego”. Se me hizo –plantea ella– una voz bronca, fuerte. Y así se me hizo el carácter… Nunca me volvió a gustar mi voz, ni siquiera en los tiempos en los que el público más me consentía, me perseguía y pagaba sus buenos fajos de billetes por oírme… yo me había enamorado de mi voz aflautada. No sé ni cómo tuve fuerza para seguir adelante. O más bien sí, ya no quería volver a lloriquear como una vieja guanga cada vez que me venía un recuerdo triste… decidí que era mejor chillar con una canción, pero chillar de veras, desde el fondo de las entrañas, haciendo que todos sientan el dolor de uno… y de paso, el suyo propio
Aunque “no estaba el horno para bollos como para andarse riendo”, su nuevo repertorio incluye canciones chistosas, picaronas, de las de doble sentido, con las que se reía francamente, “con las se enfriaba la sangre caliente de las heridas”… Si tú tienes curvas / yo tengo un tobogán, / a ver si esa Cuquita / se quiere resbalar
La radio, los mariachis, la consolidación    
No le convenía seguir usando el nombre de Lucha Reyes, que tanto le había gustado, y vuelve a Luz, Luz Reyes, La voz. Es 1930, tiene 24 años cuando vuelve a escalar en el mundo de la farándula. Se presenta con Luz Gil, y poco después con su antigua amiga Nancy Torres, La Potranquita, que oye su voz más enérgica, lo que no considera un defecto, sino una virtud. Con Nancy viaja a Estados Unidos, pero la gira proyectada es interrumpida bruscamente porque el empresario que las llevó le “echa los perros” a Nancy. De regreso, formó dueto con Margarita del Río y luego con Luz Gil.
Cierta “luminosidad” entra al “intrincado laberinto interno” de Luz, quien –dice Alma Velasco– “se perfila para ser una de las artistas consentidas del corazón de la radio, donde la solicitan a morir”.
Y es, para entonces, la radio acapara la atención de la gente. “ya no se usan los receptores de galena ni los audífonos, tampoco se usan más las pianolas ni lo fonógrafos. Lo moderno ahora son los receptores de cuatro tubos, cuyo precio es aproximadamente de seiscientos pesos”. El radio se integra a la vida cotidiana, y tener un radio es signo de prosperidad. Compositores y cantantes se hacen famosos internacionalmente sólo por pertenecer al elenco de la XEW –lo que no cualquiera consigue. En un programa de septiembre se presentaron Juan Arvizu, Alfonso Ortiz Tirado, La Orquesta Típica de Miguel Lerdo de Tejada, Ana María Fernández, Néstor Mesta Chaires y Agustín Lara. Por ejemplo.
El impulso a la música mexicana es singular, y hace que los compositores compongan más y los cantantes amplíen su repertorio. “De ese prolífico repertorio, sólo un pequeño porcentaje entra a la producción de discos en acetato”. Paradójicamente, los grupos de mariachi, “que después son tan fundamentales en la curva musical, en este momento son sorpresivamente rechazados por la gente… por la indumentaria poco vistosa que usan o porque esos mariachis no cuentan aún con los instrumentos enérgicos que después los robustecen. Su dotación todavía es pequeña: apenas de dos violines, una vihuela chica, un guitarrón de golpe, arpa y tambora”. Sólo después incorporarán la trompeta y las guitarras, luego de haber eliminado la tambora y el arpa.
Con estos mariachis robustecidos, “de gran fuerza, es con los que se acompaña Lucha Reyes cuando se consolida como solista”.
Por cierto, el conflicto de Lucha por su nombre y apellido proviene de que no sabe a ciencia cierta quién es su padre, por más que trató de indagarlo. El Reyes lo tomó de uno de sus padres posibles, ya que tenía un medio hermano apellidado Reyes.
Ella festeja la regocijante potencia de la trompeta. Su teatralidad vocal encuentra ahí una base sólida… La fuerza de su temperamento queda apuntalada. Venga el mariachi. La colma de una felicidad musical que sólo los músicos saben que existe: el enamoramiento estético, íntimo, de plenitud”.
Tequila, de preferencia…
Sin embargo, a pesar de los contratos que consigue y de sus presentaciones en la radiodifusora, Lucha sigue teniendo “necesidades económicas”. Los empresarios pagan muy poco, y “tiene que aceptar invitaciones de todo tipo”, a veces en cabaretuchos de mala muerte, qué hacerle!, la exigencia profesional era menor, me podía relajar y darme el lujo de unos traguitos de más… de irme por ai de parranda con alguien… Sincerándome, sí llegaba a salir a escena llena de alcohol hasta las orejas… tequila, de preferencia
Rayos de Luz
En la novela de Alma Velasco, la voz de Lucha recuerda, replantea, sueña y divaga alrededor de su pasado dramático. Afiebrada, fantasea sobre el porvenir que no pudo tener, con el hombre al que amó, el hijo que perdió… y una casa, una casa con una huerta inmensa. Aunque tarde…, muchos años después, se haría de esa casa de ensueño, con hartos árboles frutales, con flores de olor y pasto fresco por el Camino de Contreras… Todavía mantiene la ilusión de encontrar un hombre, que, sin mentiras, quiere amarla”, y cree encontrarlo en José Gutiérrez, un “guitarrista de los buenos”, al que, de entrada, llama Pepe. Topóse con encontróse… como dicen los ocurrentes del Bajío cuando una se topa con uno que la anda buscando desde antes de conocerla… justito donde cae el rayo del amor puro
Lucha no deja de pelear con su voz, de acostumbrarse a ella, de tratar de saber qué canciones le acomodan mejor, cuando se junta sentimental y profesionalmente con José Gutiérrez: se presentan en dueto con el nombre de los Trovadores Tapatíos… y nos fue bien, muy bien… nuestras voces se acoplaban como el lucero de la noche y la luna
Su madre no ceja en maltratarla, pero en ocasiones se integra a la familia que conforman Lucha, Pepe, sus tíos, su primo Florentino y su prima Meche. Como éstos últimos son músicos, sus reuniones “hasta parecen conciertos”. De las pocas veces que Luz disfruta con su mamá.
En cartelera
En 1932 matan a Guty Cárdenas en una cantina. Al rato aparece Ignacio Villa, álias Bola de Nieve, cuya forma de cantar, “como si estuviera platicando”, fascina al público. La mencionada Potranquita aparece en las películas: Ciclón en Oklahoma y Serenata en Hollywood. Suenan mucho La mujer del puerto, que Manuel Esperón compuso para película del mismo nombre, y Alma mía, de María Greever. El dueto que forman Luz Reyes y José Gutiérrez, los Trovadores Tapatíos, aparece en carteleras de la capital y realiza giras por incontables ciudades del país. Una de ellas terminó con tres presentaciones en Guadalajara, que resonaron en todo el país.
Sus mejores años
Luz quiere un hijo, pero, por más que lo “convoca” con Pepe, no logra embarazarse. Meche es enfermera y Lucha le pide que la lleve al hospital donde trabaja con un especialista que la ayude con sus problemas de embarazo. Mientras tanto, la fama del dueto Trovadores Tapatíos sube como espuma. La Velasco dice que sus presentaciones eran anunciadas y reseñadas en todos los periódicos de la época, pero, de pronto, a lo largo de página y media, nos cuenta lo que ocurría en la escena nacional y lo que les pasaba a los Trovadores Tapatíos, algunos días de 1932 y de 1933. En síntesis, informa sobre la presentación de Luz y José, “los mejores intérpretes de la canción mexicana”, en el Frontón México, en el Teatro Ideal o en el Toreo, en el Grandioso Festival de Homenaje a la Canción Mexicana, donde alternaron con Agustín Lara, Miguel Lerdo de Tejada y su orquesta, Alfonso Esparza Oteo, Pedro Vargas y Juan Arvizu, entre otros.
El 12 de diciembre de 1932, “el Lírico será insuficiente para el público que asistirá hoy a la fiesta de Navidad; participará Agustín Lara con su cuadro lírico, incluyendo a José Gutiérrez y Luz Reyes, “los amos de la canción mexicana”. Éstos acompañarán a Lara días después, en el estreno –en el Esperanza Iris– de la revista Nuestro México. El 30 de marzo de 1933, en el Politeama, se presenta Así es México, revista en dos actos en la que participan la Orquesta de Jazz Pasquel y los Trovadores Tapatíos…, quienes (“ajonjolí de todos los moles”) hace unas horas participaron en la inauguración de los nuevos estudios de la radiodifusora XETR.
Esos sí fueron años intensos de trabajo. Me fui haciendo de un vestuario más bonito, para la escena y para las entrevistas y la vida social. Pepe no entendía por qué para mí eran tan importantes los trapos, ni los perfumes. Ya antes, cuando empezaron a vivir y cantar juntos, hubo entre ellos un escarceo de celos profesionales, del estilo de: eres, chingona, pero sin mí no vales nada… Ella gasta mucho en consultas médicas, y ya ni a Pepe le quería contar, nomás se me desesperaba. Escribe Alma: “Los enojos de ella iban cargados por su maternidad frustrada. Una cosa era sonreír y mostrar felicidad y amor en el escenario, y otra la vida privada. Los dos eran cada vez más divos y la propia luz afirmaba que ‘no faltaban las piedritas en las lentejas’”.
Un día reciben la petición de ir a cantar a la casa de alguien a quien Pepe considera un tal por cual. Luz decide ir, y en la discusión se alborotan tanto, que se separan.
Agradecimiento
El maestro Felipe Aburto me ha enviado una carta con motivo del Pozole Verde que dedicamos a los 60’, reinventando el pasado, de Haydeé Colmenares. En ella contribuye a la lista de los temas musicales dedicados a la amistad, sin que deje de revelar casos personales. Lo que sigue debería estar en el libro de Haydeé: “Los 60´, reinventando el pasado, me dejó enfrente de un carrusel de pensamientos. Uno de ellos fue que es verdad que el paso del tiempo realiza este proceso de pulirnos, de reflejarnos, transformándonos en seres más aptos para amar. De todas maneras, no podemos negar que en la infancia o durante la inmadurez de la juventud se cruzaron en nuestro camino compañeros con los que se dio una química instantánea, una amistad ‘a primera vista’, creándose un lazo invisible pero poderoso y también vitalicio e inoxidable”.
 
 

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