De las edificaciones afectadas, 42 quedaron inhabitables. Tienen daños también siete escuelas de educación básica y media superior, informa Protección Civil municipal
Texto: Alina Navarrete Fernández
Foto: Jessica Torres Barrera
Huitzuco.- El sismo de 7.1 grados en la escala de Richter con epicentro en Chiautla de Tapia, Puebla, dejó dos muertos en las comunidades de Chaucingo y Tetetla, Huitzuco, y daños graves en 70 viviendas en la cabecera municipal, 42 de ellas que quedaron inhabitables, y en siete escuelas de educación básica y media superior.
Huitzuco es uno de los 81 municipios de Guerrero, pertenece a la región Norte, la cabecera municipal tiene una población de unos 16 mil habitantes y se encuentra a una hora y media de distancia de recorrido desde Chilpancingo, en la Autopista del Sol, donde hay que desviarse en la caseta de Paso Morelos hacia Iguala; tiene 22 comunidades, pero hasta ayer en la noche, de acuerdo con el director de Protección Civil municipal, Abel Marbán Urueta, sólo se contaron los daños de manera preliminar en la cabecera.
La mayoría de las 70 casas que se derrumbaron, colapsaron y resultaron con grietas, son de adobe y tienen más de 50 años de haber sido construidas, según los pobladores afectados; las 7 escuelas dañadas fueron primarias, secundarias y el plantel 175 del Centro de Bachillerato Tecnológico Industrial y de Servicios (Cbtis).
De acuerdo con el reporte oficial, la señora Leovigilda Baltazar Francisco de 55 años de edad y Roberto Hernández Guzmán de 43, fallecieron en las comunidades Chaucingo y Tetetla, a consecuencia del temblor.
En una visita a la cabecera municipal, pobladores y maestros mostraron los daños, los sismos ocurrieron casi de manera simultánea a la 1:14 de la tarde, a esa hora los 376 alumnos de la primaria Conrado Abundes, ubicada entre las calles Progreso y Valerio Trujano, aún se encontraban en clases, ya que el plantel pertenece al programa de Escuelas de Tiempo Completo en la modalidad de jornada ampliada, es decir, que su horario es de las 8 de la mañana a las 2:30 de la tarde.
El director de la primaria, Ismael González Villegas contó que el plantel fue construido hace 70 años, y durante ese tiempo ha tenido restauraciones menores, pero tras el sismo de ayer, los 24 salones resultaron con grietas, fracturas en las columnas, y una barda se derrumbó.
Según se pudo apreciar, a las 6:40 de la tarde, las mochilas y libros de los alumnos de la primaria aún se encontraban en los salones, los maestros prefirieron evacuarlos a la cancha y luego enviarlos a sus casas para no exponerlos a una réplica.
En los pasillos de la primaria había pedazos de concreto que se desprendieron del techo, vidrios rotos y polvo; mientras que en la dirección, había grietas, el mobiliario quedó desparramado en el suelo, la vitrina que contenía la bandera nacional cayó sobre el escritorio de González Villegas, cuando había salido para apoyar al resguardo de los alumnos.
“El temblor fue algo inexplicable, terrible, afortunadamente la comunidad está preparada, los niños saben que hacer”, dijo González Villegas, quien informó que tras el sismo del 7 de septiembre, Protección Civil municipal emitió un dictamen en el que se indicó que la escuela “no corría ningún riesgo”.
A lo largo de la calle Progreso se pudo ver más de 10 casas que colapsaron, sus techos se derrumbaron y tenían grietas evidentes, los pobladores de la cabecera municipal caminaban de un lado a otro preguntando por sus familiares, sus amigos, y compartiendo impresiones acerca del temblor, al que calificaron como “el más fuerte” que se haya sentido en Huitzuco.
“Siempre habíamos visto esto por televisión, nunca lo habíamos sentido como ahora lo sentimos, simplemente, pues a veces lo vemos en otros lugares y sentimos tristeza, compasión, pero ahora lo estamos viviendo en carne propia, y es algo que no se le puede desear a nadie”, expresó Iván Vega Sánchez, mientras observaba su casa y la de su hermana derrumbadas.
Soldados del 27 Batallón de Infantería, con sede en Iguala, acudieron a la cabecera municipal de Huitzuco para apoyar a socorristas de Protección Civil del municipio en las labores de limpieza de las calles, donde se encontraban tiradas las tejas y paredes de las casas afectadas.
Según le indicaron las autoridades municipales, la casa de la familia de Vega Sánchez fue pérdida total y no podían quedarse ahí, por lo que sus vecinos les prestaron una casa a la que los militares trasladaron sus pertenencias.
Vega Sánchez, con los ojos vidriosos, miraba cómo los muebles de su casa y la de su hermana, donde además vivían su madre, cuñado y sobrinos, eran sacadas a la calle para después ser trasladadas a su hogar provisional.
La ama de casa y comerciante, Hilda Mundo Gatica mostró la casa de su madre, que se encuentra una calle abajo de la Progreso, en donde el techo se derrumbó, los cuadros se cayeron y las columnas se fracturaron.
De acuerdo con Mundo Gatica, personal de Protección Civil municipal y del 27 Batallón de Infantería recorrió la cabecera, pero se concentró en las casas que se derrumbaron, mientras que aquellas donde los daños fueron internos, pasaron desapercibidas.
Contó que con su madre, de 60 años, viven su tío de 70 años y un primo, sus familiares adultos mayores fueron trabajadores del Palacio municipal de Huitzuco, por lo que reciben una pensión, sin embargo, sólo se tienen el uno al otro; ante el temor de un réplica, Mundo Gatica dijo que los trasladaría a su casa, donde también hubo daños, aunque menores, para que en caso de emergencia estén juntos.
En la calle Progreso había una casa de color crema con franja roja, de abode y teja, cuarteada con desprendimientos, según los pobladores, “sólo la ocupan en vacaciones, pero no sabemos de quién sea, hay muchas casas abandonadas aquí, o al menos nadie ha venido a ver cómo están”.
Protección Civil municipal acordonó las zonas más afectadas y llevó máquinas para levantar los escombros de los derrumbes, ante los ojos incrédulos de los pobladores, que no dejaban de expresar su temor ante las posibles réplicas.
La secundaria federal Manuel Sáenz, ubicada en la calle Ruffo Figueroa, en el Centro de la cabecera, también resultó afectada por el sismo, las columnas colapsaron dejando a la vista sus varillas, las ventanas se quebraron y aparecieron grietas en los 18 salones.
El subdirector, Carlos Toledo Ocampo, informó que en la secundaria son 650 estudiantes en el turno matutino, que se encontraban en clases cuando ocurrieron los sismos; aunque horas antes se llevó a cabo un simulacro, durante los hechos, cundió el pánico y algunos alumnos tuvieron crisis nerviosas, mientras que una estudiante resultó lesionada, pues cuando se quebraron las ventadas de su salón, los vidrios salieron disparados y le hirieron un brazo.
De acuerdo con Toledo Ocampo, el 25 de septiembre de 2013 ocurrió un temblor de una magnitud considerable, aunque precisó de cuántos grados, tras el cual quedaron inhabitables seis salones de la escuela, los cuales hasta la fecha no han sido reconstruidos, a estos se suman los daños evidentes causados por los sismos de ayer.
Los maestros, quienes acompañaron a Toledo Ocampo y a reporteros de distintos medios de comunicación a recorrer las instalaciones, exigieron a las autoridades reconstruir de manera total la escuela, ya que no expondrán a los estudiantes a una situación riesgosa.
Los maestros de la secundaria informaron que se les notificó que el gobernador Héctor Astudillo Flores visitaría las instalaciones, cuando acudió a la cabecera municipal alrededor de las 5 de la tarde, pero nunca llegó.
