Texto: DPA / Foto: PGR, Cuartoscuro
Nueva York, EU, 17 de abril de 2018. La mujer de Joaquín El Chapo Guzmán expresó hoy preocupación por el estado mental del narco mexicano, que lleva más de un año en estricto régimen de aislamiento en un penal de alta seguridad de Nueva York mientras espera al inicio del juicio contra él, el próximo mes de septiembre.
“Sé que está muy mal psicológicamente, que se siente muy mal, por lo que me han dicho los abogados”, manifestó Emma Coronel ante la prensa tras una nueva vista oral de su marido en la Corte Federal del Distrito Este de Nueva York.
“Lo que me preocupa es cómo va a llegar a un juicio bien si está mal de salud”, añadió Coronel. Poco antes, en la corte, el abogado de Guzmán, Eduardo Balarezo, avanzó al juez Brian Cogan que va a pedir una nueva evaluación del estado mental su cliente. El magistrado autorizó ya una en noviembre, de la que la defensa de Guzmán no hizo público el resultado.
Coronel, una ex reina de la belleza tres décadas más joven que El Chapo, con el que tiene dos niñas gemelas de seis años, acude a todas las vistas orales de su marido en la corte neoyorquina, situada en el barrio de Brooklyn. Es el único momento en el que puede verlo, ya que no está autorizada a visitarlo en la cárcel de Manhattan en la que se encuentra.
Pero pese a estar siempre allí, Coronel no había vuelto a hablar con los periodistas desde la primera vez que El Chapo compareció ante el juez, el 20 de enero de 2017, a la mañana siguiente de ser extraditado desde México. “Para mí, como para cualquier esposa, lo más importante es la salud de mi esposo”, manifestó hoy.
La defensa del ex jefe del cártel de Sinaloa se ha quejado continuamente de la dureza del régimen de aislamiento en el que se encuentra su cliente desde hace 15 meses, confinado 23 horas al día en una celda de 15 metros cuadrados donde nunca se apaga la luz. Asegura que está mermando su salud física y psíquica.
Balarezo solicitó de hecho el viernes al juez que el El Chapo pudiera hablar hoy en la corte para referirse, entre otras cosas, a las condiciones en las que se encuentra, pero retiró la petición al avanzar que hará la petición de una nueva evaluación mental.
“No es el hombre que era cuando lo conocí”, aseguró hoy Balarezo, que en sus escritos ha hablado de alucinaciones auditivas y de una posible depresión de su cliente.
La ley establece que para que alguien sea juzgado debe tener suficiente capacidad mental para colaborar en su defensa.
“Creemos que él está mal ahora, y eso también puede afectar cómo lo defendemos, si tiene competencias para seguir adelante”, dijo el letrado, que evitó no obstante contestar directamente a la pregunta de cuáles son las posibilidades de que no sea juzgado por su estado mental.
Estados Unidos acusa a El Chapo de introducir toneladas de droga al país al frente de lo que el Departamento del Tesoro calificó como un “imperio criminal” de tráfico de cocaína, marihuana, heroína y metanfetaminas.
Hay 17 cargos contra él en la Corte Federal del Distrito Este de Nueva York. El principal es el de manejo de organización criminal. Ninguno de los demás es un delito de sangre, pero basta con que sea considerado culpable en solo uno para que pueda ser condenado a cadena perpetua.
¿Dejará el juez hablar a El Chapo? Nueva vista en la corte de NYC
Nueva York, 17 de abril de 2018. Joaquín El Chapo Guzmán comparece hoy ante el juez en una corte federal de Nueva York. La nueva vista oral preparatoria de su juicio arranca con expectación por la posibilidad de que el narco mexicano pueda tomar la palabra para quejarse de las condiciones de su cautiverio.
El abogado del ex jefe del cártel de Sinaloa, uno de los más sanguinarios en la historia de México, ha pedido al juez Brian Cogan que su cliente pueda dirigirse a él para hablar de las condiciones en las que, en una prisión de máxima seguridad de Manhattan, espera el inicio de su juicio en septiembre.
Quiere hablar también de su salud mental y de la financiación de su defensa. La fiscalía se opone a ello, como ya hizo en la vista anterior, en febrero, por la posibilidad de que sea una estrategia para mandar un mensaje oculto.
En la sala de la corte no están permitidas las cámaras de televisión ni ningún aparato que pueda grabar video o audio, pero sí hay periodistas presentes. Además, como la vista es pública, cualquiera que llegue a tiempo puede sentarse en uno de los bancos reservados al público, que es donde lo hacen su mujer, la ex reina de la belleza Emma Coronel, y las dos gemelas de seis años que tienen juntos.
El Chapo está acusado de 17 cargos. El de manejo de organización criminal es el principal. Ninguno de ellos es un delito de sangre, pero basta con que sea considerado culpable en solo uno para que pueda ser condenado a cadena perpetua.
El abogado del mexicano, Eduardo Balarezo, se queja continuamente de la dureza del régimen de aislamiento en el que se encuentra El Chapo desde que fue extraditado hace ya casi un año y tres meses. Asegura que está mermando su salud física y psíquica. “Vomita casi todos los días”, dijo tras la vista anterior.
El letrado ha hablado de alucinaciones auditivas y de depresión de su cliente, confinado 23 horas al día en una celda de 15 metros cuadrados donde nunca se apaga la luz. La incomunicación dificulta además el pago de los honorarios al abogado porque cierra a El Chapo el acceso a sus fondos.
La revista Forbes llegó a considerar a El Chapo como uno de los hombres más ricos del planeta. Pero de los activos por valor de 14 mil millones de dólares que las autoridades calculan que amasó con sus negocios ilícitos no se encontró de momento ni un centavo.
El régimen de aislamiento en el que está tiene como objetivo evitar una fuga como las dos que protagonizó en México, así como impedir que pueda retomar las riendas del cártel o dar órdenes desde su confinamiento, asegura la fiscalía.
En febrero, el juez Cogan estuvo a punto de permitir a El Chapo tomar la palabra cuando éste quiso pedir a sus familiares que pagaran a su abogado y asegurar que quiere ir a juicio, después de que el diario mexicano El Universal publicara que su familia estaba analizando abandonar su defensa ante la dificultad de ganar el proceso. La fiscalía hizo cambiar de parecer al juez, que conminó al abogado a solicitar por escrito y anticipado la palabra para su cliente, sin garantizar que fuera a concedérsela.
“Estoy enfermo por toda la situación”, llegó a decir bajito entonces El Chapo antes de ser interrumpido por los fiscales. Hasta ese momento sólo se le habían escuchado escasas frases, y muy cortas, pronunciadas en español y traducidas al inglés por un intérprete, como respuesta a las preguntas del juez.
Estados Unidos acusa a El Chapo de introducir toneladas de droga al país al frente de lo que el Departamento del Tesoro calificó como un “imperio criminal” de tráfico de cocaína, marihuana, heroína y metanfetaminas.
Su destino estará en manos de un jurado de 12 personas que comenzará a ser seleccionado en agosto mediante un cuestionario y que quedará definitivamente conformado a partir del proceso de selección in situ que arranca el 5 de septiembre.
El juez fijó en 650 personas el universo inicial de potenciales jurados para empezar la selección, pero tanto la defensa como la fiscalía pedirán hoy que la cifra se eleve al menos a un millar, sabedores de las dificultades de encontrar 12 jurados y seis suplentes para un juicio que durará al menos tres meses y en el que el jurado será anónimo y estará protegido por agentes de la ley para evitar que el entorno de El Chapo pueda presionarlo.

Abogado de El Chapo pedirá nueva evaluación mental de su cliente