Murió el pintor de Oaxaca y el mundo, Francisco Toledo, el de los papalotes por Ayotzinapa

El creador oaxaqueño falleció en su casa, informan sus familiares. También se destacó por su trayectoria como luchador social en movimientos como el que exige la aparición de...

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6 septiembre,2019 4:39 am
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El creador oaxaqueño falleció en su casa, informan sus familiares. También se destacó por su trayectoria como luchador social en movimientos como el que exige la aparición de los 43 normalistas y contra el maíz transgénico
Ciudad de México, 6 de septiembre 2019. El pintor Francisco Toledo, referente nacional del arte plástico, falleció en su casa de Oaxaca a los 79 años, según confirmaron familiares, que no informaron sobre las causas del deceso.
Tras dar a conocer el fallecimiento de Toledo, los familiares del artista plástico agradecieron las muestras de cariño y pidieron respetar su dolor y la manera en que su padre manejó su intimidad.
En la página oficial de Facebook del Toledo se informó que “La familia Toledo comunica con profunda tristeza que el maestro Francisco Toledo ha fallecido. Pedimos respetar nuestro dolor, y la manera en que nuestro padre manejó su intimidad. Gracias por sus muestras de cariño y su compresión”.
Asimismo, detallaron que  “apartir de las 23:30 horas de este 5 de septiembre en el IAGO habrá una ofrenda para quien quiera acudir”-
Además de su labor pictórica, destacó por su activismo social e izquierda y su altruismo, fundando diversos espacios culturales en su estados, como el Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca, el Centro Fotográfico Álvarez Bravo y el Centro de las Artes de San Agustín. Hace un año donó su acervo al INBA.
Dos acciones recientes de su constante activismo social son la campaña contra el maíz transgénico y los 43 papalotes que fabricó, con la ayuda de trabajadores del Taller Arte y Papel, con las caras de los estudiantes desaparecidos de la normal de Ayotzinapa.
Francisco Benjamín López Toledo fue impresor, dibujante, pintor, escultor y ceramistaa. Su arte reflejó un gran aprecio por la estética de la naturaleza, particularmente la de animales que no son convencionalmente asociados con la belleza como monos, murciélagos, iguanas, sapos e insectos.
La visión de Toledo afirma que el mundo de los humanos y el de los animales son uno con la naturaleza. En sus cuadros se representa mucho la androginia. Usó la modernidad y la vanguardia de otras civilizaciones, especialmente la europea, para sus obras  y mostró un sentido de lo fantástico muy desarrollado al crear criaturas antropomórficas que son a la vez monstruosas y juguetonas.
Debido a sus obras, se dice que Toledo perteneció a la Generación de la Ruptura aunque no haya pertenecido históricamente a la misma.
A los 14 años inició sus estudios artísticos en el taller de grabado de Arturo García Bustos. Posteriormente ingresó al Taller Libre de Grabado de la Escuela de Diseño y Artesanías, del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), en la Ciudad de México.
En 1959 exhibió sus obras en la Galería Antonio Souza y en el Fort Worth Center, en Texas. En 1960 viajó a París, donde profundizó en técnicas de grabado, conoció museos, galerías, artistas y escritores que cambiaron su visión del arte, regresó a México en 1965 con una nueva perspectiva ideológica y estética que incorporará en sus obras.
Su obra se caracteriza por el toque irreverente, provocativo y transgresor. Desarrolló su carrera como artista independiente, no se involucró con las temáticas nacionalistas que representaban la Escuela Mexicana.
El artista zapoteco promovió y difundió la cultura y las artes de su estado originario, Oaxaca, donde residió los últimos años de su vida. Con apoyo de otras instituciones fundó en octubre de 1997 el Taller Arte Papel Oaxaca, instalado en la antigua planta hidroeléctrica La Soledad, en San Agustín Etla.
Fundó Ediciones Toledo, que en 1983 publicó su primer libro, y en 1988 fundó el Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO).
A iniciativa suya se creó en 2006 el Centro de las Artes San Agustín (CaSa) en San Agustín Etla, muy cerca de Oaxaca de Juárez, el primer centro de arte ecológico de Latinoamérica, en donde se produce y estudia fotografía, gráfica digital, diseño textil, así como preservación del patrimonio y arte enfocados al medio ambiente.
Otros proyectos que ha apoyado son: la Biblioteca para Invidentes Jorge Luis Borges, el Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo, el Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca (MACO), el Cine Club El Pochote, el Jardín Etnobotánico, la Fonoteca Eduardo Mata, la Biblioteca Francisco de Burgoa, las revistas Guchachi Reza (Iguana Rajada) y Alcaraván, la Casa de Matemáticas de Oaxaca y muchos otros.
A pesar de oponerse a los reconocimientos públicos, le han otorgado numerosos premios, entre ellos el Premio Nacional de Ciencias y Artes en el área de Bellas Artes en 199810 y el Premio Príncipe Claus en 2000. En 2005 recibió el Premio Right Livelihood por su dedicación a la protección y mejora de la herencia, ambiente y vida de la comunidad de Oaxaca. En 2007, el consejo universitario de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO) lo distinguió con un doctorado Honoris Causa por su labor en el mundo de las artes.
Diseñó la urna en donde desde junio de 2011 descansan las cenizas del escritor Carlos Monsiváis en la Sala de Lectura del Museo del Estanquillo, la pieza es de barro pintada al óleo, que simboliza a un gato que juega con una pelota.
En 2015 entregó el Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO) al INBA, una colección de más de 125 mil objetos, entre los que destacan fotografías del siglo XIX y documentos del siglo XX.
Hay obras suyas en los Museos de Arte Moderno de México, París, Nueva York y Filadelfia, en la New York Public Library, la Tate Gallery de Londres y la Kunstnaneshus de Oslo, entre otros.
Lamentan su muerte
Tras darse a conocer la muerte del artista mexicano Francisco Toledo, dependencias, instituciones y organizaciones inundaron las redes sociales en condolencias y pesares por el fallecimiento de quien también fuera un luchador social
El presidente Andrés Manuel López Obrador exaltó la trayectoria de Toledo y externó sus condolencias.
“El arte está de luto. Ha fallecido el maestro Francisco Toledo, oaxaqueño, gran pintor y extraordinario promotor cultural, auténtico defensor de la naturaleza, las costumbres y las tradiciones de nuestro pueblo. Descanse en paz”, escribió anoche en Twitter.
Alejandra Frausto Guerrero, secretaria de Cultura, le dedicó unos versos al pintor.
“Los ojos más vivos que han visto Oaxaca. Los ojos más bellos que lo recrearon todo. La tierra va a perder gravedad. Hombre tierra con pies de maíz. Caminaba surcando, caminaba sembrando, caminaba exigiendo: caminaba floreciendo. Cada paso de Toledo germinaba”, difundió la funcionaria
La senadora Susana Harp se despidió de Toledo.
“Inicia tu más alto vuelo. Oaxaca entero te despide con gratitud. Que tus papalotes te acompañen siempre Maestro #FranciscoToledo”, expresó.
El Fondo Nacional para la Cultura y las Artes, publicó en Twitter: “La calidad artística, el compromiso social, la originalidad y la generosidad fueron algunos rasgos que definieron la vida y obra del maestro Francisco Toledo, creador emérito. Nos deja su extraordinaria obra y la escuela que forjó con su influencia creativa”.
El Centro Nacional de las Artes también lamentó el sensible fallecimiento del Maestro Francisco Toledo, pintor y escultor oaxaqueño, “cuya trayectoria trazó referentes nacionales e internacionales en el arte”.
En su mensaje, el Museo de Memoria y Tolerancia precisó que Francisco Toledo, enriqueció enormemente nuestra cultura y fue un defensor comprometido de los pueblos indígenas y de nuestro patrimonio.
“Por su aportación a las artes plásticas, su extraordinario compromiso social y ecológico y su labor en la promoción de la cultura mexicana”, la muerte de Francisco Toledo “significa una gran pérdida para nuestra sociedad”, publicó en su cuenta el Museo de Bellas Artes.
“Francisco Toledo, entrañable pintor, ceramista, filántropo comprometido con la cultura, las lenguas, el medio ambiente y el patrimonio, se ha ido. Deja en Oaxaca y México un gran legado y una ética contestataria ejemplar”, también publicó el Instituto Nacional de Bellas Artes.
“Todavía tiemblo un poco”
En una entrevista que le dio a Reforma en 2014 recordó sus tiempos en la Ciudad de México, cuando recién había llegado.
Era un veinteañero, con apenas una exposición individual. Llegó a una ciudad fría, cuya lengua desconocía.
“Hablaba zapoteco, pero no me servía de nada”, recuerda.
Rufino y Olga, su esposa, rápidamente adoptaron al joven tímido, que no supo qué hacer cuando Peggy Guggenheim lo recibió.
“Yo no habría podido sentarme en esa época frente a usted sin temblar. Bueno, todavía tiemblo un poco”, bromea con su tono calmado. Habla bajito, con las manos entre la silla y sus piernas, escondidas.
Cuenta que cuando tenía 5 o 6 años, estuvo hospitalizado durante un año en la Ciudad de México porque lo operaron varias veces de la garganta, tenía un quiste.
Su timidez era más evidente en esa época. Estaba muy verde, necesitaba una guía y ellos, sin hijos, lo acogieron.
“Me distinguieron con una amistad de invitarme a comer, de llevarme aquí, de llevarme allá, y Tamayo, de pedirme que le mostrara mis cuadros, de darme consejos y, por último, de regalarme todas sus herramientas para estirar telas, bastidores, pinzas, tachuelas”, cuenta.
De adolescente, le fastidiaba que los maestros grabadores estuvieran empecinados con las luchas sociales; sin embargo, prácticamente en toda su vida adulta él partició políticamente, pero más cercano a la figura del activista.
Ese sábado, un periódico local publicó como historia principal la campaña en contra del maíz transgénico, en la que estaba involucrado.
Al preguntarle sobre esto, sobre la carta que le llegó al ex presidente Enrique Peña Nieto firmada por él, es cauto. Ha aprendido a la mala. No le gusta ser el estandarte de los movimientos, aunque termina por serlo.
No era raro que encabezara movimientos como el de defensa del Centro Histórico de Oaxaca, de la gráfica, de los artistas oaxaqueños, de la preservación del patrimonio, de los artesanos o de los pueblos indígenas.
Texto: Redacción y Agencia Reforma / Foto: Cuartoscuro

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