Nació Cinecittà para destruir a Hollywood, pero caído el fascismo logró un brillo propio

Bajo el lema "El cine es el arma más potente", el dictador Benito Mussolini inauguró los estudios en 1937 con dos objetivos: consolidar a la industria del cine...

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13 febrero,2018 8:33 am
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Roma, Italia, 13 de febrero de 2018. “Ha sido definida como la fábrica de sueños: un poco banal, pero cierto”. De esa manera describía el gran cineasta Federico Fellini a los estudios Cinecittà, los más grandes e importantes de Europa en su época, donde se rodaron más de 3 mil películas, decenas de ellas ganadoras del Oscar. Y es que algo tiene el río Tíber, a cuyas orillas florecieron dos ciudades eternas: Roma y Cinecittà.

 El cine como arma

Los orígenes de esta ciudad-estudio, ubicada a 9 kilómetros de Roma, no son tan nobles. Bajo el lema “El cine es el arma más potente”, el dictador Benito Mussolini inauguró los estudios en 1937 con dos objetivos: consolidar a la industria del cine italiana como una plataforma propagandística y vencer a Hollywood. Y casi logra ambas.

Ciudad abierta

Tristemente, la historia de Cinecittà no siempre fue glamurosa. Durante la Segunda Guerra Mundial, fue empleada como campo de trabajo nazi, sufrió bombardeos, fungió como hospital, fue hogar de gente que lo había perdido todo. Cineastas como Vittorio de Sica tuvieron que rodar fuera de sus paredes destruidas y allí, en la calle huérfana de cine, nació el Neorrealismo Italiano.

 La dulce vida

Las décadas de los 50, 60 y 70 marcaron un repunte para el estudio más grande de Europa, tanto por tamaño como por importancia. De pronto, el sueño de Mussolini de convertir a esta zona, próxima a la Vía Tuscolana, en un nuevo y más luminoso Hollywood, se materializaba gracias al arte de figuras como Luccino Visconti, Federico Fellini y Pier Paolo Pasolini, entre otros.

Urbe dorada

A lo largo de sus más de 80 años de existencia, Cinecittà ha visto pasar más de 3 mil producciones cinematográficas, además de algunas televisivas. De ellas, 90 fueron nominadas al Oscar y entre esas candidatas 47 obtuvieron el triunfo en sus categorías; Ben-Hur, con sus 11 estatuillas, es la hija predilecta de la Ciudad del Cine.

De Roma al Viejo Oeste

Muchos de los costosos sets que se emplearon en rodajes como Cleopatra o Pandillas de Nueva York, entre otros, todavía se pueden visitar en la zona. El aura de los artistas tanto de la pantalla como de los decorados o la música que formaron parte de la Fábrica de Sueños están allí, esperando a ser visitadas.

Un parque de diversiones

En 2014 vio la luz Cinecittà World, un parque de diversiones temático que trataría de rendir homenaje a los estudios, propiedad del gobierno italiano. La presión social de quienes pensaban que era una especie de sacrilegio contra este lugar de culto, logró que el parque se instalara 25 kilómetros al sur, en un viejo predio usado por Dino de Laurentiis.

Texto: José Arrieta / Agencia Reforma/ Foto. Twitter

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