Nepotismo multicolor

Los ciudadanos que el próximo 1 de julio acudan a las urnas podrán elegir al hijo, hermano, pareja o algún integrante de los clanes que dominan la política...

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24 junio,2018 8:35 am
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Los ciudadanos que el próximo 1 de julio acudan a las urnas podrán elegir al hijo, hermano, pareja o algún integrante de los clanes que dominan la política en el país. Una revisión a la lista de más de mil 200 candidatos a gobernadores, legisladores federales y presidentes municipales impulsados por las tres principales coaliciones, arroja que en 229 casos –uno de cada cinco–, los partidos entregaron las candidaturas a familiares de figuras políticas claramente identificadas o a personajes que aprovecharon sus cargos en el poder para colocar a sus parientes.

Texto: Mathieu Tourliere / Agencia Proceso
Foto: internet
Ciudad de México. En las coaliciones Todos por México, Por México al Frente y Juntos Haremos Historia el nepotismo es el distintivo.
En la oferta electoral abundan hijos y nietos de gobernadores y presidentes municipales; también familiares del presidente Enrique Peña Nieto, una prima de Andrés Manuel López Obrador e incluso un supuesto primo de Juan Armando Hinojosa Cantú, el contratista que construyó y financió la llamada Casa Blanca de la pareja presidencial.
En la muestra, no exhaustiva –pues no incluye a todos los partidos ni aspirantes a cargos locales–, la coalición del PRI incurrió en 91 actos de nepotismo, la del PAN en 88 y la de Morena en 51.
Muchos de ellos forman parte de los más de 795 candidatos “chapulines”, quienes aprovecharon este proceso electoral para brincarse de un cargo a otro o buscar una reelección, según contabilizó El Universal en una investigación publicada el domingo 3.
Debido a estas prácticas, siete de cada 10 ciudadanos desconfían del gobierno en sus tres niveles, y 80% de la población dejó de creer en el Poder Legislativo, según la Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental 2017.
De acuerdo con las encuestas, el candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador capitalizó mejor que sus rivales Ricardo Anaya Cortés y José Antonio Meade Kuribreña el hartazgo de los mexicanos respecto al mundo político.
Sin embargo, los tres pactaron con los clanes que acaparan el poder en el país: entre los 200 principales candidatos a diputaciones y senadurías por la vía plurinominal que abanderaron el PRI, el PAN y Morena, se identificaron 23 casos de nepotismo en el primero, 17 en la fuerza encabezada por Anaya y seis en el partido de AMLO.
En la lista del PRI se encuentran Marcela Guillermina Velasco González y Ernesto Nemer Álvarez –tía y exprimo político de Peña Nieto, respectivamente–, así como el exgobernador de Coahuila, Rubén Moreira, y su esposa, Alma Carolina Viggiano­ Austria.
Pero también están el hijo de Emilio Gamboa Patrón y la hija de Manlio Fabio Beltrones –por el PVEM–; Claudia Ruiz Massieu –sobrina del expresidente Carlos Salinas de Gortari–; el primo del gobernador veracruzano Miguel Ángel Yunes Linares, así como dos familiares de Aquiles Córdova Morán, líder de Antorcha Campesina, quien el viernes 22 prometió a Meade 2.4 millones de votos.
Por el lado del PAN se encuentran la senadora Martha Elena García Gómez, casada con Antonio Echeverría Domínguez, exgobernador de Nayarit, con quien procreó a Antonio Echeverría García, el gobernador actual en esa entidad; Eduardo Lorenzo Martínez Arcila –sobrino del ex gobernador quintanarroense Jesús Martínez Ross–, y Jacquelina Martínez Juárez, esposa del coordinador de Anaya en Zacatecas.
Morena presenta un menor número de casos de nepotismo porque eligió muchos de sus candidatos plurinominales por la vía del sorteo. Sin embargo, varias figuras del partido se encuentran en su lugar en parte por sus vínculos familiares, entre ellos Tatiana Clouthier –de la familia más vinculada con el PAN– o Napoleón Gómez Urrutia, quien heredó de su padre la dirigencia del sindicato minero.
Ricardo Monreal Ávila, uno de los principales operadores políticos de AMLO, no sólo se encuentra en las listas de plurinominales para el Senado, su hermano Saúl busca la presidencia municipal de Fresnillo, en su natal Zacatecas. De ganar, el municipio habrá tenido cinco alcaldes con apellido Monreal en las últimas dos décadas.
Sucesiones de sangre
En Veracruz, el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares impulsa a su hijo Miguel Ángel Yunes Márquez como su sucesor con el frente que encabeza Anaya; en Puebla, el exgobernador Rafael Moreno Valle hizo lo mismo con su esposa, Martha Érika Alonso Hidalgo.
En Chiapas, el candidato del PRI Roberto Albores Gleason –hijo de Roberto Albores Guillén, fugaz gobernador de la entidad en 1998–, compite con Rutilio Escandón Cárdenas, el candidato de Morena, quien a su vez es cuñado del expriista Adán Augusto López Hernández, aspirante a la gubernatura de Tabasco por Morena.
Dos rivales de López Hernández en la tierra natal de AMLO son descendientes de gobernadores de la entidad: Georgina Trujillo Zentella, del PRI, es hija de Leandro Trujillo García, y Gerardo Gaudiano Rovirosa, de Por Tabasco al Frente, es nieto de Leandro Rovirosa Wade.
Y en Morelos, Rodrigo Gayosso Cepeda, hijastro del gobernador Graco Ramírez y candidato al gobierno estatal por la coalición PRD-PSD, sorprendió el jueves 21 al anunciar que votaría para AMLO y no por Anaya en las presidenciales.
La Ciudad de México, el corazón político del país –donde apenas 16% de la población confía en su gobierno–, es uno de los escenarios donde las pugnas familiares por el poder son más descarnadas. En la capital, 14 aspirantes a alcaldías participan en la política de la mano con sus parientes, bajo el cobijo del PRD –a través del Frente– y de Morena.
La lucha por Gustavo A. Madero involucra los mismos intereses desde hace una década: en la delegación más violenta de la capital –con 108 asesinatos registrados desde principios de año–, Nora del Carmen Arias Contreras busca perpetuar el poderío que ella y su esposo, Víctor Hugo Lobo Román –actualmente candidato a diputado local–, asentaron en la demarcación desde 2009, año a partir del cual la pareja se alternó en turnos de tres años para conservar el poder.
Su opositor de Morena es Francisco Chíguil Figueroa, otrora cacique del PRD, delegado entre 2006 y 2008 y responsable de la muerte de 12 jóvenes en el operativo policiaco ocurrido hace 10 años en el antro New’s Divine. Beatriz Rojas Martínez, esposa de Chíguil, aspira a una diputación federal en un distrito de la misma delegación, también por Morena.
En caso de ganar las elecciones en Iztacalco, la diputada perredista Elizabeth Mateos Hernández retomaría el control sobre el territorio que gobernó entre 2012 y 2015, periodo en el cual colocó a familiares en la nómina. Sucedería en el cargo a su esposo, Carlos Estrada Meraz. De ser el caso, la pareja habrá gobernado la demarcación nueve años consecutivos.
En Iztapalapa se presentó la perredista Karen Quiroga Anguiano, sobrina de la delegada actual, Dione Anguiano –quien a su vez sucedió a su pareja Alfredo Hernández Raigosa en la delegación–, y cuya hermana busca una diputación local.
En Venustiano Carranza quiere regresar al mando “el patriarca” Julio César Moreno Rivera, exdelegado y hermano de Israel Moreno Rivera, quien fue separado de la misma delegación por una orden de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en noviembre de 2017.
Morena postuló a Néstor Núñez López –hijo del gobernador perredista de Tabasco, Arturo Núñez Jiménez– para la alcaldía de la Cuauhtémoc, y a la senadora Layda Sansores San Román, hija del exgobernador campechano Carlos Sansores Pérez, para Álvaro Obregón.
El PRI, que no tiene esperanzas de vencer en las delegaciones más importantes de la capital, lanzó a Mariana Moguel Robles –hija de Rosario Robles– para Milpa Alta, uno de los pocos bastiones priistas de la ciudad; y aprobó las candidaturas de dos allegados a Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, el polémico expresidente del PRI capitalino.
(En la imagen: Ricardo Anaya y Martha Erika Alonso, candidata a la gubernatura de Puebla y esposa del ex gobernador panista Rafael Moreno Valle. Foto: internet)

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