No hay una estadística única de cuántas personas padecen males renales crónicos en Guerrero

Cada institución de salud lleva sus propios registros y se atiende por separado a los pacientes

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10 marzo,2022 9:14 am
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Cada institución de salud lleva sus propios registros y se atiende por separado a los pacientes

Acapulco, Guerrero, 10 de marzo de 2022. Las personas que sufren de diabetes, hipertensión y obesidad son los mas propensos de padecer una Enfermedad Renal Crónica (ERC) que deja a las personas incapacitadas, es muy costosa en su atención y lacerante padecerla.

Hoy se conmemora el Día Mundial del Riñón. En Guerrero, no hay una estadística del Sector Salud que informe con precisión el número total de personas que padecen de ERC porque cada institución de salud mantiene un registro, además, los esfuerzos para poder garantizar la atención de este sector se hacen por separado.

El Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) indicó que la ERC está relacionada con la enfermedad cardiovascular y que la mayoría de las personas que viven con insuficiencia renal tienen una enfermedad cardiaca, en un boletín emitido este martes.

Durante 2020 en Guerrero, las enfermedades del corazón fueron la principal causa de muerte con 4 mil 815 decesos, y la diabetes que es un factor de riesgo para el desarrollo de ERC fue la tercera causa de muerte con un registró 4 mil 48 muertes de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

El Insabi informó que en el Hospital de Ciudad Renacimiento se instalará una Unidad de Diálisis, para brindar el servicio de diálisis y hemodiálisis para atender a 22 pacientes en tres turnos durante seis días de la semana. Además de instalar otras dos unidades en los municipios de Zihuatanejo y Ometepec.

El Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado (ISSSTE), está por inaugurar el Centro de Atención de Hemodiálisis en Acapulco, con capacidad de 30 riñones artificiales. En el ISSSTE hay un registro de 150 pacientes que requieren de hemodiálisis, provenientes de la Costa Chica, Costa Grande y Acapulco, según lo informó el subdelegado médico, José Luis Morales Alvarado.

Mal en aumento

El médico nefrólogo y coordinador de donación de órganos y tejidos con fines de trasplante del Hospital General del IMSS Vicente Guerrero, Anwar Hernández Paz y Puente, indicó que en el estado el Instituto atiende a mil 400 pacientes en terapias, quienes están en la etapa final del padecimiento y requieren de diálisis o hemodiálisis. En el caso del Seguro Social, el servicio está subrogado a hospitales privados.

Explicó que en las primeras tres etapas la enfermedad no presenta ningún síntoma, y son subdiagnosticados, y sólo cuando el paciente llega a la etapa cuatro y cinco, es cuando necesita una diálisis, hemodiálisis o un trasplante.

El médico señaló que la enfermedad genera discapacidad para quienes están dados de alta en el IMSS, y consideró la enfermedad como catastrófica, porque el impacto del padecimiento no sólo es del paciente, sino de quien lo cuida y su familia.

Alertó que la enfermedad renal crónica está aumentando su intensidad en la población, debido a que el diagnóstico se hace tarde. Dijo que quienes padecen de diabetes, hipertensión y obesidad son los más propensos a padecer ERC.

“El paciente puede aumentar las toxinas en la sangre, pero mientras no se hace un estudio de sangre, no sabe y cuando comienza a padecer de la hipertensión descontrolada , anemia, el edema, hasta entonces el paciente siente lo síntomas, y es cuando está en la etapa cuatro o cinco, y poco se puede hacer por él, y es ahí donde empieza la etapa de remplazo renal o transplante”.

Dijo que en México hay mil 300 nefrólogos certificados para una población de 130 millones de habitantes, pero la clave para evitar que este padecimiento aumente, está en el fortalecimiento del primer nivel de atención.

Explicó que la mejor forma de cuidar los riñones es no tener sobrepeso; si se sufre de diabetes, llevar un control adecuado, al igual que la hipertensión. Mejorar los hábitos alimenticios, y dejar de fumar, consumir drogas o medicamentos no autorizados y productos milagro, porque repercute no sólo en los riñones, sino en el hígado.

Los lazos familiares se rompen

La presidenta de la Asociación de enfermos renales del estado de Guerrero, Miriam Fajardo de los Santos, indicó que el tratamiento para un paciente que no tiene seguridad social es muy elevado, porque cada sesión de hemodiálisis ronda los mil 800 pesos en los hospitales privados y al mes el gasto es de hasta 18 mil pesos.

La repercusión de padecer esta enfermedad no sólo es en el primer círculo de la familia, los amigos y conocidos evitan a quienes tiene un paciente con ERC, porque el enfermo renal siempre está necesitado de dinero para la hemodiálisis, y la atención especial que se requiere, debido a que la alimentación es baja en calorías.

“Suena triste y cruel, pero muchas veces los lazos familiares se rompen por la falta de cultura”.

Indicó que los pacientes pobres son los que más sufren con la enfermedad, porque no tienen acceso al tratamiento de manera gratuita, a pesar de que a través del Instituto de Salud para el Bienestar se les atiende y se les subroga el servicio de hemodiálisis.

La mujer dijo que entre el 40 y 50 por ciento de la población sufre de esta enfermedad y muchos no lo saben, porque cuando se enteran, ya están en la última etapa de la enfermedad.

Lamentó que aún no hay una concientización ni cultura de la donación de órganos por parte de las familias en Guerrero, y eso ha limitado a muchos poder alargar años de vida, al recibir un trasplante de riñón.

Fajardo de los Santos recordó que la asociación se conformó en 2010 ante las restricciones que comenzaron a imponerse en el IMSS donde no se quería cubrir el tratamiento completo de los enfermos renales que necesitaban una hemodiálisis.

“Vivimos los tormentos de la hemodiálisis cada tres días”

La hija de Fajardo de los Santos nació con hipoplasia, sus riñones no se desarrollaron. Hasta los 6 años tuvo tratamiento medicado para mantener limpia su sangre de toxinas, después tuvo la necesidad de la diálisis peritoneal.

En 2003, su hija que actualmente tiene 29 años fue trasplantada, pero en 2007 perdió el injerto de riñón debido a una intoxicación por inmunosupresión, y regreso a diálisis peritoneal, pero al dañarse a cavidad peritoneal, volvió a hemodiálisis en el Hospital Siglo XXI, de la Ciudad de México.

La mujer expresó que para su esposo y ella ha sido una bendición tener seguridad social, porque desde que nació su hija ha sido atendida en el IMSS, porque los gastos para poder sobrellevar el padecimiento crónico es muy elevado.

Compartió que ni su esposo, ni ella son candidatos para poder donarle a su hija un riñón, pero ahora ella no puede ser intervenida debido a que padece una malformación cardiaca, por eso ahora “vivimos los tormentos de la hemodiálisis cada tres días”.

A pesar de la enfermedad, su hija pudo estudiar y terminó la carrera de técnico en enfermería, e incluso estaba laborando en el Sector Salud.

El impacto en lo que sería la cotidianidad para otros, es que la enfermedad impide viajar de vacaciones o nadar en un alberca, todo el tiempo es estar pensando en ahorrar para tener dinero si se presenta alguna emergencia.

Covid, la vacuna y la ERC

Cuando llegó el virus que causa el Covid-19 a México, los enfermos renales crónicos tenían mucho miedo, porque nadie sabía lo que implicaría para ellos infectarse, dice el nefrólogo Hernández Paz y Puente.

“En el paciente renal crónico en un principio, cuando inició la primera ola, había mucho temor, debido a que son pacientes inmunocomprometidos y vulnerables, esta enfermedad iba hacer muy agresiva, pero se demostró que la enfermedad se comportó de la misma forma que una persona sin esta enfermedad crónica”.

Dijo que la gente que falleció fueron aquellos que estaban descompensadas, y que padecían de diabetes, obesidad e hipertensión, pero con la llegada de la vacuna se demostró que en el momento de vacunar a los pacientes tenían un menor riesgo de hospitalización, más no de infectarse.

A dos años, ya hay mucha evidencia y estudios que demuestran la eficacia de todas las fórmulas de las vacunas contra el virus, pero acentuó que en el paciente renal crónico, las defensas que se logra generar no son las mismas que las personas sin la enfermedad, pero se protege y se ve beneficiado, por eso llamó a que quienes no se han vacunado, que lo hagan.

Recordó que una gran parte de la población enferma preguntaba si era seguro vacunarse, “era el miedo de todo el mundo al principio, ahora con toda la certeza científica vacunarse no se corre ningún riesgo”.

Hernández Paz y Puente compartió que las recomendaciones que se dieron durante la pandemia para la población en general, son habituales para los enfermo renales, quienes están acostumbrados al uso del cubrebocas, así como el personal médico que los atiende cuando acuden a la hemodiálisis, mismas que no se suspendieron durante toda la pandemia.

Texto: Jacob Morales Antonio

 

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