No se puede ir contra la voluntad de la gente, afirma en Palacio Nacional. Ojalá el anuncio de la cancelación del proyecto sirva para que se reconcilien los pueblos en la zona de Cacahuatepec, dice Tlachinollan. El presidente también se compromete a una entrega al 100 por ciento del fertilizante este año.
Ciudad de México, 21 de enero de 2020. El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que no se va a construir la presa La Parota y que este año el programa del fertilizante servirá al “100 por ciento”, durante la conferencia matutina de este lunes.
El mandatario se comprometió a investigar la irrupción de marinos en terrenos del vocero del Consejo de Ejidos y Comunidades Opositoras a la Parota (Cecop), Marco Antonio Suástegui Muñoz, en agosto pasado.
El reportero de CentralFM, Rodolfo Montes, le preguntó a López Obrador si el gobierno federal va a retomar el proyecto de la hidroeléctrica de La Parota tras la irrupción de un convoy de la Marina sin una orden judicial el 9 de agosto en terrenos de Suástegui Muñoz, hecho que retomó la estación de radio con la publicación de un video en su página internet este domingo en el que se observa la discusión entre los marinos y el comunero.
El presidente negó que se retome el proyecto de la hidroeléctrica, “miren, no se puede hacer ninguna obra en contra de la voluntad de la gente. Lo de La Parota tiene oposición y no se va a construir esa presa, como no vamos a construir otras presas”, y especificó que la único que se hará es la ampliación de la que está ubicada en Chicoasén, Chiapas.
Indicó que se van a modernizar las turbinas de las presas actuales y que revisará el caso de Suástegui, además de que el secretario de la Marina, José Ojeda Durán, informe sobre lo que sucedió.
El reportero reiteró que el líder del Cecop teme por su vida y López Obrador contestó que “pues nosotros lo protegemos. Y no se violan los derechos humanos, el Estado en estos tiempos dejó de ser el principal violador de los derechos humanos. Está prohibido violar los derechos humanos. Los servidores públicos tienen que garantizar los derechos humanos, proteger las vidas de las personas, todos”.
En el video se observa a Marco Antonio Suástegui increpando, evidentemente molesto, a los marinos que entraron a su propiedad, a quienes les pregunta en diversas ocasiones quién los mandó, a lo que nunca contestan. El comunero les muestra sus marcas de tortura y les menciona que está en un proceso de pacificación tras ser liberado, al tiempo que le pega tres veces a una de las dos camionetas con un machete.
Al mando estaba el “Teniente Santo, pertenezco al Batallón de Infantería 22 de aquí de Acapulco”, quien justificó su paso, primero diciendo que “estoy haciendo mi trabajo” y luego que “nosotros sabemos que arriba hay un lugar que se llama La Parota, no sé qué, eso es lo que quiero conocer”.
Junto con otros compañeros, Marco Antonio Suástegui reviró que no podían pasar, denunció que rompieron el alambrado de su propiedad, además que previamente un helicóptero sobrevoló por la zona. El marino negó que haya mandado al helicóptero, pero lo justificó con que “anda haciendo un vuelo de reconocimiento, andan entrenando a los pilotos nuevos”, y aseguró desconocer la ubicación de la casa del comunero.
El Sur publicó el 10 de agosto la declaración vía telefónica de Suástegui Muñoz, quien manifestó que los marinos que iban en las dos patrullas, una con el número 800 164, fueron llevados por Benita Solís Valeriano, esposa de Mauro Gallegos, simpatizante del proyecto de la presa, y la hija de ambos, Zuri Gallegos, “ellos fueron los que los metieron y querían que la Marina me levantara”.
Posteriormente el vocero del Cecop denunció el hecho en la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), al igual que en diciembre cuando policías estatales lo encañaron y amenazaron al mediodía el día 15.
El 7 de enero de 2018 ocurrieron dos enfrentamientos en la comunidad de La Concepción donde hubo 11 muertos, en el primero, por la madrugada, fueron ocho, seis civiles y dos policías de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC), mientras que al mediodía, durante el desarme de los comunitarios, tres efectivos de esta organización fueron abatidos por policías estatales. Por estos hechos Marco Antonio Suástegui estuvo en la cárcel hasta el 7 de junio pasado cuando salió con otros 15 integrantes de la organización. Otros nueve compañeros suyos fueron liberados meses antes.
El vocero del Cecop, organización que se creó desde el 2003 para impedir que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) avanzara con la construcción de la presa, ya había estado preso en Nayarit del 17 de junio de 2014 al 21 de agosto de 2015.
Aumentó producción en el campo
En la conferencia, el reportero del periódico La Razón, Antonio López, le preguntó al mandatario federal sobre el programa del fertilizante, del que se quejaron los campesinos de la Sierra alta de Guerrero, citó el reportero, quienes aducen a la falta de insumos una reducción de 50 por ciento de su cosecha, cien mil productores afectados, 70 mil hectáreas no fueron sembradas, lo que representa una pérdida tres mil millones de pesos.
“Tengo otra información”, empezó respondiendo López Obrador, y aseveró que aumentó la producción “aun no entregando todos los fertilizantes”.
Reconoció “ineficiencias del gobierno federal” para repartir el fertilizante, pero también señaló que hubo bloqueos “debido a que había un sistema de entrega de fertilizante en donde nosotros consideramos se presentaban muchas irregularidades. Los que manejaban el sistema anterior bloquearon porque no les gustó que se entregaran de manera directa los fertilizantes”. Lamentó que la Montaña, “que es la zona más necesitada”, fue donde más hubo bloqueos.
Recordó su visita a Tlapa en noviembre pasado, donde se comprometió a que el reparto de fertilizante este año “tiene que funcionar muy bien, al 100 por ciento”.
A pesar de su “historia de corrupción”, anunció la rehabilitación de la planta petroquímica Pajaritos, ubicada en Coatzacoalcos, Veracruz, que será la encargada de producir el fertilizante para los campesinos de Guerrero, Puebla, Tlaxcala, y especificó que se busca que el insumo “no afecte el suelo, lo más orgánico que se pueda”.
Texto: Ramón Gracida Gómez / Foto: Agencia Reforma
