Texto: Apro/ Foto: Cuartoscuro (En la imagen, Andrés Manuel López Obrador, se reunió con centenares de personas y simpatizantes de su partido en la plaza municipal de Comalcalco, Tabasco, el pasado 28 de abril)
Villahermosa, Tabasco, 3 de julio de 2018. Andrés Manuel López Obrador obtuvo en su tierra natal, el domingo anterior, 758 mil 730 votos, 79.83 por ciento, es decir, de cada 10 tabasqueños que acudieron a las urnas, unos ocho sufragaron por su paisano para llevarlo a la Presidencia de la República.
Alrededor de 20 por ciento más de los que recibió en 2012 y 24 por ciento de los que sacó en 2006.
Además, en las tres elecciones presidenciales, el “efecto” López Obrador también se ha llevado las seis diputaciones federales y las dos senadurías.
De acuerdo con cifras oficiales del IFE-INE, en julio de 2006, en su primera candidatura presidencial impulsada Por el bien de todos, de la coalición el PRD-PT-Movimiento Ciudadano, López Obrador recibió 512 mil 743 votos (56 por ciento) de sus paisanos.
El otro tabasqueño, Roberto Madrazo Pintado, abanderado del PRI-PVEM, obtuvo 344 mil sufragios (37 por ciento) y el panista Felipe Calderón, 31 mil (3 por ciento).
En 2012, López Obrador obtuvo 647 mil sufragios (59 por ciento), 28 puntos por encima de los 346 mil (31 por ciento) de Enrique Peña Nieto, candidato del PRI-PVEM.
Y el domingo pasado, 758 mil 730 votos, 79.83 por ciento, contra 85 mil 391 (8.98 por ciento) del candidato del PRI-PVEM-Panal, José Antonio Meade, y 74 mil 250 (7.80 por ciento) del abanderado de Por México al Frente (PRD-PAN-MC), Ricardo Anaya, que quedó en tercer lugar, pese que el gobierno tabasqueño es perredista.
En 2006, el “efecto AMLO” llevó al Senado a la fórmula encabezada por el actual gobernador, Arturo Núñez; en 2012, a la que presidía Adán Augusto López Hernández, candidato triunfante al gobierno del estado por la coalición Juntos Haremos Historia (Morena-PT-PES).
Y el pasado domingo, a Mónica Fernández y Javier May Rodríguez, con más de 605 mil votos (67 por ciento).
Sin embargo, para la elección local de octubre de 2006, cuatro meses después de la federal, no se dio el “efecto” López Obrador y el candidato a la gubernatura del PRD, César Raúl Ojeda Zubieta, perdió ante el priista Andrés Granier por más de 80 mil votos de diferencia.
Los priistas también se llevaron 10 alcaldías y siete el PRD, aunque éste último ganó 11 diputados de mayoría y 10 el PRI.
En 2012, regresó el “efecto” como un tsunami que barrió al PRI en Tabasco que, por primera vez en más de 80 años, perdió la gubernatura ante Arturo Núñez Jiménez, abanderado de la coalición PRD-PT-MC.
Además, como en 2006, la coalición perredista ganó las seis diputaciones federales y las dos senadurías.
También 10 alcaldías y 16 diputaciones de mayoría; el PRI ganó siete alcaldías y tres diputaciones, una el PT y una un independiente.
El pasado domingo, el “efecto AMLO” desapareció al PRD y PRI, al ganar la Presidencia de la República, gubernatura, 15 de 17 alcaldías, las 21 diputaciones locales y las seis federales, así como el Senado.
Al PRD y PRI sólo les dejó entre cuatro y cinco diputaciones plurinominales para la próxima legislatura, así como dos pequeñas alcaldías al sol azteca (Jonuta y Emiliano Zapata).
Además de la gubernatura, el PRD gobierna actualmente nueve municipios, incluido Centro, cabecera de Villahermosa, y controla el Congreso local con 18 diputados.
El PRI gobierna seis municipios y tiene seis diputados. El PVEM, dos municipios y cinco legisladores.
