Chilapa, Guerrero, 9 de agosto de 2020. El obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, insistió en que se tienen que aplicar las pruebas Covid-19 para rastrear la enfermedad porque en estos momentos la sociedad está desprotegida “a la buena de Dios”.
Expresó que el obispo también corre el riego de contagiarse por estar cerca de la gente, por lo que manifestó su deseo de realizarse la prueba.
Rangel Mendoza dijo que por ignorancia o por terquedad, mucha gente se rehúsa a usar el cubrebocas, por lo que las cifras de contagios siguen en aumento, “hay que seguir insistiendo si nos queremos librar de esta pandemia”.
Insistió en que la mejor manera de detectar el virus es por medio de las pruebas, porque dijo que son los ojos de la epidemia, “pero estamos a la buena de dios, que dios nos proteja y la virgen también”.
El obispo recordó que en la diócesis cinco sacerdotes han sido contagiados de Covid-19, dos de ellos con más de 80 años de edad y el caso de un sacerdote más joven que el pasado lunes recayó.
Adelantó que las procesiones y carros alegóricos que salen por la festividad de la virgen de la Asunción en Chilapa, donde se hace un recorrido masivo de los tigres y perros serán suspendidos por la iglesia, para evitar la propagación del virus.
En cuanto a la campaña Mom, I’m in Acapulco, opinó que desagraciadamente no pegó. El gobierno debe de ser más consciente de ser cosas más positivas para que no se tenga la idea de que Acapulco es un lugar de reventón.
Rangel Mendoza estuvo en la catedral de Chilapa la cual estuvo repleta, donde acudieron más de 300 asistentes, algunos sin cubrebocas.
Texto y foto: Luis Daniel
