Oh, decepción

Jorge Camacho Peñaloza

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7 septiembre,2018 8:00 am
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Jorge Camacho Peñaloza

Los principios naufragaron, y el funesto triunfo de los hombres se redujo a substituir un déspota por otro que a su cetro de tiranía aunó el despotismo más escandaloso que registran las etapas de los tiempos. Emiliano Zapata.

Ya se están empezando a escuchar las primeras exclamaciones de decepción y como que no quiere despegar la Cuarta Transformación y en lugar de eso estamos ante una extensión de la tercera, es decir seguiremos sufriendo un régimen que usa las instituciones y hace política monopólica en beneficio de sus propios intereses de grupo. Es increíble que más pronto de lo que se pensaba, el nuevo partido en el poder que encabeza Andrés Manuel López Obrador esté dando muestras de que la cuarta transformación será cualquier cosa menos demócrata, republicana, federalista, popular.
Apenas el primer día de la nueva Legislatura del Congreso de la Unión se vino abajo la prometida autonomía de los poderes públicos, al traste los pesos y contrapesos que tanto exigieron. ¿División de poderes? Triste aparición en escena como protagonista principal, de nueva mayoría, las y los legisladores de Morena erigiendo estruendosamente otra vez el culto a la personalidad con la exclamación a pecho abierto y al unísono de “es un honor estar con Obrador”, casi casi el grito de ¡muera el rey, viva el rey!, con el que estos demócratas legisladores, desde el Poder Legislativo que debiera ser autónomo e independiente como lo platearon Voltaire y Rosseau, y como se establece en nuestra Constitución, exhibieron su verdadera convicción, no de división, autonomía y contrapeso de poderes, sino de total supeditación a quien realmente representan en las cámaras, no a la ciudadanía, sino al otro Poder Ejecutivo, a Andrés Manuel López Obrador, de quien dependerá su toma de decisiones. Nunca así podrá darse una verdadera cuarta transformación del país con prácticas tan igual o más presidencialistas que el régimen priísta. No simulen, esto es una regresión.
En medio del autodesenmascaramiento, de soltar a grito abierto a quien le van a servir, los senadores y diputados de Morena argumentan que Andrés Manuel López Obrador fue quien les abrió las puertas del Congreso como representantes del pueblo, borrando de un plumazo el voto ciudadano ¿será posible que ya se les olvidó? Como votantes por el candidato a la Presidencia de la República pueden gritar lo que quieran, pero nunca como representantes populares. ¿Qué clase de Poder Legislativo, de legisladores son los de Morena que hasta el regaño de López Obrador se ganan? ¿Qué clase de Poder Ejecutivo representa López Obrador que hasta la cartilla les lee a diputados y senadores de su partido? ¿Quién les va a creer que defienden la división y autonomía de poderes, los pesos y contrapesos?
Y bueno ya iniciada la regresión e instalados en la simulación, y tratando de erigirse como el poder justiciero, y creyendo que pueden hacer justicia por su propia mano los senadores morenistas en un primer momento exhiben su talante robespierrano coartando su derecho de solicitar licencia a un senador para poder regresar a su estado a seguir siendo gobernador, y para corregir la evidencia qué mejor un arreglo de intereses por debajo de las convicciones que dicen profesar: te doy la licencia a cambio de cinco diputados verdes para hacer la mayoría absoluta, y les salió barato.
Para mí la cuarta transformación ya se derrumbó con esta exhibición que está dando Morena de fomentar la supeditación del Poder Legislativo al Poder Ejecutivo, esta es una traición el principio de la división de poderes, al promover el Chapulineo que es una traición a las ideologías, al poner a la venta las convicciones a cambio de mayorías de ficción, que es una traición a la convicción. ¿Deveras tendrá López Obrador el poder de purificar las ideologías de los legisladores y legisladoras que están abandonado los partidos que los llevaron a esos cargos y que ahora les dan la espalda para irse con Morena? Se pensaba que venían mejores tiempos en el Congreso de la Unión, más diplomacia, más altura de miras, más diálogo, principios y valores republicanos, al parecer con la nueva mayoría morenista no será así.
Vuela vuela palomita y ve y dile: A los 30 millones de ciudadanas y ciudadanos que creyeron en Morena, que no sientan desilusión, si desde endenantes les decíamos que iba a llegar el autoritarismo y la regresión.
 

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