Texto: Beatriz García/ Foto: Eric Chavelas Hernández
Chilpancingo, Guerrero, 28 de julio de 2018. Unos 20 católicos se reunieron afuera del edificio de la organización internacional no gubernamental que brinda servicios de anticoncepción e interrupción legal del embarazo Marie Stopes México, que está próximo a abrirse, para manifestarse haciendo oración en contra de esta clínica.
Además, este edificio ya tiene sellos de suspensión temporal de servicios, en los que se indica “La Secretaría de Salud Gurrero a través de la Comisión para la Protección contra Riesgos Sanitarios del Estado de Guerrero, preventivamente y en protección a la población contra el riesgo sanitario, ordena la aplicación de la medida de seguridad sanitaria”.
A las 2 de la tarde, los integrantes, que pertenecen a grupos como el Círculo Católico y la Congregación de las Hermanas Cruzadas de la Iglesia –que tienen su convento casi enfrente de la clínica– llegaron a la puerta de las instalaciones para rezar un rosario y de esta forma manifestarse en contra de la interrupción del embarazo.
En su mayoría hubo mujeres, entre jóvenes, adultos y adultos mayores.
Una mujer de tez blanca, estatura baja y de avanzada edad rezaba con un rosario en mano, cuyas cuentas en su interior tenían figuras de fetos, y que decía estar en contra del aborto.
En el rosario pidieron que “los medios de comunicación siempre defiendan la vida; que todas nuestras autoridades siempre estén a favor de la vida y de los más indefensos; pedimos por esos niños que están a punto de ser abortados para que sus madres no cometan ese terrible crimen”.
Al finalizar, la católica Mayra Morales pidió tolerancia hacia su protesta, así como se tolera a las personas que defienden a los animales.
Opinó que las mujeres que optan por interrumpir su embarazo “toman una decisión desesperada porque no saben qué hacer, por eso hacemos un llamado a las autoridades, les pedimos que se unan a defender la vida”.
Comparó la violencia del crimen organizado que se padece en la ciudad con “el aborto”.
Resaltó que está en contra de la interrupción del embarazo, no de las personas que estarán encargadas de esta clínica.
Incluso se atrevió a decir que si hay una mujer que quiere abortar tenga al bebé, que se lo dé, porque en esta situación “hay dos víctimas, la madre, quien es víctima porque jamás va a ser igual, ella se convierte en una asesina”.
Además justificó su posición, asegurando, sin aportar datos o evidencias, que los embriones se usan para hacer productos cosméticos.
Agregó que es difícil ayudar a todos los niños que sobreviven en la calle, víctimas de violencia o en extrema pobreza, pero que pueden ayudar a los que están cercanos a ellos.
Los católicos, que rezaron hincados, dijeron que seguirán manifestándose en contra de la interrupción del embarazo, aunque sea legal.
