Acapulco, Guerrero, 19 de abril de 2019. En el tradicional encuentro de Jesús y María en el Zócalo de Acapulco, el arzobispo Leopoldo González González oró en su discurso ante unos 200 feligreses por las madres que como la Virgen sufren por sus hijos y las que en las noches, muy en la soledad, derraman lágrimas amargas porque saben que están metidos en “la maña”.
En su mensaje durante el viacrucis, frente a la catedral, dijo que este encuentro está cargado de emoción y lágrimas amargas, que expresa la fuerza invisible del amor materno que supera todos los obstáculos y abre caminos.
El prelado católico expresó que la Virgen María recoge las lágrimas de las madres cuyos hijos salieron del hogar olvidando a sus padres, a sus hermanos y se mantienen alejados; a las que el alcohol y las drogas se los han rebatado; las que han perdido a sus hijos por ser comercializados en la inhumana trata de personas.
También por las madres que lloran porque sus hijos han sido desaparecidos o ejecutados por las bandas criminales; por las que sufren por la extorsión que roba a las familias el alimento de los hijos; y finalmente por las que en las noches, muy en la soledad, derraman lágrimas muy amargas porque saben que sus hijos andan en “la maña”.
Texto, foto y video: Argenis Salmerón
