Peso e inflación, un dolor de cabeza para el gobierno: dólar se cotiza hasta en 19:87

En los primeros 15 días del último mes del año, el Índice Nacional de Precios al Consumidor se vio impactado por el alza del transporte aéreo; seguido por...

221 0
21 diciembre,2017 3:23 pm
221 0

Ciudad de México, 21 de diciembre 2017. Por segundo día consecutivo el mercado cambiario mexicano sufrió los embates de la aprobación de la Reforma Fiscal de Estados Unidos, además de la incertidumbre sobre el futuro del Tratado de Libre Comercio para América del Norte (TLCAN), por lo que el dólar se fortaleció y, al cierre de la jornada, rozó los 19:90 pesos.

En algunas instituciones bancarias, como Scotiabank el tipo de cambio cerró en 19:87 pesos por dólar, venta al público en general, el mayor nivel desde mediados de marzo pasado.

Si bien al debilitamiento del peso debe sumarse una combinación de factores, en este momento la Reforma Fiscal estadunidense es el principal. Y se espera que el impacto sea mayor porque el presidente Donald Trump aun no promulga.

“Parte del debilitamiento del peso se debe a que la aprobación de la reforma en Estados Unidos reduce la competitividad fiscal de México. Existen específicamente dos cambios a la reforma fiscal estadunidense que pueden afectar a la economía mexicana, uno es el del recorte de la tasa de impuestos a corporativos de 35 a 21 por ciento, tasa que es considerablemente menor a la que México tiene actualmente”, explicó un análisis del Banco Base.

Otra de las medidas que tendrá un impacto sobre la economía del país será la del cambio a las tasas de impuestos de repatriación de capitales, con lo que se busca que las empresas estadunidenses con operaciones en México envíen sus utilidades a aquel país en lugar de reinvertirlas aquí mismo.

A las malas noticias de la Reforma Fiscal de EU, se sumó este jueves la de la inflación interna que parece no tener un techo, luego de que durante la primera quincena de diciembre se elevó 0.44 por ciento para colocarse en una tasa anual de 6.69 por ciento, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Dicha cifra es la más alta para un periodo similar en los últimos 16 años.

En los primeros 15 días del último mes del año, el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) se vio impactado por el alza del transporte aéreo, el cual aumentó 41.12 por ciento; seguido por el jitomate, con un incremento del 19.56 por ciento; la calabacita 13.20 por ciento; los servicios turísticos en paquete, 12.40 por ciento; y en menor medida subieron los costos de la gasolina de bajo octanaje, del gas doméstico LP, del huevo, restaurantes y similares, así como de los automóviles.

En contraste, disminuyeron los precios de la cebolla, la papa y otros tubérculos, del chile serrano, tomate verde, aguacate, limón, el pollo, lociones y perfumes, así como de los suavizantes y limpiadores, entre otros.

De esta forma, la inflación subyacente, integrada por mercancías y servicios, excepto agropecuarios y energéticos se elevó 0.43 por ciento, dando como resultado una tasa anual del 4.90 por ciento en la primera quincena de diciembre.

Mientras que la no subyacente se disparó a 12.20 por ciento, prácticamente el doble que la el INPC en su conjunto. La inflación no subyacente se compone por los precios de los productos energéticos y agropecuarios, que tienen la característica de ser los más volátiles y que en el periodo referido, fueron los que tuvieron mayor variación al alza.

Así las cosas, la inflación es una de las principales preocupaciones para el Banco de México (Banxico), que en su último comunicado de Política Monetaria, adelantó que la convergencia de dicho indicador a la meta del 3% (+/- un punto porcentual) será más lenta de lo planteado, es decir, hasta el 2019 alcanzará dicho rango.

Sin embargo, esa previsión está sujeta a riesgos como el hecho de que se registre una depreciación de la moneda nacional en respuesta, entre otros factores, a una evolución desfavorable del proceso de negociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

También puede presentarse una reacción adversa de los mercados a las acciones de política monetaria o fiscal en los Estados Unidos o a volatilidad asociada al proceso electoral de 2018.

Otro riesgo que destacó el banco central es que los precios de los bienes agropecuarios y de los energéticos, en particular del gas LP, presente presiones adicionales.

Texto: Redacción / apro / Foto: Captura de pantalla

In this article

Join the Conversation