Piden a funcionarias que vayan a las comunidades para atender la violencia contra la mujer

En las comunidades más apartadas de Cochoapa el Grande no se podrá activar la Alerta Violeta porque carecen de energía eléctrica, y no tienen ni siquiera teléfono para...

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26 julio,2022 1:25 pm
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En las comunidades más apartadas de Cochoapa el Grande no se podrá activar la Alerta Violeta porque carecen de energía eléctrica, y no tienen ni siquiera teléfono para hacerlo, advierte una promotora en atención a la mujer en un foro de Semujer en Tlapa. Indígenas coincidieron en que para combatir la violencia y el matrimonio forzado a temprana edad, el gobierno debe garantizar educación, salud, acceso a la justicia y al empleo

Tlaquilzinapa, Tlapa, 26 de julio de 2022. En el foro Diálogo con Mujeres Indígenas, Perspectivas, Avances y Retos para la Erradicación de la Práctica de Uniones Tempranas Forzadas realizado el pasado viernes en el Seminario Tonantzin Guadalupe, promovido por la Secretaría de la Mujer, las asistentes pidieron a las funcionarias que atiendan la violencia contra la mujer, pero que acudan a sus comunidades a ver como es la vida allá y hablen con los hombres y las autoridades comunitarias.

“Allá en la Montaña donde las comunidades más apartadas de Cochoapa el Grande no podrán activar la Alerta Violeta porque carecen de energía eléctrica, y no tienen ni siquiera teléfono para hacerlo”, dijo una promotora en atención a la mujer.

Esta estrategia recientemente la anunció la gobernadora Evelyn Salgado Pineda, que consiste en la búsqueda inmediata de niñas y mujeres desaparecidas, con la participación de los tres niveles de gobierno.

Los presidentes municipales estuvieron en el seminario Tonantzin Guadalupe para cumplir el protocolo y tomarse la foto, porque no se quedaron a escuchar las violencias que viven las mujeres en sus comunidades y las posibles soluciones, “no escucharon la historia de Angélica, Anayeli de Lucía, niñas que han sido víctimas de la violencia”, señaló la abogada del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, Neil Arias Vitinio.

“Espero que vayan a mi pueblo y orienten a los hombres que deben contribuir con el trabajo de crianza, porque en mi pueblo las mujeres no tenemos derecho a la voz, no tenemos derecho al voto, no tenemos derechos, no podemos ser autoridades”, manifestó una de las participantes.

Las mujeres indígenas coincidieron en que para combatir la violencia contra ellas y el matrimonio forzado a temprana edad, el gobierno debe garantizar educación, salud, acceso a la justicia y al empleo.

Porque no se puede hablar de atención si en las comunidades del municipio de Cochoapa el Grande, como Joya real, El Coyul, Dos Ríos, las escuelas están cerradas por la falta de maestros que promuevan que las niñas estudien para que sepan que hay otras oportunidades de vida y conozcan sus derechos.

La estrategia

La titular de la Secretaría de la Mujer, Violeta Pino Girón dijo que estaban para escuchar las distintas voces, sobre todo de las mujeres de las comunidades para que dijeran qué sienten, viven y lo que demandan que las autoridades hagan.

Mencionó que la estrategia para atender la violencia es parte de los compromisos que la gobernadora asumió cuando tomó protesta en el gobierno, porque antes se asumir el cargo se conoció el caso de Angélica, una menor de 15 años que pedía justicia porque sus padres la unieron en matrimonio con un niño menor de edad y que su suegro la había violado.

El caso demandó atención urgente estatal, nacional e internacional por la violación a sus derechos, por lo que ahora se busca coordinación con todas las autoridades municipales, estatales y federales en este caso a través del Inmujeres.

Agregó que el corazón de la estrategia es lograr sentarse a dialogar con las autoridades comunitarias, con los jóvenes, con los hombres para pensar en la problemática y tomar acuerdos, porque la violencia es tema cultural y se necesita la participación de todos los actores.

Para ello propone tres componentes que son: fortalecer los centros de atención de la mujer, refugios y albergues para que atiendan de manera profesional el tema de la violencia, con perspectiva de derechos humanos, género e intercultural.

Y las mujeres que acudan a solicitar estos apoyos encuentren espacios de protección y ayuda para resolver los problemas que enfrenten.

Mencionó que desde que se anunció la estrategia en noviembre, se han incorporado organizaciones sociales que sugirieron su forma de participación y lo están haciendo.

Además de un diagnóstico sobre esta práctica en dónde sucede, cómo sucede, con qué frecuencia, en dónde está esa práctica por lo que se focalizaron nueve municipios con los que se trabajará: Tlapa, Cochoapa el Grande, Metlatónoc, Atlamajalcingo del Monte, Alcozauca, Xalpa, Tlacoachistlahuaca, San Luis Acatlán e Igualapa. De estos se acudirá a 24 comunidades.

En la primera etapa se está haciendo la capacitación a los servidores públicos, autoridades comunitarias y municipales sobre los derechos de las mujeres.

Preguntó cómo se podría garantizar que escuela esté abierta en las comunidades para que las niñas se eduquen porque son quienes enfrenan los problemas sociales, si las deja el marido tienen que sacar adelante a sus hijos, o el centro de salud que cuente con los médicos necesarios.

Para la presidenta del Instituto Naciones de las Mujeres (Inmujeres), Nadine Gasman Zylbermann es hora de escuchar a las mujeres, ha venido varias veces a Tlapa, en el acto reconoció al presidente municipal de Tlapa, Gilberto Solano Arreaga de que está comprometido con transformar la situación y condición de las mujeres.

Comentó que desde la Presidencia le han instruido poner al centro a las mujeres, que nadie se quede fuera, las mujeres indígenas, afromexicanas o de la diversidad sexual.

El objetivo es cerrar las brechas de la desigualdad y para ello comentó que la gobernadora está trabajando, para que se haga una realidad que “Guerrero sea un santuario para las mujeres y niñas”, dijo, y agregó, “cuando la escuché por primera vez, dije qué profundo compromiso con que esto sea una tierra de paz, una tierra donde las niñas y adolescentes puedan vivir en paz, cumplir sus sueños, cuánto trabajo debemos hacer todas para que eso sea una realidad”.

Explicó que lo sustancial para el desarrollo de las personas, de la vida y los ideales de las niñas es que ellas tengan la posibilidad de vivir su vida con quien quieran, cuando quieran, que esa libertad de elegir si están unidas o no y no se sientan forzadas.

Pidió a las asistentes escucharlas porque tienen los cómos, no es fácil, porque no se trata de una ley, no es un decreto, ni una varita mágica porque si no ya la hubiera usado, es realmente una transformación profunda, respetuoso de los usos y costumbres que tiene como objetivo preservar la cultura y que las personas de las comunidades logren desarrollar todo su potencial y como él de las leyes a veces hay barreras y los que saben cómo quitarlas son ustedes por eso es tan importantes escucharlas, remarcó Gasman.

Explicó que es un fenómeno importante porque una de cada 20 niñas y adolescentes en el país está unida o casada, niñas de 12 a 17 años y el 70 por ciento es con mayores.

Dijo que Guerrero, Chiapas y Tabasco tienen los más altos índices de matrimonio temprano, sobre todo en la comunidad rural de poblaciones indígenas y esto tiene impactos, como los embarazos adolescentes, que ponen en riesgo la vida de las mujeres, pero también trunca su proyecto de vida porque tienen menos posibilidades de ir a la escuela, y lo que han visto en estudios es que a la larga tienen muchísimo menos de posibilidades de mejores ingresos.

Es momento de escuchar, de darse la oportunidad de planear que quieren hacer con el futuro, ser jóvenes es momento de pensar que quieren en la vida, no es momento de ser mamás o estar casadas.

Y que los gobiernos de los tres niveles tienen responsabilidades, que ya están haciendo, poniendo en marcha la estrategia integral que no va al tema punitivo, sino va a las causas, y es invertir en las escuelas, en los centros de salud, en los caminos en que las mujeres tengan dinero y recursos.

Que Inmujeres está comprometida y está trabajando con el INPI en un proyecto estratégico para fortalecer el liderazgo de las mujeres indígenas con una escuela itinerante comunitaria, actividades de la red de promotoras y diálogos con las autoridades comunitarias y presidentes municipales.

Algunas historias

Una joven de la comunidad de Juanacatlán relató que en los pueblos vecinos de Santa María Tonaya municipio de Tlapa es donde se necesita la información urgente, “a las mujeres nos aumentaron el precio, dicen que ahora las mujeres valemos en 200 mil pesos que porque el Covid-19 subió nuestro precio, y las niñas que compran se las llevan a trabajar en los campos para explotarlas”.

“Las niñas no deben venderse, no son animalitos, no saben los problemas que enfrentan cuando las unen en matrimonio porque son unas niñas, qué pasa después, que tiene hijos cuando el cuerpo de la niña no está listo, a veces el bebé nace con enfermedades, los hijos son quienes sufren las consecuencias, porque las mujeres no saben hacer el trabajo doméstico y cuando deciden dejar al marido por maltrato, son ellas quienes son castigadas porque no hay justicia para las mujeres”, expuso.

Cuando una mujer se atreve a denunciar las autoridades le piden muchos documentos y no pasa nada, por eso las demás mujeres ven que no tiene caso que denuncies, porque en las comisarías llegan a “arreglos”, se les da preferencia a los hombres.

El comisario por unas cervezas pide a la mujer que regrese con el marido y le aconseja que no se porte mal y que, aunque cuando el marido llegue borracho, la mujer tiene que darle de comer porque es su obligación.

El director de Tlachinollan, Abel Barrera Hernández en su participación contó que una niña de 13 años, proveniente de la comunidad Santa Anita del municipio de Copanatoyac, está pidiendo ayuda porque su hija recién nacida es prematura y en el hospital le dijeron que se la lleve porque no la pueden tener ahí porque la niña necesita mucho oxígeno.

En el hospital le dijeron “busca dónde va ir tu bebé porque aquí ya lleva dos semanas, y nesecita mucho oxígeno”.

Esos son los casos, realidades al que se enfrentan las mujeres obligadas a ser madres y que no cuentan con nadie, el marido está desentendido y la niña se encuentra sola, dijo que eso es parte de los matrimonios forzados, estos nacimientos prematuros y por eso las autoridades deben generar las condiciones para erradicar estas violencias que padecen las mujeres indígenas.

La directora del Centro Coordinador del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI), Martha Ramírez dice que las niñas y niños dejan la escuela para irse a trabajar como jornaleros y con la pandemia el matrimonio ha tenido mayor incremento, abandona la escuela para casarse.

Pero algo bueno es que, con el programa de los caminos artesanales, está ayudando algunas comunidades porque dejaron de migrar y prefirieron quedarse en su comunidad y sus hijos mandarlos a la escuela, eso es lo que se necesita generar fuente de empleos para que las mujeres tengan opciones.

Asistieron al encuentro, la Coordinadora para la Erradicación de la Violencia Feminicida de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres en (Conavim) Flor Dessiré León Hernández; la secretaria de Asuntos Indígenas y Afromexicanos, Reyna Mejía Morales, la titular de la Secretaría de la Juventud, Jessica Maldonado Morales.

Además, los presidentes municipales de Atlamajalcingo del Monte, Camilo Cano Guzmán; de Metlatónoc, Idelfonso Montealegre Vázquez; de Alpoyeca, Nelson García Morales; la diputada Leticia Mosso Hernández y representantes de organizaciones.

Texto y foto: Antonia Ramírez Marcelino

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