Texto: DPA/ Foto: EFE
Washington, DC, 6 de abril de 2018. El número de efectivos de la Guardia Nacional que el Gobierno de Donald Trump va a enviar a la frontera con México mientras se construye el muro puede llegar a ser superior a 4 mil.
La portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, abrió hoy la puerta a un envío superior al de entre 2 mil y 4 mil del que Trump habló la víspera.
“Habrá tantos como se necesiten”, dijo Sanders al ser preguntada al respecto en la rueda de prensa diaria. “El presidente cree que es un buen primer paso tener entre 2 mil y 4 mil. Pero si determinamos que necesitamos más, tomaremos esa decisión en su momento”.
Trump ordenó el miércoles el envío de efectivos de la Guardia Nacional a la frontera con México con la misión de ayudar a frenar la entrada de inmigración ilegal mientras construye su famoso y polémico muro.
El despliegue, que ha despertado fuertes críticas, aún no ha comenzado, ya que debe hacerse de acuerdo con los gobernadores de los estados fronterizos y aún hay conversaciones en marcha.
Texas, Nuevo México, Arizona, con gobernadores republicanos, han dado ya su respaldo público a la medida, pero California, demócrata y enfrentada a Trump por sus políticas migratorias, no se ha pronunciado aún. “Esperamos que hagan lo correcto y ayuden a proteger nuestras fronteras”, dijo hoy Sanders sobre ese estado.
La Guardia Nacional es un cuerpo de voluntarios que sirve como fuerza de reserva del Ejército. Suele ser utilizado en respuesta a catástrofes. Cada uno de los estados cuenta con la suya propia.
El gobernador de Arizona, Doug Ducey, anunció en Twitter que su Gobierno trabaja sobre el plan de desplegar a aproximadamente 150 efectivos en su frontera, que mide unos 600 kilómetros.
Tanto el demócrata Barack Obama como el republicano George W. Bush enviaron a esa frontera efectivos de la Guardia Nacional durante sus mandatos. Obama desplegó mil 200 en 2010 con la tarea de vigilar la separación fronteriza. Bush mandó 6 mil entre 2006 y 2008 como refuerzo de los agentes de fronteras.
La ley estadounidense prohíbe que los cuerpos militares actúen como agentes de policía en la aplicación de la ley, por lo que los efectivos de la Guardia Nacional que se desplieguen no podrán participar en detenciones y se tendrán que limitar a la colaboración en la seguridad fronteriza.
La portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, abrió hoy la puerta a un envío superior al de entre 2 mil y 4 mil del que Trump habló la víspera.
“Habrá tantos como se necesiten”, dijo Sanders al ser preguntada al respecto en la rueda de prensa diaria. “El presidente cree que es un buen primer paso tener entre 2 mil y 4 mil. Pero si determinamos que necesitamos más, tomaremos esa decisión en su momento”.
Trump ordenó el miércoles el envío de efectivos de la Guardia Nacional a la frontera con México con la misión de ayudar a frenar la entrada de inmigración ilegal mientras construye su famoso y polémico muro.
El despliegue, que ha despertado fuertes críticas, aún no ha comenzado, ya que debe hacerse de acuerdo con los gobernadores de los estados fronterizos y aún hay conversaciones en marcha.
Texas, Nuevo México, Arizona, con gobernadores republicanos, han dado ya su respaldo público a la medida, pero California, demócrata y enfrentada a Trump por sus políticas migratorias, no se ha pronunciado aún. “Esperamos que hagan lo correcto y ayuden a proteger nuestras fronteras”, dijo hoy Sanders sobre ese estado.
La Guardia Nacional es un cuerpo de voluntarios que sirve como fuerza de reserva del Ejército. Suele ser utilizado en respuesta a catástrofes. Cada uno de los estados cuenta con la suya propia.
El gobernador de Arizona, Doug Ducey, anunció en Twitter que su Gobierno trabaja sobre el plan de desplegar a aproximadamente 150 efectivos en su frontera, que mide unos 600 kilómetros.
Tanto el demócrata Barack Obama como el republicano George W. Bush enviaron a esa frontera efectivos de la Guardia Nacional durante sus mandatos. Obama desplegó mil 200 en 2010 con la tarea de vigilar la separación fronteriza. Bush mandó 6 mil entre 2006 y 2008 como refuerzo de los agentes de fronteras.
La ley estadounidense prohíbe que los cuerpos militares actúen como agentes de policía en la aplicación de la ley, por lo que los efectivos de la Guardia Nacional que se desplieguen no podrán participar en detenciones y se tendrán que limitar a la colaboración en la seguridad fronteriza.
