Polémico e influyente: el “Opus Dei” cumple 90 años 

Fue el 2 de octubre de 1928 cuando el sacerdote español Josemaría Escrivá de Balaguer, canonizado por el Vaticano en 2002, puso en Madrid la primera piedra del Opus Dei,...

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1 octubre,2018 6:30 pm
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Texto: DPA / Foto: Wikipedia. En la imagen, de izq. a der., san Josemaría Escrivá, el beato Álvaro del Portillo, y monseñor Javier Echevarría; fundador y dos primeros sucesores, respectivamente, al frente del Opus Dei.

Fue el 2 de octubre de 1928 cuando el sacerdote español Josemaría Escrivá de Balaguer, canonizado por el Vaticano en 2002, puso en Madrid la primera piedra del Opus Dei, la institución más influyente y polémica de la Iglesia católica.
“Sólo tenía yo 26 años, gracia de Dios y buen humor. ‘La Obra’ nació pequeña: no era más que el afán de un joven sacerdote, que se esforzaba en hacer lo que Dios le pedía”, llegó a decir en una ocasión su controvertido fundador.
En sus 90 años de existencia, la conocida como “la Obra” (Opus Dei significa “obra de dios” en latín) ha buscado contribuir a la misión evangelizadora de la Iglesia, pero también ha concentrado poder, con algunos de sus fieles en importantes cargos políticos, y ha trazado una importante red de centros educativos de prestigio.
Durante décadas ha estado envuelta en sombras por las supuestas prácticas de penitencia que buscan el dolor físico y por sus vínculos con la dictadura franquista en España, pero también por sus presuntos objetivos de poder, con algunos de sus miembros en Gobiernos de varios países de Europa y América Latina.
Afines a la institución han tratado de rebatir las acusaciones de secretismo, elitismo y sectarismo que pesan sobre ella y en los últimos años ha habido una suerte de apertura, con una estrategia de comunicación que no ha logrado enterrar las críticas.
La propia organización, considerada una de las más conservadoras de la Iglesia católica, destaca en su página web que su finalidad es ayudar “a encontrar a Cristo en el trabajo, la vida familiar y el resto de actividades ordinarias”.
Cuenta con más de 2 mil sacerdotes y más de 92 mil miembros en 68 países. En 2005, el periodista John L. Allen cifró su patrimonio en 2 mil 800 millones de dólares (más 2 mil 300 millones de euros) en su libro “Opus Dei, una mirada objetiva detrás de los mitos y la realidad de la fuerza más controvertida de la Iglesia católica”.
Canónicamente goza de una forma legal única en la Iglesia, la de “prelatura personal”, lo que la convierte en una especie de diócesis con obispo y clero propios, pero que no está adscrita a un territorio sino a las personas que se adhieren a ella.
En sus primeros años, cuando todavía no se conocía con su nombre actual, la organización se dedicó principalmente a abrir centros de estudios donde se impartieron clases de derecho o arquitectura.
La guerra civil española (1936-1939) llevó a Escrivá de Balaguer a huir de la zona republicana y a refugiarse un tiempo en Francia ante el temor de ser represaliado antes de volver a España a la zona dominada ya por el bando de los sublevados (de Francisco Franco).
La contienda retrasó sus planes de expandir “la Obra” a otros países, pero, una vez finalizada e instaurado el régimen franquista, el fundador del Opus Dei se trasladó a Madrid y se afanó en llevar su proyecto a todos los rincones de España.
Algunas de las críticas que ha recibido el Opus tienen relación precisamente con su supuesto vínculo con la dictadura de Francisco Franco, que contó con varios ministros de la institución religiosa.
Hasta 1941, el Opus no fue reconocido jurídicamente por la Iglesia católica. El obispo de Madrid Leopoldo Eijo Garay la aprobó ese año. Poco después se ordenó a sus primeros sacerdotes, quienes emitían los correspondientes votos de castidad, pobreza y obediencia.
Tras la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), Escrivá de Balaguer se trasladó a Roma para tratar de difundir su proyecto a escala internacional. Los años 40 fueron los de la expansión de “la Obra” por países como Italia, Inglaterra, Francia o Portugal.
Unos años más tarde, en 1950, llegó la aprobación definitiva por parte del papa Pío XII.
Fue en esa época cuando se produjo el salto del Opus Dei a América Latina, una de las regiones donde está más asentado. En 1950 llegó a Chile y Argentina y, en los años siguientes, a Venezuela, Colombia, Perú, Guatemala, Ecuador y Uruguay.
De forma paralela, comenzó a funcionar en la ciudad española de Pamplona (norte) lo que se denominaba Estudio General de Navarra, más tarde convertido en la prestigiosa Universidad de Navarra.
Cuando Escrivá de Balaguer falleció, en 1975, su proyecto contaba con unos 60 mil asiduos de 80 nacionalidades distintas.
Siete años después, el papa Juan Pablo II erigió al Opus Dei en la primera prelatura personal de la Iglesia católica y puso al frente a Álvaro del Portillo. A su muerte en 1994, le sucedió Javier Echevarría, quien fue ordenado obispo un año después.
El más reciente relevo al frente de la organización tuvo lugar en 2016 con el nombramiento de Fernando Ocáriz Braña como prelado, a raíz del fallecimiento de Echevarría.
Uno de los hitos del Opus Dei fue la canonización de su fundador, en 2002, que congregó en Roma a más de 300 mil personas. El proceso fue apoyado por algunas de las figuras más destacadas de la jerarquía eclesiástica, pero también estuvo marcado por la polémica por la excepcional rapidez con la que se realizó, según algunos sectores.
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