Ciudad de México, 1 de enero de 2018. De acuerdo con la “Clasificación Mundial 2017” publicada por la organización no gubernamental Reporteros Sin Fronteras, el periodismo en 2017 se ha visto afectado por la erosión de las democracias alrededor del mundo.
Este reporte revela que las violaciones al derecho a informar de los periodistas ya no son exclusivas de los regímenes autoritarios ni de las dictaduras, pues también en las democracias esta libertad es cada vez más frágil.
En tan sólo un año, el número de países en los que la situación de los medios de comunicación es “buena” o “más bien buena” disminuyó 2.3%.
Los países considerados como modelos democráticos no escapan a este porcentaje a la baja: Canadá descendió cuatro puestos en la clasificación, Estados Unidos perdió dos posiciones, Polonia, siete, Nueva Zelandia, ocho y Namibia, siete.
Las afectaciones a la libertad de prensa son en particular visibles en las democracias europeas. En 2017 descendieron hasta los países del norte, que por lo general ocupan los primeros lugares en la clasificación.
“Las democracias que hicieron de la libertad de prensa uno de sus fundamentos deben seguir siendo un modelo para el resto del mundo, y no a la inversa”, advirtió Christopher Deloire, Secretario General de Reporteros Sin Fronteras. “A fuerza de cercenar la libertad fundamental de informar, con el pretexto de proteger a sus ciudadanos, las democracias pueden perder su alma”, añadió.
En México
Nuestro país figura desde hace varios años entre los países más peligrosos para la prensa en el mundo.
De acuerdo con la Asociación Internacional de Periodistas, “los medios continúan sumergidos en una extrema violencia por parte de insurgentes en Afganistán y de los implacables grupos del crimen organizado en México”.
De esta forma, México cierra como “el país en paz más peligroso del mundo para los periodistas”, pues 12 periodistas fueron asesinados en nuestro territorio de forma intencional según RSF.
Según el balance de RSF, “En este país donde imperan los cárteles del narcotráfico, los periodistas abordan temas como el crimen organizado o la corrupción de los políticos, sufren casi de manera sistemática amenazas, agresiones y pueden ser ejecutados a sangre fría”. RFS también llama la atención sobre la impunidad en lo relacionado con los crímenes contra los comunicadores.
Los 12 periodistas asesinados en México en 2017
Cecilio Pineda murió a los 39 años, fue el primero en ser asesinado en 2017 en México. El 2 de marzo, mientras esperaba que le entregaran su vehículo en un autolavado en Pungarabato, dos hombres armados, a bordo de una motocicleta, le dispararon. El reportero murió minutos después.
Pineda dirigía La Voz de Tierra Caliente y fue colaborador de El Universal; cubría la fuente policíaca en la región de Tierra Caliente, era crítico contra la corrupción del gobierno local.
Ricardo Monlui Cabrera fue asesinado el 19 de marzo en Yanga, municipio de Veracruz. El periodista salía de un restaurante junto a su esposa e hijos cuando lo balearon.
Tenía 57 años, dirigía el periódico El Político y era columnista del Diario de Xalapa y el Sol de Córdoba. Ya en 2010 habían intentado asesinar a su hijo, Ricardo Monlui Ruiz, aunque nunca presentó una denuncia formal.
Miroslava Breach Velducea fue asesinada el 23 de marzo, a balazos mientras conducía su auto al salir de su domicilio en Chihuahua. Tenía 54 años y murió mientras la trasladaban al hospital.
Era corresponsal de La Jornada y reportera del diario Norte de Ciudad Juárez. Cubría temas relacionados con el crimen organizado y la corrupción, cuando la asesinaron recién había publicado un reportaje acerca de los líderes del Cártel de Juárez.
Maximino Rodríguez fue baleado en el estacionamiento de una tienda de La Paz, Baja California, el 14 de abril, cuando iba con su esposa, quien resultó ilesa.
Lo atacaron unos hombres a bordo de una camioneta. Se encargaba de cubrir temas policíacos en el portal Colectivo Pericú.
Javier Valdez fue víctima de uno de los crímenes que más conmocionaron al gremio, lo asesinaron el 15 de mayo, fue abordado por hombres armados, en las calles de Culiacán, mientras se dirigía a las oficinas del semanario Río Doce, el cual cofundó.
Tenía 50 años y se especializaba en temas de narcotráfico. Fue corresponsal de La Jornada, trabajo en el diario Noroeste, y tenía publicadas algunas novelas, como Miss Narco y Levantones. Publicó Narcoperiodismo en 2016.
Jonathan Rodríguez fue baleado cuando viajaba con su madre, en Jalisco. El 15 de mayo fu abordado por cinco hombres, uno de ellos abrió la puerta de su vehículo y le dio cuatro balazos. Su madre fue herida durante el evento.
Era colaborador de El Costeño, dirigido por su padre Héctor Rodríguez.
Salvador Adame fue secuestrado por un grupo armado el 18 de mayo, sus restos calcinados fueron hallados el 14 de junio en un lugar conocido como Barranca del Diablo, en la carretera de Lombardía y Nueva Italia.
Anteriormente, el 6 de abril el periodista había denunciado que él, junto con su esposa y un colaborador habían sido golpeados y detenidos por policías cuando cubrían el desalojo del palacio municipal de Mújica. El periodista acusó de la agresión al alcalde Salvador Ruiz Ruiz.
Dirigía el canal de televisión 6TV en Nueva Italia, Michoacán.
Edwin Rivera fue asesinado en Veracruz, el 10 de julio, por sujetos que conducían una motocicleta en el municipio de Acayucan.
Era un camarógrafo hondureño, tenía 28 años, y pedía refugio en México, luego de que asesinaran a Igor Abisaí Padilla Chávez, su compañero reportero en su país.
Luciano Rivera fue asesinado el 31 de julio en Playas Rosarito, Baja California, después de recibir un balazo en la cara por defender a una joven mientras era molestada por un sujeto.
Tenía 33 años, y era reportero de la Revista Dictamen; colaboraba en el canal de televisión local CNR como conductor del noticiero estelar.
Cándido Ríos fue baleado el 22 de agosto junto a un ex jefe de la policía y una persona que no fue identificada a las afueras de una tienda en Covarrubias, Veracruz.
El Pavuche, como lo llamaban sus compañeros, cubría la fuente policial para el Diario Acayucan, había denunciado una presunta red de corrupción de obras públicas en ese municipio.
Édgar Daniel Esqueda su cuerpo sin vida fue hallado el 6 de octubre, luego de ser torturado, junto a las vías del tren que va hacia el aeropuerto internacional Ponciano Arriaga, en San Luis Potosí.
Un día antes tres presuntos elementos de la Policía Ministerial lo habían sacado a la fuerza de su casa.
Días antes había denunciado en la Comisión Estatal de Derechos Humanos a policías ministeriales que lo habían amenazado de muerte, sin que la institución le brindará apoyo para protegerlo.
Gumaro Pérez fue asesinado en la primaria Aguirre Cinta, en Acayucan, Veracruz, cuando asistía al festival de Navidad de su hijo.
Al momento de su muerte no trabajaba para ningún medio, razón por la que la Fiscalía del estado determinó que “no era periodista”, sin embargo, sólo hacía coberturas para lo cual dependía de mecanismos de protección.
Tenía 34 años, y fue reportero de La Voz del Sur.
Texto: Redacción El Sur con información de Reporteros sin Fronteras / Foto principal: Félix Márquez, Cuartoscuro
