El llamado “El rebelde del acordeón” afirma que en el pasado, donde quiera que él iba a tocar, se hacían “broncas”. Todo consistió en que tocara un día para García Márquez en el Museo de Arte Contemporáneo, en 2003, para que su suerte cambiara.
Acapulco, Guerrero, 19 de julio de 2019. Lo considera un maestro, un amigo, pero también Celso Piña aseguró que gracias a el ganador del Premio Nobel de Literatura, Gabriel García Márquez, su historia hoy en día es otra, pues antes le hacían el feo.
“Yo por allá en los 70 empecé a interpretar cumbia. Mucha gente decía que era una música muy corriente, y yo: ‘pero la bailan’, sí pero es muy corriente, pues no la bailes…Yo la toco para el que quiera bailarla.
“Al pasar de los años, yo no entiendo a la gente. La gente es muy ingrata, a veces necesita que alguien venga a abrirle los ojos para poder que vean así. Yo estaba hasta vetado en Monterrey”, indicó Celso.
El llamado El rebelde del acordeón afirmó que en el pasado, donde quiera que él iba a tocar, se hacían “broncas”.
“Pleitos que en La Risca, que en la colonia Independencia… Entonces habían unos salones que se llamaban Salones Corona, yo estuve vetado, porque preguntaban: ‘¿quién va a venir a tocar’, Celso, ‘ah, no, ese no’, porque era una bronca.
“Y así estuve batallando, (decían) ‘Celso acarrea puro mariguano, lesbiana, que puro malandro’. Digo, ‘pérate’, yo no me iba a poner en la puerta a decir: ‘¿a ver tú qué eres?, ¿eres chico bien?, pásale’”.
Todo consistió en que tocara un día para García Márquez en el Museo de Arte Contemporáneo, en 2003, para que su suerte cambiara.
“Hasta que llegó el día que le toqué a don Gabriel García Márquez, mi amigo, que en paz descanse, y a partir de ahí todo mundo amó la cumbia”, declaró en su pasada visita al Surf Music Fest de Acapulco, donde se presentó en un evento en la playa.
“Alguien de esa envergadura llegó y yo estaba tocando y él empezó a bailar, estaba la crema y nata de Monterrey y todos: ‘¡ah, qué bonita música!, ¡qué bárbaro!, ¡yo siempre dije que Celso tocaba bien bonito!’. Yo digo: ‘¡qué ironía!’ Eso me ayudó mucho”.
Aseguró que después de eso, y con el paso de los años y las decisiones acertadas en lo musical, el mercado se agrandó.
“Me extendí tanto tanto que acabo de llegar de Inglaterra, Francia, Alemania, y me voy a Estados Unidos, por eso es que me siento muy a gusto, contento y orgulloso de lo que hago en este tipo de festivales, frente a puro DJ, que no es el primero”, aclaró.
Texto: Lorena Corpus / Agencia Reforma / Foto: Especial
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