La edificación de nuevos desarrollos en las zonas Diamante y Dorada no generan la derrama anunciada para el sector, pues la mayoría de las viviendas se venden desde el centro del país y los deja fuera de las ganancias, señalan integrantes de la asociación de Inmobiliarios Profesionales de Guerrero.
Texto: Karla galarce Soca
Foto: Carlos Alberto carbajal
Acapulco, Guerrero. La inseguridad y el contexto político y social han obligado a más de una veintena de asesores inmobiliarios a abandonar la entidad en año y medio, señaló el presidente de la asociación Inmobiliarios Profesionales de Guerrero (IPG), Carlos Ajuria Marbán.
Integrantes de ese organismo civil indicaron que la edificación de nuevos desarrollos en las zonas Diamante y Dorada de Acapulco no generan la derrama anunciada para el ramo inmobiliario de la entidad, pues la mayoría de los edificios y complejos de vivienda en playa son vendidos en el centro del país por los mismos desarrolladores o con ayuda de asesores en bienes raíces asociados a ellos.
“Estamos viviendo de los créditos de vivienda y bancarios”, señaló la integrante de IPG, Aracely Vázquez Solchaga.
Desde su conformación en agosto de 2016, IPG comenzó con 130 personas y ahora son 87, informó Ajuria Marbán.
“No hemos visto mejoras en año y medio desde el punto de vista inmobiliario, al contrario porque de repente vamos repuntando pero vemos más violencia, vienen más efectos en el estado”, lamentó el asesor.
Afirmó que “el ambiente político, las elecciones” influyen en la toma de decisiones de potenciales compradores, e incluso aspectos ambientales como los huracanes y los sismos.
“Aunque ha habido inversiones federales, estatales y municipales no ha hay un repunte en las inversiones de la gente de Guerrero. Hay mucha vivienda pero poco dinero para la adquisición de inmuebles”, comentó.
Automáticamente, continuó, mientras no podamos tener nuestra Autopista del Sol en mejores condiciones y libre, en referencia a los constantes bloqueos y manifestaciones, advirtió que continuará llegando el turismo de clase media y de bajo poder adquisitivo.
Aunado a la situación de inseguridad, señaló que “aquí en Guerrero se está sufriendo, hay una situación de inseguridad en todo el país”.
“En el ramo de inversiones que esperábamos por la zona Diamante sí se nota, pero es poco. Hablamos de cuatro o cinco desarrollos de playa que vienen con casi todo vendido de afuera. A nosotros como ramo inmobiliario no nos ha ayuda mucho y la inversión no representa un apoyo real para nosotros. Estamos sobrellevando nuestras economías, porque más de 10 compañeros del ramo inmobiliario de Guerrero han desertado y ya radican en otros lados. Sólo quienes tenemos confianza y creemos, nos quedamos”, sostuvo Carlos Ajuria.
Por su parte, Aracely Vázquez Solchaga añadió que “Acapulco como sinónimo de vacaciones y diversión ahora es sinónimo de delincuencia, inseguridad y de miedo. Estamos sobreviviendo gracias a los créditos Infonavit, Fovissste, Ixfam, algunos bancarios y que todas las empresas desarrolladoras que invierten en la zona Diamante y algunas otras como la Dorada llegan prácticamente vendidos desde la Ciudad de México y no nos da oportunidad a nosotros los vendedores de Acapulco a ganar el dinero que entra”.
La también integrante de Grupo OBS resaltó: “muchas operaciones que tenemos en Acapulco se nos caen debido a la inseguridad, a los temblores”.
Añadió que agremiados a IPG mantienen la convicción de formar un frente para que la gente confíe y continúe invirtiendo. “Por eso IPG se conformó en una asociación civil y tenga la certeza de que donde invierte no será un fraude”, indicó tras admitir que aumentó el número de fraudes por internet.
(En la imagen: El desayuno de los integrantes de la Asociación de Inmobiliarios Profesionales. Foto: Carlos Alberto Carbajal)
