Priva de la libertad a 55 jornaleros empresa de Jalisco; los contactó la Secretaría del Trabajo

Los campesinos fueron explotados, engañados y defraudados por Big Force, con la promesa de que les entregaría su Visa para que trabajaran en Estados Unidos. Dos de los...

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1 abril,2023 1:04 pm
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Los campesinos fueron explotados, engañados y defraudados por Big Force, con la promesa de que les entregaría su Visa para que trabajaran en Estados Unidos. Dos de los trabajadores que salieron de Guerrero el 15 de febrero fueron brutalmente golpeados por presuntos sicarios. “Nos confiamos porque intervino la Secretaría del Trabajo y el Ayuntamiento de Chilpancingo”, cuenta una víctima

Chilpancingo, Guerrero, 1 de abril de 2023. Contactados por de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), un grupo de 55 jornaleros agrícolas fueron privados de su libertad, explotados, engañados y defraudados por una empresa de Jalisco que los contrató con la promesa de que les entregaría su Visa para que trabajaran en Estados Unidos.

Además, al menos dos de los jornaleros que salieron de Guerrero el 15 de febrero, fueron brutalmente golpeados por presuntos sicarios de un grupo delictivo, que, suponen, trabajan en coordinación con la empresa Big Force que los contrató.

En declaraciones por teléfono, uno de los jornaleros informó que cuando recibieron la invitación para trabajar con la empresa, les dijeron en la Secretaría del Trabajo que había la oportunidad de que adquirieran una Visa de trabajo, pero no les dieron el nombre de la empresa.

Les explicaron que estarían en capacitación de tres a seis meses, según los vieran de avanzados, antes de cruzar a Estados Unidos con su Visa de trabajo.

“Nos confiamos porque intervino la Secretaría del Trabajo y el Ayuntamiento de Chilpancingo, nos dijeron que íbamos a estar bien en el lugar de capacitación y generando un poco de ingreso para estar enviando a nuestras familias. Eso fue lo que nos dijeron en la Secretaría del Trabajo”, detalló la fuente.

Pero denunció que al llegar a su destino las cosas cambiaron, les dijeron que los llevarían a Guanajuato para su capacitación, “van a estar en un lugar seguro en donde van a vivir y a hacer sus necesidades”, les insistieron.

Pero en el camino les cambiaron la ruta, se los llevaron a Jalisco y saben que estuvieron en un lugar cercano a Lagos de Moreno, como a unos 20 minutos de la ciudad.

“Llegando nos invitaron a cenar, y al otro día nos reunieron y nos dijeron que para poder viajar a Estados Unidos teníamos que cumplir con una labor ahí (en la empresa) de un año”, relató.

El jornalero contó que la mayoría se “agüitó” y dijo que desde ese momento supieron que fue “una finta” que sólo iban a una capacitación de tres mes o por mucho de seis.

Añadió que hasta ese momento les informaron que iban a trabajar con la empresa Big Force y los obligaron a firmar un contrato.

in detallar las condiciones del contrato, el jornalero aseguró que se enteraron de que les habían “cambiado muchísimo las cosas”.

“Nos estuvieron pidiendo cooperaciones, a pesar de que apenas habíamos llegado y queríamos que lo poquito que llevamos nos rindiera para nuestros alimentos, porque aquí nos dijeron que la empresa nos iba a dar los alimentos y no fue así”, contó.

Informó que cuando firmaron el contrato les dijeron que les pagarían por día pero su primer pago fue al séptimo día y los obligaron a trabajar de más, “nos pedían cooperación cada que íbamos a cobrar”, con el argumento de que a alguno de los compañeros le había pasado algo.

Dijo que también les pedían cooperación para los directivos y jefes.

Contó que uno de los supervisores organizó una tanda entre los trabajadores y después dijo que tuvo un problema y se llevó todo el dinero, que eran aproximadamente 10 mil pesos de los ahorradores.

Denunció que les dijeron que iban a contar con seguro social, seguro de vida, “y nos prometieron muchas cosas pero ya no se cumplieron”.

Expuso que los tenían incomunicados en el dormitorio, sin contacto con nadie y sin salir a ningún lado, sólo un día a la semana podían salir pero vigilados para que no tuvieran contacto con ninguna persona, “nos prohibieron todo, no podíamos usar teléfonos, ni tomar fotos”.

“Ya valió gorro”, relatan una irrupción de hombres armados

Narró que el asunto se les complicó cuando una noche uno de los trabajadores llegó corriendo y gritando a los dormitorios, “ya valió gorro, ya valimos gorro, ya chingaron a un bato allá afuera y hay un desmadre, ni salgan está llegando un chingo de gente allá afuera”, les dijo.

El jornalero añadió que cuando salían del dormitorio se encontraron a otro de sus compañeros corriendo y pidiendo ayuda, después se encerró y empezaron a llegar hombres armados que la gente de la empresa dijo que eran trabajadores de ahí mismo.

“Pero si de verdad hubieran sido trabajadores no hubieran llegado armados y agarrando a los mismos encargados, los supuestos jefes de nosotros, y les dijeron ‘no se metan, este no es pedo de ustedes’”.

Contó que los rodearon a todos exigiendo que les dijeran qué pasó, pero respondieron que vieron a uno de sus compañeros pidiendo ayuda y que por eso salieron, “entonces métanse a sus dormitorios”, les ordenaron.

Dijo que les pidieron que les permitieran ayudar a su compañero herido y les contestaron, “a ustedes les vale verga, métanse a sus dormitorios, si no a ustedes también les va a tocar”.

Informó que los hombres armados fueron a exigir a otro dormitorio que les entregaran al jornalero que había entrado corriendo pidiendo ayuda.

“Aquí no están en Guerrero, están en Jalisco y o se alinean o los alineamos”, les advirtieron.

El jornalero declaró que todos estaban asustados y hasta entonces se dieron cuenta que no sabían para qué empresa estaban trabajando.

Añadió que después llegaron la Policía Municipal y la Guardia Nacional y los hombres armados se retiraron, y a ellos les pidieron (los de la Guardia y policías municipales), que se metieran a sus dormitorios y se calmaran.

Dijo que después se enteraron que dos de sus compañeros salieron en la noche a hacer ejercicio alrededor del rancho y cuando ya estaban “un poquito lejos”, se encontraron con unos guardias armados que estaban tomando y consumiendo drogas, y cuando les dieron las buenas noches se les fueron encima a golpes.

“A uno lo golpearon hasta desfigurarle la cara y al otro (el que llegó pidiendo ayuda a los dormitorios) lo golpearon pero alcanzó a escaparse, no sabemos quiénes fueron estas personas, pero la gente de la empresa dijo que fueron guardias, pero nos extrañó que también sometieron a los que supuestamente nos iban a llevar a Estados Unidos”.

Añadió que después de este incidente, la mayoría pidió regresarse y desistirse de su Visa de trabajo, y entonces la gente de la empresa les advirtió que si se querían regresar sería por su propia cuenta, “ya no es nuestro problema”.

Informó que tuvieron que quedarse a trabajar otras dos semanas pero sólo para juntar dinero para su transporte, porque en los dos meses que habían trabajado en el corte de arándano no habían ganado ni para eso.

Texto: Zacarías Cervantes

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