Promueven la creación de redes para que alumnos puedan tomar clases por internet

El proyecto ciudadano La Escuela más Grande del Mundo comenzó en Zihuatanejo, se extendió a Petatlán y Tecpan y ahora opera en Oaxaca, Yucatán y Veracruz

606 0
5 octubre,2020 9:00 am
606 0

El proyecto ciudadano La Escuela más Grande del Mundo comenzó en Zihuatanejo, se extendió a Petatlán y Tecpan y ahora opera en Oaxaca, Yucatán y Veracruz

Ciudad de México, 5 de octubre de 2020. Con su ambicioso proyecto La Escuela más Grande del Mundo, Isabel Navarrete busca acercar el internet a todos los alumnos que lo necesitan y así puedan tomar sus clases en medio de la epidemia de Covid-19, y aún después de ello.

La idea es sencilla: crear una red de personas, empresas, negocios o cualquier institución que estén dispuestos a compartir su conexión a internet con estudiantes, para que éstos puedan acercarse y realizar sus tareas si no tienen el servicio en sus casas.

El proyecto inició en Zihuatanejo, Guerrero, con 7 puntos compartidos el pasado 2 de septiembre, luego se sumó un negocio más.

Actualmente, La Escuela más Grande del Mundo tiene presencia en dos ciudades más de Guerrero: Petatlán y Tecpan de Galeana.

Los puntos compartidos ya están también en el puerto de Veracruz, en Mérida, Yucatán, y en Tehuantepec, Oaxaca.

Quienes se han sumado al proyecto son negocios, notarías, despachos contables, casas particulares y parroquias.

Isabel Navarrete explica que la idea surgió después de ver fotos de niños buscando internet en la calle para tomar sus clases.

“Justo después me llegó una imagen de una persona que puso en una cartulina ‘comparto mi internet con estudiantes’, me pareció la idea fenomenal y pensé que todos tendríamos que hacer eso”, cuenta en entrevista.

“Esto está basado en la empatía y en la solidaridad”.

A través del fondeo en internet juntó 40 mil 98 pesos, con lo que levantó la página de internet, rentó el hosting del sitio web, creó la base de datos y desarrolló la idea.

Según los datos recabados por Isabel, en México sólo el 27 por ciento de los estudiantes en áreas rurales tienen acceso a internet en sus casas.

Navarrete asegura que en este primer mes del proyecto han notado que a los estudiantes les da pena acercarse a pedir la clave de internet a los negocios.

Por ello, cuando una persona agrega un nuevo punto de acceso compartido se le da un imprimible que lo distinguirá como un sitio en el que los estudiantes pueden acercarse sin pena.

“Yo estoy con la conciencia de que si salvamos a un estudiante de la deserción escolar, ya hicimos una gran labor”, agrega.

Da clases por perifoneo en Coahuila

Christian Omar González Luna no sólo imparte clases a través de perifoneo a alumnos de la zona rural de la Comarca Lagunera que no tienen acceso a internet, sino que les enseña que no existen obstáculos para alcanzar sus metas.

“Bueno, bueno, les habla su profesor Christian González”, se escucha al iniciar su clase a través del perifoneo que carga en su vehículo Chevy y en el que se desplaza a nueve ejidos dos veces por semana, con el fin de apoyar a los alumnos de la secundaria José Santos Valdés del municipio Francisco I. Madero, al norte de Torreón, Coahuila.

El maestro de 36 años de edad, y quien imparte las materias de Geografía y Vida Saludable, estima que el 70 por ciento de los alumnos de esta escuela, ubicada en el Ejido Lequeitio, no tiene acceso a internet, situación que complica el aprendizaje en medio de la pandemia de Covid-19.

“Disfruto mucho mi trabajo, disfruto mucho lo que hago. Ver a personas tan vulnerables que no tienen ese medio (internet) fue lo que hizo que decidiera ayudarlos; mi mayor motivación es ver que el día de mañana alguno de esos alumnos va a recordar que yo le enseñe, que yo le ayude, me quedaré con ese bonito sentimiento”, expresa.

“Puede haber mil obstáculos, pero cuando nos unimos y en este caso tenemos la finalidad el amor por lo que hacemos y dejar un buen legado, un aprendizaje, creo que es un motor muy bonito para mí”.

La clase móvil es parte de una acción previa.

Desde su casa, Omar brinda clases a los alumnos que sí tienen internet; la sesión es a través de Facebook, y es grabada para que posteriormente se reproduzca en los ejidos.

Al llegar a cada comunidad, en la placita de la comunidad, se acercan de manera ordenada los alumnos que tengan alguna duda, cuidando la sana distancia, usando cubrebocas y gel antibacterial.

“Para mí es un orgullo tener alumnos que se comprometen y que cuando se hace esa empatía, cuando se forma el triángulo de alumnos, maestros y padres de familia, se avanza tanto”, dice emocionado.

Texto y foto: Agencia Reforma

In this article