De aprobarse la medida, contemplada en el Artículo 41 de la Constitución, los ciudadanos podrían ahorrarse más de 2 mil 400 millones de pesos sólo en 2019, ya que el financiamiento público programado para el próximo año será de 4 mil 965 millones de pesos.
Texto: Claudia Guerrero / Agencia Reforma / Foto: Archivo el Sur-Jesús Trigo
Ciudad de México, 27 de septiembre de 2018. La bancada de Morena en el Senado propondrá una reforma constitucional para recortar en 50 por ciento el financiamiento millonario que se otorga a los partidos políticos.
La iniciativa, registrada por el coordinador Ricardo Monreal Ávila, plantea modificar la fórmula para el cálculo de las prerrogativas, reduciendo a la mitad el porcentaje de la Unidad de Medida de Actualización (UMA) que debe multiplicarse por el número de ciudadanos inscritos en el padrón.
De aprobarse la medida, contemplada en el Artículo 41 de la Constitución, los ciudadanos podrían ahorrarse más de 2 mil 400 millones de pesos sólo en 2019, ya que el financiamiento público programado para el próximo año será de 4 mil 965 millones de pesos para las fuerzas políticas con registro nacional.
De acuerdo con la nueva redacción propuesta por Morena, el financiamiento público para sostener las actividades ordinarias permanentes de los partidos se fijará de manera anual, multiplicando el número total de ciudadanos inscritos en el padrón electoral por el 32.5 por ciento del valor diario de la UMA.
Según Monreal, el monto que se entrega los partidos políticos es claramente excesivo y no corresponde con la difícil situación económica y social por la que atraviesa el país.
En la exposición de motivos advierte que el gasto excesivo en los partidos políticos ha generado incentivos perversos para la corrupción y desvirtuar su papel como entidades de interés público.
“No es exagerado afirmar que la abundancia de dinero y la capacidad de dispendio del que han gozado los partidos políticos tradicionales y sus burocracias en las últimas décadas ha impulsado la consolidación de una estructura oligárquica que, de forma equivocada, entiende la representación política como una oportunidad de capturar los recursos del Estado”, agrega.
