Protestas originales: fanáticos alemanes defienden clubes desde las gradas

En Alemania, los hinchas más entregados además de defender con orgullo los colores de su club, no dudan en embarcarse en protestas de lo más singulares para luchar...

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17 enero,2018 1:57 pm
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Berlín, Alemania, 17 de enero de 2018. Animar cada fin de semana en el campo, corear cánticos a pleno pulmón y emocionarse con las victorias (y las derrotas) de su equipo constituye para muchos el ritual de un perfecto aficionado al futbol.
En Alemania, los hinchas más entregados además de defender con orgullo los colores de su club, no dudan en embarcarse en protestas de lo más singulares para luchar por aquello que consideran justo.
Seguidores de conjuntos acostumbrados a ganarlo todo, como el Bayern Múnich, pero también de otros más modestos, como el Hannover, han logrado en momentos puntuales despertar tanto interés entre la opinión pública como los máximos goleadores del equipo de sus amores.
En noviembre del pasado año, las cámaras de televisión y los fotógrafos dejaron de enfocar al terreno de juego para dirigir su objetivo a la grada, donde los incondicionales del Bayern de Jupp Heynckes protagonizaron una original reivindicación.
En señal de queja por el alto precio de las entradas para el partido que se estaba disputando ante el Anderlecht, en la fase de grupos de la Liga de Campeones europea, los hinchas arrojaron dinero falso al campo, obligando al árbitro a interrumpir el juego.
Su particular protesta iba también acompañada de la exhibición de banderas y pancartas, entre ellas una que mostraba el número 100 y el símbolo del euro. “¿Finalmente su avaricia está saciada?”, decía otro de los estandartes en inglés, mientras que en uno en alemán se podía leer “¿No están llenos hasta el cuello?”.
Esta no era la primera vez que los seguidores del multicampeón germano alzaban la voz para exigir precios razonables por una entrada. Ya en la primera jornada, cuando el Bayern visitó al Paris Saint-Germain, tiraron de ironía para mostrar su disconformidad con el alto valor de los tickets.
“¿75€ una entrada? Nosotros no somos Neymar. ¡Los precios de las entradas deben ser más razonables!”, indicaban los carteles con los que iban pertrechados en esa ocasión.
El histórico rival del conjunto bávaro, el Borussia Dortmund, también cuenta con una grada “revolucionaria”, que recientemente ha llamado a boicotear el partido que tendrá lugar en su estadio el próximo 26 de febrero ante el Augsburgo, en protesta contra la decisión de disputar encuentros de la Liga alemana de fútbol los lunes.
“Se ha llegado a un punto en el que se ha superado finalmente el límite de lo aceptable y no queremos participar más en la locura del desarrollo del calendario de partidos”, escribió en la red social de Facebook el portavoz de los fans, Jan-Henrik Gruszecki.
La introducción de los partidos los lunes en la Bundesliga es “un nuevo gran paso hacia la venta del fútbol y el punto negativo más alto del sucesivo troceo de encuentros en los últimos años, impulsado exclusivamente para beneficiar a los clubes, asociaciones y canales de televisión”, indicó para a renglón seguido precisar que además de no acudir al encuentro destruirían las entradas de ese día.
Una medida drástica, similar a la tomada por los ultras del Hannover que han decidido hacer valer la ley del silencio en el estadio para evitar que vendan el club.
“Por supuesto que es decepcionante, pero lo tenemos que aceptar”, señaló el delantero Niclas Füllung el último fin de semana después de firmar un triplete ante el Mainz que no fue celebrado por buena parte de los aficionados que secundan el boicot del mutismo.
Cerca de un millar de hinchas del conjunto, que actualmente se sitúa décimo en la Bundesliga, también participaron este pasado fin de semana una manifestación previa al encuentro en la que ondearon pancartas con mensajes muy críticos.
“Aquí descansa el futbol como deporte popular y la participación de los miembros. Murió debido a la carga que supuso el dinero y la corrupción. Fue asesinado por los caciques de la Liga Alemana de Fútbol (DFL)”, rezaba uno de los carteles más fotografiados.
No obstante, la mayor cruzada librada en los campos de fútbol de Alemania fue la protagonizada el pasado año contra el Leipzig, un club que recién ascendido a la primera categoría causó sensación por su buen juego pero también cosechó un gran odio entre el resto de aficiones. 
El conjunto patrocinado por la bebida energizante Red Bull logró la pasada temporada luchar mano a mano con el Bayern por el título de Liga, eso sí, viviendo grandes sinsabores cuando jugaba de visitante porque se convirtió en el equipo más denostado del país y era recibido con banderas y pancartas en su contra en casi todos los estadios.
La máxima expresión de la repulsa que despertaba un equipo al que sus críticos le acusaban de crecer a costa de talonario, la mostraron los hinchas del Dynamo Dresden, sus rivales regionales, que le arrojaron una cabeza de toro ensangrentada en su duelo por la Copa de Alemania.

Texto: DPA /Foto: Redes sociales

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