Tres años después, se edita en Jalisco “La luz artificial de las cosas”
Guadalajara, Jalisco, 23 de octubre de 2021. La escritora acapulqueña Brenda Ríos dejó que la pluma fluyera, y sin restricción permitió que su más reciente poemario resultara menos dulce, como ella misma describe.
Y el resultado no pasó desapercibido, pues el jurado del Premio Estatal de Cuento y Poesía María Luisa Ocampo, en 2018, eligió La luz artificial de las cosas como la obra ganadora. Ahora este libro lo publica la editorial tapatía Arlequín.
El poemario aborda a través de la poesía temas como la infancia, el luto, la ausencia, la vida doméstica y lo que en ella se descubre.
Para Ríos ésta es una continuación de un poemario anterior, Escenas del jardín, publicado por otra editorial tapatía, Mantis, y su nuevo libro es el descubrimiento de que un escritor vuelve constantemente a las heridas que cree haber sanado.
“Es un poquito más amargo, no es un libro tan dulce”, dice la autora.
“Salió así y lo dejé ser. Más bien quería que fuera un libro juguetón, me interesa mucho que el poema no sea solemne, que juegue con los contrastes porque las cosas no pueden ser completamente luminosas. Es como imaginar el mediodía en la playa: demasiada luz también te pueden ver”.
La mirada en la poesía hacia las otras mujeres también marca este poemario. No sólo a las mujeres que atestigua en sus espacios íntimos y familiares, pero también a las otras mujeres, a las que lee, a las que están en su vida de otras formas.
“Están mis tías ahí, esto de reconocerse en lo que son las demás. Hay un linaje aunque no todo es autorreferencial o autobiográfico. (El poeta) José Eugenio Sánchez me dijo que lo que le gustó del libro es que no es un libro que quiera denunciar al patriarcado o el discurso patriarcal, pero que de alguna manera estaba allí”, dice la autora.
Para Ríos ésta es una decisión de diálogo, similar a cuando en una reunión de amigos una persona siente que habló de más, que se desbocó y que se sintió acompañada.
En Escenas del jardín Brenda abordó de manera extensa la muerte del padre. En este libro retomó algunas de esas ideas.
“Aquí hablo de otra cosa, es una cuestión vinculada a un padre más místico, más grande y más poderoso. Hablo también de la memoria que es una especie de padre, un padre que no es mi padre, un padre otra cosa, un padre lenguaje, un padre familia, un padre que va por ahí, que te forma y que te avienta a la calle o al río, donde no eres nada”.
Pese a todo, muchos poemas son optimistas. Cierran con ideas sobre el amor y la ternura.
“Escribiendo resuelves y haces el conflicto. Trato de ser optimista, trato de no dejarme avasallar por la realidad porque en el fondo es un poco así: creo que es un libro humano porque propone que no vamos a desaparecer, vamos a seguir aquí, pocos tienen el valor de decir un día ‘hasta aquí llegué’”.
El libro se puede encontrar en librerías locales y en arlequin.mx.
Texto: Alejandra Carrillo / Agencia Reforma
