Madrid, España, 27 de noviembre de 2017. El ex jefe del Gobierno regional de Cataluña Carles Puigdemont reivindicó hoy un catalanismo “europeísta” después de las críticas lanzadas en los últimos días sobre la Unión Europea (UE) a raíz del apoyo de Bruselas a Madrid en la crisis separatista.
“El catalanismo es indudablemente europeísta. Siempre lo ha sido, lo es y lo seguirá siendo”, escribió en su cuenta de Twitter.
“Queremos una Europa más integrada, más próspera, más democrática y más comprometida. Hemos de conjurarnos para mantener vivos estos valores”, añadió el líder separatista, quien se encuentra en Bélgica desde que fue destituido por Madrid por su desafío al Estado español.
Su mensaje llega poco después de haber tildado a la UE de “club de países decadentes” y “obsolescentes” y de haber llegado a plantear en una entrevista televisiva que los ciudadanos de Cataluña voten si quieren pertenecer a Europa y en qué condiciones.
Varios miembros de su formación, el Partido Demócrata Europeo Catalán (PDeCAT), y de su ex socio en el Gobierno, Esquerra Republicana (ERC), negaron hoy que el independentismo catalán sea euroescéptico y aclararon que las palabras de Puigdemont eran una crítica a la actual dirección de la UE.
El ex jefe del Gobierno catalán aseguró en Twitter que el caso de Cataluña es “una oportunidad para avanzar hacia una Unión Europea más fuerte donde la ciudadanía tenga cada vez más poder de decisión y los estados tengan menos”.
Durante la crisis abierta entre Cataluña y Madrid a raíz del proceso independentista catalán, Puigdemont reclamó insistentemente a la UE que actuara como mediadora, pero Bruselas lo descartó.
Desde los Gobiernos de países como Alemania, Francia o Reino Unido y también desde las instituciones europeas apoyaron explícitamente al jefe del Gobierno español, Mariano Rajoy, en su intervención de la autonomía catalana.
“Si permitimos que Cataluña se independice, también lo harán otros después y eso no me gustaría. No quiero una Unión Europea que dentro de 15 años esté formada por 90 países”, llegó a decir públicamente el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker.
