El agua puede contaminarse por cualquier cosa que haga contacto con ella. Para llegar a casa, el agua pasa desde un río, lago, manantial, o cualquier acuífero, por cientos de tuberías que llegan a un sistema municipal que distribuye el agua. En todo este camino, el agua puede contaminarse en poca o gran medida, dependiendo del cuidado que se le dé. Por lo general, los sistemas municipales son muy cuidadosos en la forma en la que se transporta el agua, de manera que se contamine lo menos posible.
Es importante entender que no siempre es posible evitar su contaminación en su paso hasta la casa, por lo que siempre los tinacos deben contar con un filtro de agua, y también se recomienda tener un purificador que se use para el agua para beber.
En https://bebbia.com/ se pueden encontrar gran variedad de purificadores de agua, como es el caso del purificador de osmosis inversa, que tiene cinco etapas de purificación. Todas las etapas garantizan agua pura para beber, además de suavizar el agua dura, por lo que es la mejor opción para zonas donde el agua tiene grandes cantidades de minerales y metales. Las botellas plásticas y garrafones son muy contaminantes, además de muy difíciles de manejar, por lo que un purificador de agua es la mejor opción.
Contaminación en el agua
De acuerdo con la OMS (Organización Mundial de la Salud), el agua contaminada está relacionada con enfermedades como cólera, disentería, hepatitis A, poliomielitis, fiebre tifoidea, pero sobre todo, diarreas. Gran parte del paso del agua no lo puede controlar ningún sistema municipal, pero en muchas partes, los servicios de saneamiento no son buenos, por lo que existen muchos riesgos de infecciones y enfermedades. El manejo inadecuado de aguas residuales sobre todo en zonas urbanas conlleva a que el agua que beben miles de personas en el mundo se encuentre contaminada.
Algunos de los principales contaminantes del agua pueden ser de la misma naturaleza, como metales, desechos de animales, insectos, y varios otros, pero también muchos de los contaminantes son de origen humano, como los desechos tóxicos de los productos químicos para la agricultura, fertilizantes, plaguicidas, y muchos otros. Estos contaminantes ocasionan o fomentan el crecimiento de virus, bacterias, y parásitos que causan enfermedades, que principalmente son gastrointestinales o de la piel.
Cómo evitar enfermedades por agua contaminada.
Algunas de las enfermedades que se pueden dar en la piel por agua contaminada son arsenicosis, ascariasis, intoxicación por plomo, tiña, y escabiosis. Todas ellas causan algún tipo de sarpullido, escamación o irritación en la piel que puede desarrollarse hasta tener consecuencias graves. Se pueden obtener por consumir agua contaminada ya sea al contacto con la piel al bañarse o al beberse.
En el caso de las enfermedades gastrointestinales, la más común es diarrea, sin embargo algunas como cólera o hepatitis A pueden causar la muerte en caso de no tratarse adecuadamente. Por lo general son causadas al beberla.
Para evitar cualquier enfermedad se debe mejorar el saneamiento público para asegurarse que el agua que llega a casa está lo más limpia posible. Los servicios de saneamiento inexistentes o insuficientes son la principal causa de agua contaminada.
Ya que no siempre es posible cuidar o saber qué tan cuidadosos y limpios son los servicios de saneamiento y los sistemas municipales, es importante que en cada casa haya un purificador de agua para asegurarse de tomar agua pura siempre. El constante consumo de agua contaminada es lo que a la larga no permite evitar contagiarse de alguna enfermedad gastrointestinal o de la piel por agua contaminada. Se debe hacer todo lo que se encuentre al alcance por el bienestar propio y de la familia.
