“La autenticidad tan transparente que tenía (Freddie Mercury) y su comprensión de sí mismo, es lo que me hizo identificarme más con él. Eso ilumino mi interior profundamente”, afirma Rami Malek.
Los Ángeles, Cal., 22 de febrero de 2019. Hoy tiene a Hollywood a sus pies y reina en sus alfombras rojas y las entregas de premios.
Sin embargo, hace 14 años, Rami Malek era un joven desempleado que soñaba con dedicarse al cine, una meta que aún lo sigue impulsando con todo día a día, pese a que es el favorito para ganar el Oscar de Mejor Actor este año.
“Me pasé años picando piedra, hasta que la directora de casting Mali Finn me dijo: ‘Si te las ingenias para aterrizar tu currículum y tu foto en las manos de la gente adecuada, eso puede ser el inicio de una gran carrera’.
“Así que todas las mañanas empecé a llenar sobres manila con mis datos y fotos. Mandé por años ese paquete a todos los agentes, escuelas de cine y agencias de casting que conocía en la ciudad”, recuerda Rami, de 37 años, en entrevista.
Nacido en Los Ángeles e hijo de inmigrantes egipcios, Malek sorteaba su pasión por la actuación haciendo obras de teatro gratuitas con sus amigos, mientras trabajaba haciendo falafel y sándwiches de shawarma en un restaurante local.
Tras años de tocar puertas sin éxito, pensó en dedicarse mejor a las bienes raíces, hasta que, en 2004, su perseverancia y testarudez finalmente rindieron frutos.
“Un día me llamó la responsable del casting de Gilmore Girls. Me pidió hablar con mi agente y le dije que hablaba con él. Se rió. Me preguntó si tenía mánager y le dije que no, pero que podía conseguir uno.
“Me preguntó si formaba parte del Sindicato de Actores, le dije que tampoco, pero que yo veía cómo sumarme. Se la pasó riendo toda la entrevista, hasta que dijo: ‘Está bien, chico, ven a mi oficina'”, rememora.
Su honestidad le brindó al día siguiente su primer trabajo en la pantalla chica.
Como Andy, uno de los miembros del grupo religioso de lectura de Lane Kim (Keiko Agena), en el episodio “The Clamor and the Clangor”, Rami iniciaba oficialmente su carrera, ¡y de qué forma!
“Después de años de repartir pizzas y pegar mi foto y currículum en las cajas o en las órdenes que eran para llevar en los restaurantes donde trabajaba, finalmente alguien me hablaba para ofrecerme un papel.
“Esa y otras tantas experiencias me enseñaron que debes ser enfocado en tus metas, ser persistente y aprender a resolver los obstáculos que te ponga la vida”, puntualiza.
Desde entonces no ha dejado de trabajar.
Destacan sus roles en cintas de Paul Thomas Anderson (The Master), Spike Lee (Oldboy) y Tom Hanks (Larry Crowne), así como su interpretación del atormentado hacker Elliot Anderson en el show de culto Mr. Robot, por el cual ganó un Emmy a Mejor Actor en una Serie Dramática en 2016.
Pero es su interpretación de Freddie Mercury, en el éxito taquillero Bohemian Rhapsody, lo que finalmente lo encumbró en la industria. Ya tiene un Globo de Oro, un BAFTA y un premio del Sindicato de Actores. Su nominación al Oscar parece un mero trámite.
“Mi mayor reto en la película era tratar de empatizar con un ser humano a quien yo veía como un dios del rock o una verdadera deidad”.
Texto: Rodolfo G. Zubieta / Agencia Reforma / Foto: Instagram
