Residente, la mexicana Ximbo y Alemán llenan el Zócalo de la Ciudad de México
En el caótico mundo de hoy, un gesto tan sencillo como un abrazo hace la diferencia.
“(Porque) si no nos podemos abrazar hoy, ¿cómo vamos a parar la guerra? ¡Todo mundo abrazado!”, clamó anoche René Pérez Joglar, mejor conocido como Residente, al cierre del Festival Internacional de Música del Mundo Radical Mestizo.
Encuentro que, si bien el sábado fue un derroche multicultural con música de varios países, en su jornada dominical se tornó una fiesta latina consagrada a la palabra fluida, a los poetas del flow, a la rima contestataria de los MC, empezando por Ximbo, rapera, feminista, activista y pionera del hip hop en el país.
La primera en agitar la plancha del Zócalo capitalino con el vaivén de las manos en el aire, al ritmo de cadenciosos beats y letras de unión y libertad en contra del capitalismo esclavizante, los ideales de belleza hegemónicos o la violencia machista y la inseguridad.
“A los que matan / yo les vo’a robar el sueño. / Esto es de todos, / no tiene dueño”, cantó ante un bien nutrido público que desde mediodía empezó a abarrotarse en las vallas frente al escenario, aunque la cita era hasta las 5 de la tarde.
Los versos aún no fluían y el ardiente sol ya hacía mella entre los asistentes. Jóvenes debilitados o desvanecidos desfilaban acompañados de paramédicos, mientras otros buscaban refrescarse con el agua que personal de Servicios Urbanos disparaba a chorros con una manguera. Otros optaban por la poco discreta cerveza en bolsa de plástico.
Erick Raúl Alemán Ramírez, Alemán, el más joven del cartel, arrancó los gritos de los cerca de 70 mil escuchas que ya se habían reunido cuando salió a escena.
Con el gravísimo bajo característico del trap, su estética urbana y alusiones a la cultura de la mariguana, el intérprete hizo retumbar la Plaza de la Constitución, en una dinámica presentación en la que repartió tragos entre el público y se elevó por los aires con un arnés.
“Estamos haciendo historia, mi gente. Quiero invitarlos, invitarlos de verdad a que cumplan sus sueños. ¡Los sueños se pueden hacer realidad, cabrones!”, lanzó a la multitud.
Al retirarse ya sumaban más de 90 mil personas esperando al rapero, compositor y productor puertorriqueño, Residente, quien llevó un repertorio con temas desde los más festivos y coreables –Atrévete-te-te, No hay nadie como tú o Bellacoso– hasta los cantos de protesta, convertidos en los himnos de todo un continente.
“El que no quiere a su patria, no quiere a su madre. / Soy América Latina, / un pueblo sin piernas, pero que camina, ¡oye!”, interpretó el otrora líder de Calle 13, ante la euforia del público.
Así cerraba el último de los 14 Grandes Festivales que organiza este año la Secretaría de Cultura capitalina, pugnando por un alto a las desapariciones forzadas, a la violencia de género y, por supuesto, a los muros fronterizos.
Texto: Israel Sánchez / Agencia Reforma / Foto: Cuartoscuro
